Juguemos al amor.

Capítulo 1.

Apresuró el paso a través del corredor evitando a los chicos, muchos de ellos lucen tan o más apurados que yo, pero muy diferente a ellos es mi excusa, si ellos estuvieron besuqueándose o haciendo yo no se que cosas con algún(a) chico (a) la mía es el típico; sólo un capítulo más para terminar leyendo el libro por completo. En mi defensa, el libro estaba en la mejor parte.

Los pasillos de paredes blancas recién pintadas, lockers gris metálico  y suelos cuadriculados en blanco y negro se me hacen eternos. Siento como si todos confabularan en mi contra decidiendo meterse en mi camino. Ruego a todos los santos habidos y por haber no llegar muy tarde, no quiero una llamada de atención, ni mucho menos una tarde en la aburrida sala de detención. 

Llegó al aula jadeante y sudorosa, aunque en estos momentos no me importa. 

Para mi buena fortuna el profesor aún no a llegado, sintiéndome la persona más afortunada del mundo me dirijo a mi pupitre el cual se encuentra al fondo del salón y justo al lado de una ventana, cabe mencionar que en esta entra la luz necesaria- simplemente perfecto- inspiró profundo una vez más, en definitiva mi condición física es algo inexistente. Debería salir a caminar de vez en cuando, no lo se, una tarde de paseo por el parque de la zona junto a las chicas no suena tan mal.

Conforme los minutos pasan, los pocos asientos vacíos que quedaban son ocupados poco a poco, se que soy una mala persona y que no estoy en posición de criticar pero es un espectáculo bastante divertido, el ver a mis compañeros entrar por la puerta igual o peor de lo que yo lo hice hace nada.
Mis muy crueles pensamientos son interrumpidos por la sensual voz de mi profesor de biología, ese hombre es lo que mi mejor amiga Kathe llama "El milagro de la vida escolar" ya saben; es el típico caso en el que en toda tu vida de estudiante los profesores que te tocan en cada asignatura son viejos gordos o mujeres, pero de pronto cuando estas acostumbrado a esa sombría monotonía de tener que decepcionarte clase tras clase al ver a los mismos profesores de siempre, un día Dios se apiada de ti mandándote a un muy sensual profesor de intercambio; ingles, rubio, oji-azul de casi dos metros con un trasero de muerte y cuerpo de infarto. Era obvio que el profesor llamaba la atención no solo de profesoras, profesoras, alumnos y alumnas, ya que, este espécimen de hombre logro cautivar el corazón de la ahora Sra. Becher, una reconocida bióloga de la ciudad, es un par de años mayor que el y hacen una pareja preciosa.  

Tras unos meses de dar clases aquí, así de la nada se volvió mi profesor favorito- no digo que mis profesores sean malos- al contrario son excelentes impartiendo sus asignaturas, es sólo que el tiene algo que me hace poner especial atención en su clase, y no lo digo por su aspecto físico-ayuda mucho; lo admito- pero sin embargo lo que a todos nos tiene cautivados (tanto a hombres como a mujeres) es esa pasión, esa entrega que pone día tras día en su trabajo, es como si amara tanto su labor que al entrar al instituto el se olvidará de su vida sólo para concentrarse en nosotros, en la escuela y en la asignatura. Es un gran hombre. Creo que eso es lo que vio y enamoro a la  Sra. Becher y cientos de alumnos mas (incluyéndome).

Su voz me saca de mis pensamientos.

-Y aquí está... Su nuevo compañero Christian Grey.

¿Qué? ¿En que momento menciono que habría un compañero nuevo?

Eso me pasa por prestar más atención en su trasero que en lo que dice.

Minutos después entra un chico alto, muy alto 1:80 tal vez, cabello cobrizo, musculatura sobresaliente, su rostro esta bien definido a pesar de sus rasgos endurecidos. Dios, malditas hormonas, pero enserio luce caliente. Cuanto levanta la mirada me encuentro con unos impresionantes ojos de un color liquido gris que tengo que admitir... Me intimidan.

Bajo la cabeza en un movimiento rápido al darme cuánta que me atrapó devorándolo con la mirada,   y aunque no sea lo que una chica de 15 años, casi 16, deba pensar dedo confesar que me he puesto tan roja como un tomate y tan caliente como un horno.

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Holiwi;

¿Qué tal el capítulo 1?

Probablemente lo consideren muy corto (y lo es), pero es sólo para dejar en claro que no es la típica Ana tímida que estamos acostumbrados a ver, si no que es una adolescentesente normal y algo atrevida.

Besos. Se les quiere.

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