Corazón Confundido.
"Es triste mirar al mar en una noche sin luna,
pero más triste es amar sin esperanza alguna."
J. Efrain Sauzo.
1.
El día que Mihawk había salido no comentó nada al regresar, y minutos después subieron otra cama a la habitación. Llevaban los últimos dos días en un silencio incómodo y formal, pues a pesar de que el Shichibukai permanecía el mayor tiempo posible con el joven, sus conversaciones se habían vuelto escasas o cotidianas, no habían comentado nada desde la declaración de amor del mayor, y quizá esa era la principal razón por la que el pelinegro trataba de mantenerse distante.
Estaban cenando en silencio sin ron, luego del incidente de la última vez, el peliverde decidió que lo mejor era no beber más, al menos mientras tenía que tomar los medicamentos. Culpa a la mezcla de ambos de su inapropiado comportamiento, sin contar que la resaca del siguiente día lo había obligado a intentar dormir casi todo el día mientras lo acosaban todas esas desagradables pesadillas. Más de una vez había despertado hiperventilando y alterado, con el mayor tratando de calmarlo sin tocarlo o acercársele demasiado; se había descubierto en más de una ocasión queriendo que lo apretara en sus brazos, de aquella protectora y tranquilizadora manera en que lo había hecho la última vez.
—No has dicho nada al respecto — comenzó a hablar el más joven de manera insegura, esperando que el mayor supiera a que se refería—. ¿No me vas a preguntar nada? — indagó viendo su plato con un ligero rubor en las mejillas. Ciertamente no quería hablar del tema, pero le parecía extraño que no hubiera mencionado nada de lo que había sucedido, incluso parecía que intentaba evitar siquiera insinuarlo.
— Cuando tú te sientas listo para decirme algo, te escuchare — le aseguró con seriedad y mirándolo —. Hasta entonces no tengo por qué preguntar nada.
Ahí estaba otra vez, diciendo exactamente lo que él quería escuchar y haciendo que se relajara. Lo miró de reojo por un segundo y luego devolvió la vista a su plato, del cual apenas había probado bocado.
— Estaba pensando— meditó sin verlo, revolviendo su comida como un chiquillo nervioso, pero perfectamente consciente de que tenía su mirada clavada. « Aún no quiero volver al barco » —, si podría practicar un poco mañana — alzó la vista tratando de mostrarse seguro —.Si dejo de hacerlo voy a perder condición.
— ¿Estás seguro que ya te sientes mejor? — preguntó, arqueando una ceja. En varia ocasiones había despertado a mitad de la noche al oírlo gritar o caer de la cama, y esas pesadillas parecía que no pararían nunca.
Zoro suspiró, lo estaba haciendo de nuevo, sugerir que no estaba de acuerdo pero dejándole la última palabra. Permitiéndole decidir. Era agradable sentir que tenía el control —. Sí.
— Bien — asintió, no muy convencido, regresando la atención a su cena — Entonces lo haremos, practicaremos mañana.
— ¿Practicaras conmigo? — inquirió Zoro, incrédulo.
— Por supuesto — respondió el mayor, con absoluta tranquilidad —. Sólo una pelea amistosa para ver que tanto has mejorado.
El peliverde sonrió de medio lado —. ¿Quieres tantear el terreno?
— Espero que me sorprendas.
Zoro sonrió satisfecho, si Taka no me quería un duelo "amistoso", claro que se lo daría, y por supuesto que iba a sorprenderlo; ya no era para nada el mismo novato que se había cruzado con él en East Blue.Comenzó a comer, más entusiasmado, necesitaría toda su energía para borrar esa sonrisa de suficiencia de su rival.
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AmarTeDuele.
FanficUna leyenda... Una aventura... Y una maldición... La tripulación de sombrero de paja se lanza en una aventura ignorando las advertencias que hay alrededor, las consecuencias serán desastrosas; pero en medio de la oscuridad brilla una esperanza: "El...