23. Arriesgarlo Todo.

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Pensamientos de la autora:

     Estarán de acuerdo conmigo que por amor uno es capaz de arriesgarlo todo, incluso la dignidad. La vida y el bienestar propio pasan a segundo término tratándose de proteger a quien amamos, aunque ese amor no pueda o no haya podido ser, no nos importa. Poco nos importa que se destruya el mundo si podemos proteger a quien amamos...

Perder la vida, ser humillados, quedarnos incluso sin esperanza... eso es algo que estamos dispuestos a hacer. En nombre del amor somos capaces de todo. Nos iríamos al infierno por amor. Pasaríamos un infierno por amor. Destruiríamos el mundo por amor... aunque nuestro amor jamás pueda florecer.

Protegeríamos a quien amamos aunque jamás lo sepa, aunque nunca nos lo agradezca, aunque nos deje por alguien más o nos haya tratado como si no valiéramos nada... así es el amor... Todo, hasta uno mismo pasa a segundo término. Es entonces, cuando nos damos cuenta que sólo somos capaces de vivir para otra persona, cuando descubrimos lo que es realmente estar enamorado.

Las locuras que se hacen en nombre del amor son las que le dan sentido y fortaleza a nuestras vidas, son las que le dan significado a nuestra existencia... sin locura no hay amor... y sin amor... la locura no vale nada...

Arriesgarlo Todo.

"Si no recuerdas la más ligera locura

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"Si no recuerdas la más ligera locura

en que el amor te hizo caer...

No has amado."

William Shakespeare.

1.

   Olas, lluvia, truenos...

Todo era confuso. La situación había dejado de tener sentido en la lógica de su cabeza. Hubo un choque y un dolor punzante le atravesaba el pecho, el metal se movía dentro de él, sentía el peso de quien amaba sobre su cuerpo. Él se enredó en su cintura y ambos fueron arrastrados, luego una red los envolvió, la presión fue demasiada, algo crujió y pudo sentir que algo caliente le mojaba una pierna... algo tibio que sabía estaba brotando del otro chico, quien había comenzado a moverse tratando de cortar la red con la espada que llevaba en las manos, pero aparentemente no podía moverse con libertad, estaban demasiado juntos, quizás si se movía más acabaría atravesándolo con el arma.

Finalmente cayeron, alguien los giró, el metal se movía y el dolor se agudizaba, apretó los dientes tratando de contener un quejido, era inútil. Vio la mirada preocupada del otro muchacho posarse en su cara. Escuchó pasos, parecían distantes, pero sabía que estaban junto a ellos, quizás no sabía dónde estaban o que era lo que sucedía, pero era consciente de que estaban en peligro y no quería que él sufriera más de lo que ya había pasado. Empezó a moverse también, pero el dolor aumentaba con el movimiento.

AmarTeDuele.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora