Querer Amar.
Es posible dar sin amar.
pero es imposible amar sin dar.
Richard Braunstien.
1.
— ¡¡Levántense holgazanes!!
El fuerte gritó y el golpe que hizo la puerta al ser abierta con brusquedad los hizo saltar a todos de la cama y acabar en el suelo, hechos un ovillo.
— ¿Qué pasa? — preguntó Luffy sentándose con las piernas enredadas mientras se frotaba los ojos somnoliento.
— ¡Nos vamos!
La orden fue clara, así que asustados se levantaron y se pusieron el resto de su ropa, mientras Robin los veía divertida.
— ¡Vístanse degenerados! — Les ordenó lanzando un golpe, el cual le dio a Usopp de lleno — ¿¡Cómo pueden estar así frente a una dama!? — se tapó el rostro dramatizando de manera exagerada.
— ¿De qué hablas? — Preguntó inocentemente el joven capitán al tiempo que se ponía su chaleco.
— ¡¡Eres un tonto!! — le gritó dándole un capón en la cabeza y girándose hacia la morena, quien seguía sonriendo divertida.
Luego de eso sacó a los tres prácticamente a rastras y los dejó en el recibidor del hotel mientras pagaba la cuenta. Luffy se hizo bolita sobre un sillón y se quedó dormido, Usopp se acomodó en una silla y se recostó a 'descansar un poco los ojos'. Robin se sentó junto a su capitán y le acarició el cabello como si de un bebe se tratase, mientras Chopper se sentaba junto a ella bostezando también.
El renito se frotó los ojos entre el bostezo y vio una silueta conocida alejarse por una de las puertas principales detrás de un extraño, volvió a frotarse los ojos más enérgicamente y parpadeó un par de veces, pero aquella persona, si es que había sido real, había desaparecido de su campo de visión.
— ¿Pasa algo, doctor ?
— No — respondió no muy convencido —, no es nada — añadió con una amplia sonrisa, muy al estilo de su capitán.
2.
Con un elegante giro de trecientos sesenta grados esquivó las tres katanas que se habían abalanzado sobre él. Sonrió satisfecho al darse cuenta que le estaba costando un poco de esfuerzo parar y esquivar las acometidas constantes de Roronoa, era notable lo que había mejorado en el tiempo que llevaban sin verse. Lanzó un sablazo conteniendo su fuerza, pero de modo que el muchacho no se quejara de que le estaba subestimando.
El peliverde esquivó la enorme black sword echando la espalda hacia atrás y perdiendo la Wadou Ichimonji en el movimiento. Vio la espada alejarse y clavarse en el suelo por lo menos tres metros lejos de él y se regañó por haber sido tan descuidado, pero ya poco podía hacer. Arremetió con las otras dos espadas lo mejor que le fue posible, aunque su ataque resulto más que inútil, pues en esa ocasión Yubashiri fue quien salió volando.
Mihawk notó el enfado en el rostro del joven cuando lo hizo perder su segunda espada, tenía que admitir que había ejercido más fuerza en esa defensa para que el muchacho no llegase a hacerle algún roce; no cabía duda que sus habilidades eran mayores que en su último duelo. Pero ese no era un duelo y no buscaba herirlo de ninguna manera, así que tenía que buscar el modo de parar antes de que el peliverde perdiera su última espada.
Zoro se lanzó sobre su rival con fuerza, pero el mayor le esquivó ágilmente y le sujeto la mano que sostenía su espada con firmeza, levantándola y anulando la distancia que los separaba. Le sostuvo la mirada, incluso mientras arrojaba su black sword al suelo, para luego acariciarle el rostro y besarlo. Abrió los ojos sorprendido de aquella inesperada acción y anudo la mano libre sobre el firme pecho de Mihawk, en un primer momento pensó en empujarlo pero aquel arrebato, aunque inesperado, estaba siendo suave y sumamente cálido. Cerró los ojos lentamente, dejándose arrastrar por aquellas sensaciones, importándole poco estar en el gimnasio del hotel y que los empleados los estuvieran mirando.
ESTÁS LEYENDO
AmarTeDuele.
FanfictionUna leyenda... Una aventura... Y una maldición... La tripulación de sombrero de paja se lanza en una aventura ignorando las advertencias que hay alrededor, las consecuencias serán desastrosas; pero en medio de la oscuridad brilla una esperanza: "El...