{ Harry }
Quizás no fue buena idea traerla a la plaza, pero mínimo teníamos una buena vista del atardecer. Amanda no paraba de repetirme que era un idiota, y de hecho, sí lo era. No me entiendo, ¿por qué me la traje? Simplemente fue instinto, un impulso que me hizo llevarla para que los dos estuviéramos solos.
¿Y ahora qué?
Realmente no tenía un plan, sólo quería alejarla del estúpido de Trevor nada más. Amanda estaba en silencio, se notaba cansada, probablemente de mí.
— ¿Todo bien? — pregunté casual, ella me dio una mirada de "¿en serio?"
— Pues no, ¿por qué me trajiste aquí? Si algo quieres decirme, dilo de una buena vez que ya me quiero alejar de ti — dijo entre dientes, y sí, ella estaba de mal humor.
— ¿Sabes que si te alejas de mí como quiera tendríamos que vernos luego, no? Digo, vivimos en el mismo departamento y dormimos en el mismo cuarto — sonreí burlón.
Ella rodó los ojos. Soltó un suspiro y me miró con los ojos cansados, entonces ahí aproveché para tomar sus manos con las mías y entrelazar nuestros dedos. Amanda me miró confusa pero yo le di una suave mirada para olvidar el ambiente tenso, y ella no tardó en ver nuestras manos entrelazadas.
— Amanda, dulce, dulce, enana — comencé — Sabemos que la canción que escribiste no era para Trevor, sino para mí. Porque, tú y yo sabemos que Trevor no tiene muchas chicas a su alrededor, yo sí. ¿En serio estás harta de mí? — ella me miró y no tardó en reír falsamente.
— Pues obviamente, estúpido — gruñó, soltándose mi agarre con brusquedad — Lo admito, es para ti. ¡Pero es porque ya estoy harta de todo lo que haces y dices! también estoy harta y cansada de tu actitud, juegas conmigo y después me dejas caer como si yo no te importara, y es real, no te importo. ¡Lo peor es que necesito de tu voz y de tus miradas para sentirme ante tus ojos, pero hay un límite desesperante que me provocas correr a esconderme cuando tú estás cerca!
Gritó, luciendo desesperada. ¿Qué?
— ¿Qué tratas de decir? — alcé una ceja.
Sus ojos cayeron después de darse cuenta de lo que dijo. ¿Realmente le gusta ser molestada por mí? Pero si la trato de la mierda. Sus mejillas se sonrojaron pero no bajó la mirada y tampoco dejó de mirarme.
— Bueno... estoy un poco confundida y frustrada — murmuró — Olvidé lo que trataba de decir.
Volví a sonreír.
De un rápido movimiento, tomé de la cintura a Amanda y la coloqué sobre mis piernas. Ella pareció asombrada por mi acto pero no dijo nada. La puse de lado, para mirar su perfil. La chica me miró también y nuestros rostros estaban tan cercas que podía sentir su respiración convirtiéndose en acelerada.
— ¿Así que me necesitas? — dije, algo asombrado, pero una gran sonrisa estaba en mis labios.
— ¿Harry, puedo confesarte algo? — susurró.
— Dime lo que sea, pequeña.
— Yo uhmm... me he dado cuenta de, — tragó duro — un sentimiento atascado dentro de mí. Me cuesta decírtelo, pero ¿prometes primero responderme una pregunta?
Dudé, pero asentí.
— ¿Te parezco... bonita? — preguntó nerviosa.
Entonces permanecí callado. Como ella estaba encima de mis piernas, la sentí temblar un poco. ¿Qué podría decirle? ¿era hermosa para mí? Joder, soy un chico demasiado duro con mis palabras, pero muy dentro de mí soy alguien más comprensible, que obviamente jamás demuestro. Por lo tanto, un chico con actitudes como yo diría:
— Eres pasable, ¿bien?
Su sonrisa nuevamente cayó.
— ¿De verdad? — mordió su labio.
— ¿Sí?
— ¿Y Georgina se te hace igual?
— Pues Georgina es hermosa.
Apretó sus labios.
— Anda, ya dime — coloqué mi barbilla encima de su hombro.
— Ya no quiero.
— Dijiste que si te respondía me dirías, ahora suéltalo.
— Me gustas — se paró de mis piernas para mirarme de frente — Realmente no entiendo desde cuándo pero me gustas. Duele admitirlo porque para ti yo soy una mosca nada más, alguien que tú molestas y disfrutas de aquello. Y me caes mal, sí, no te tolero, pero muy a fondo de mí me atraes, me gusta que me mires y me sonrías. Es penoso porque me ilusiono contigo, me hago pensar en que tal vez yo te gusto porque te encanta estar detrás de mí y quieres llamar mi atención, pero tus malas razones me hace pensar que estoy loca y todo es producto de mi imaginación. ¡Me gustas Harry! ¡ni siquiera Trevor me ponía así de loca por él!
Una pequeña sonrisa apareció en mis labios. Entreabrí mis labios para decirle lo siguiente:
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My Room, My Rules | Harry Styles
Fanfiction❝Que quede muy claro; mi cuarto, mis reglas.❞ Copyright © 2016 osnapitzanie