10. La Culpa Es Mía.

1K 76 42
                                    

La Culpa Es Mía.

El dolor más desesperante es:
sentir la sensación de que no quieresvivir...
para no morirte.

1.

Los escombros de aquella fortaleza caían a su alrededor, apenas podían esquivarlos y seguir avanzando, de un momento a otro todo había comenzado a derrumbarse sin razón aparente, y ellos apenas atinaron a correr escaleras abajo.

Chopper iba colgado de la espalda de Luffy, quien saltaba las rocas sin problema, a Robin le estaba costando más trabajo esquivarlas, pero le estaba siguiendo el ritmo bastante bien, sin embargo una enorme roca cayó entre ella y los dos muchachos cubriéndole el paso.

— ¡Robin! — gritó Chopper aterrado al ver aquello.

Luffy se detuvo y se giró a ver a la morena, pero lo que vio fue una enorme roca detrás de él. ¿A dónde se había ido la arqueóloga?

— ¡Luffy!— chilló el renito —. Robin quedó atrapada del otro lado.

— ¿¡Qué!?

2.

Las cosas estaban claras en su mente, en aquellas condiciones le sería imposible salir antes de que todo se derrumbara, y si el rubio cargase con él seguramente ninguno de los dos saldría vivo de ahí.

— ¡Vámonos!

Se volvió a verlo al oír aquello, quería irse con él, pero las probabilidades de que ambos pudieran llegara a la salida le parecían nulas, en especial teniendo en cuenta que él no sabíadónde estaba la salida.Era uno o ninguno, y él prefería salvarlo, prefería que el rubio viviera, teniendo en cuenta que al cocinero no le importaba lo que a él le pasara, o lo que pudiera sentir era mejor que viviera. Lo supo entonces, si Sanji moría él no iba a poder soportarlo, su corazón no podría con eso.

Jaló del brazo al rubio, con fuerza, casi creyó que con demasiada brusquedad, pero si iba a morir no quería hacerlo sin decirle lo que sentía por él. Lo miró a la cara y se armó de valorpara soltar aquello —. Te amo.

Le dolió en el alma ver la expresión descolocada del cocinero, pero ya no había marcha atrás, ya lo había dicho.Miró que comenzaba a abrir la boca para decir algo y haciendo uso de toda la fuerza que le quedaba lo sujeto de los hombros y lo arrojó antes de que pudiera decirle algo más hiriente de que le había dicho antes, hubiera querido besarlo, pero le dio pánico acercar sus labios a los de él.

Lo miró atravesar el cristal y se cubrió de los vidrios que cayeron por todos lados, algunos se encajaron en sus brazos, pero no era nada serio, aunque eso ya no importaba.Se incorporó de nuevo para verlo por última vez y no pudo evitar esbozar una sonrisa al ver que lograría estar a salvo; su vista se nubló de pronto y toda la fuerza y el aplomo que parecía tener hasta ese momento desaprecio. Ya no importaba si estaba consiente o no, había aceptado ese destino, así que se dejó vencer por el agotamiento y se desplomó en el suelo mientras todo a su alrededor se caían en pedazos.

3.

Williams presionaba desesperado todos aquellos botones inservibles esperando que de algún modo la puerta se abriera para poder salir de aquella maldita habitación. ¿Para qué demonios habían hecho una habitación con una sola salida?

— Todo esto es tu culpa — masculló entre dientes, enfurecido, volviéndose hacia el joven que yacía inconsciente boca abajo en el suelo con la cabeza en un charco de sangre. Caminó hacia él y comenzó a patearle las costillas—. ¡¡Despierta imbécil!! — le ordenó sin dejar de patear — ¡¡Cuando salga de aquí tu adorada guardián se convertirá en carroña!! — tras decir aquello lanzó un patada todavía más fuerte que hizo que el inmóvil cuerpo se girara boca arriba a una ligera distancia de él.

AmarTeDuele.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora