Juguemos al amor.

Capitulo 9.

Durante toda la semana Christian y yo no nos hemos separado.

Claro, exceptuando las idas para ir al baño y hacer nuestras necesidades.

Leila y Kathe me han preguntado una infinidad de veces si somos novios y muy a mi pasar les he respondido que no.

Christian está cada vez más relajado con los chicos, habla más e incluso hace bromas. Todo un bobo adolescente. La fecha de la entrega del proyecto está cerca por lo que mínimo tres veces a la semana estudiamos el tema ya sea en su casa, en la mía o en la biblioteca, total siempre terminamos saliendo a algún otro lugar para "quitarnos un poco de tensión" según las palabras del sabelotodo de Grey.

Mi madre y la de Christian están más que encantadas, Ray ha mencionado algo acerca de mi madre haciendo planes para una futura boda, departamentos para parejas y nombres ideales para los nietos, por otro lado el arreglando su vieja escopeta, su increíble resistencia al golpear un objetivo y la nueva pala que compró el fin de semana pasado.

Oh, papi.

Aunque también tiene una relación bastante estrecha con Carrick Grey desde la cena en casa de los padres de Christian.

Flashback.

Dios mío si antes estuve nerviosa ahora estoy que me arrancó la cutícula de las uñas con la boca de tanto morderlas.

Para la cena acordada en la casa de Christian mamá me confeccionó un hermoso vestido negro con un listón rosa pálido algo suelto en la cintura a juego con el suyo, hace estas cosas desde que yo era una bebé, vestirnos parecidas sin que ella se vea muy aniñada ni yo muy aseñorada, uno pensaría que sería algo ridículo pero no, modestia aparte lucimos muy bien, cuando ambas bajamos las escaleras creí que iba a darle algo a Ray, mi padre estaba que no podía ni respirar, claro está que él también nos sorprendió mucho con ese saco, camiseta y pantalón formales. Son contadas las veces que podemos verlo vestido así. Luce muy guapo, en ocasiones como estas es en las que puedo entender porque mama se fijó en el en primer lugar.

Después de un agradable intercambio de halagos emprendimos nuestra marcha rumbo a la residencia de los Grey. Cuando llegamos no podía creer lo que mis ojos veían, no me impresionó el hermoso jardín o la majestuosa vivienda, lo que me dejo con la mandíbula por los suelos fue ver a mi nuevo amigo con traje y corbata.

¡Christian con traje!

¡Todo un pingüino andante!

Un pingüino muy sexy claro está.

Su familia nos recibió de la mejor manera y me alegró ver que Christian se lleva de lo mejor con sus dos hermanos. Elliot y Mía. Elliot, el hermano mayor de Christian esta por entrar a la Universidad, es todo un mujeriego empedernido fue muy divertido conversar con él y observar como intercambiaban algunos hechos vergonzosos el uno del otro, por otro lado esta Mía Grey todo un terremoto rosado, tiene energía para arrasar con medio Seattle, es de mi edad, estudia en una secundaria diferente, no sé muy bien porque y no me moleste en preguntar, ella es la adoración de Christian. Nos hicimos grandes amigos y puedo decir lo mismo de mis padres y los de Grey, nuestros progenitores tienen un montón de cosas en común como el amor a la cocina, los animales y sus hijos. Por otro lado los varones tienen gustos un tanto más masculinos como el béisbol, la pesca y las parrilladas.

La cena fue toda una delicia, según tengo entendido Mía quiere algún día ser una reconocida Chef, por lo que a veces suele meterse a la cocina para poner en práctica conocimientos adquiridos o experimentar con diferentes recetas, la cena fue fruto de esos locos pero deliciosos experimentos.