18. Revolución De Ideas.

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Aclaraciones:

En este capi habrá algunas discusiones entre los personajes y sus mentes:

Pensamiento: «pensamiento.»

Alter ego: ~respuesta.~

Revolución De Ideas.

"El amor es una condición 

en la que la felicidad de otra persona

 es esencial para tu propia felicidad" 

Robert A. Heinlein. 

1.

Salió por la escotilla con algo de dificultad, debido a que la pierna herida le estaba causando problemas. Lo hizo por Robin, como hombre debía proteger a las mujeres, eso le había enseñado Zeff. Se recargó en el mástil.

— ¡GENIAL!

Miró hacia la cocina tras escuchar a Luffy, pero el ruido no salía del interior, si no de atrás. « ¿Dónde están todos? » Se levantó con un poco de trabajo y comenzó a caminar hacia el lugar donde se escuchaba a sus nakama.

— ¡Aiya tenia razón!

Esa había sido la voz de Nami, se escuchaba muy feliz.

— ¿Dónde estuviste? ¿Estás bien? ¿Quieres que busque un doctor?

Ese sin duda era Chopper.

— Lo más sorprendente es que dieras con el barco.

Ese fue Usopp, quien rió a carcajadas luego de aquel comentarío.

El rubio se apoyo en la barandilla al subir el segundo escalón. Contó el resto. « Ánimo Sanji, sólo son cinco más »

— ¡GENIAL! ¡GENIAL! ¡GENIAL! ¡¡Hagamos una fiesta!!

— Oigan, Oigan. ¿Por qué tanto escándalo? — levantó la vista antes de subir el pie al último peldaño y se paralizó en el acto, ni siquiera se dio cuenta cuando el cigarrillo se le cayó de la boca, de pronto la tenia totalmente seca y su corazón se había disparado de la emoción. Quiso correr hacia él y estrecharlo, pero no podía moverse ni un milímetro de lugar. « Zoro... » Lo estudió de pies a cabeza, esa no era su ropa, pero poco le importo, lo que en verdad importaba era que ya estaba ahí, con ellos, con él. « Por un momento creí que no volverías. »

~ Pues no te mereces que lo haya hecho. ~

Su atención se desvió hacia las vendas que tenia en brazos y torso, las heridas en su rostro ya estaban sanadas casi por completo, pero aun así sentía un sofoco extraño en el pecho que lo ponía nervioso.

— ¿Estas bien? — Se preguntarón ambos hombres al unisono.

2.

Su mirada se congeló en él y su cuerpo se pusó en tensión, sabía que los demás seguían hablando, aunque había dejado de escucharlos en cuanto lo vio, como si no existiera nada más que él.

« Tranquilízate » Respiró profundamente para calmarse. « Él ya no debe preocuparte. » Pero le ponía muy nervioso la manera en que lo estaba estudiando, tan descaradamente, sin un atisbo de vergüenza. « ¿Qué demonios piensa que hace? » Desvió la vista, el que el rubio lo mirara tan desfachatadamente no quería decir que él debía verle igual, a él si le avergonzaba mirarlo, más que nada porque le había dicho lo que sentía por él. Aunque ya no tenia que importarle, había decidido estar con alguien más, se había entregado a alguien más...

AmarTeDuele.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora