3-La historia que no fue contada

4- ¿Quiénes son los buenos?

Estábamos entrenando en el pequeño patio del templo cuando escuchamos un relámpago, el cielo estaba despejado. Qué raro.

— No puede ser. —Tory palideció más, si es que se puede decir así y por un momento pude ver pánico en su rostro.

— ¿Qué ocurre?

— Nos encontraron.

— ¿Qué?

— Tenemos que salir de aquí. No importa lo que pase, corre, corre con toda tu alma.

Un tipo pelirrojo apareció en la entrada al templo.

— ¡Boo!

— Estúpido nefilim, ¿sabes que puedo acabarte en un segundo?

— Pequeña Tory, tan valiente como siempre. No sé si es una cualidad o defecto. No te preocupes, invite a algunos amigos para que vean el espectáculo.

Note que varias siluetas se unían por el tejado, el cuerpo de Tory se tensó. Espera un momento, dijo... ¿Nefilim?

— Que comience el show. Queridos compañeros, disfruten el momento en que Tory, la pequeña guardiana del equipo Stephen, cae.

Silenciosamente me escondí detrás de unos arbustos, al parecer nadie se dio cuenta, pero podía ver claramente el evento, mi respiración era entrecortada, esto no era un juego.

Tory luchaba ágilmente y el pelirrojo ya estaba sangrando después de golpes bastante firmes que Tory le propino en la cara pero claro, eso no borraba su repulsiva sonrisa. Tory logro plantar un codazo en su quijada pero él giro lanzándola contra las escaleras, ella se intentaba reponer cuando la mano de él se cubrió con una gran flama.

— ¡Eso es jugar sucio! —Grito Tory quien comenzaba a hacer lo mismo pero con una esfera de agua.

— ¿Agua? Bien, será divertido.

Ante mi estaba una pelea de magia, como la que solía hacer; a pesar de que Tory apagaba las bolas de fuego que lanzaba el tipo, no parecía ser suficiente.

— Ya me aburrí, terminemos esto de una vez y llevémonos a la chica.

— ¿Dónde está la chica Tory?

— Ni muerta te lo diría.

— Bien.

Tres chicos bajaron del tejado, una chica entre ellos; Tory estaba cansada y herida, en un movimiento el pelirrojo la elevo de un golpe, la chica con una espada atravesó la espalda de Tory, desvié la vista evitando gritar. Otro grupo de cuatro chicos llego, supongo que del lado opuesto ya que comenzaron a pelear, el pelirrojo me alcanzo a ver, me escabullí por la abertura de la malla y corrí con todas mis fuerzas. No estábamos jugando. Habían matado a Tory. Frente a mí.

El tipo lanzaba bolas de fuego con la intención de que perdiera el equilibrio pero tenía buenos reflejos. Estaba oscureciendo, estaba en algún pueblo o ciudad, el pelirrojo se había quedado un poco atrás ya que otro sujeto corpulento lo había golpeado. Las personas me veían raro, necesitaba encontrar un cementerio, Tory lo dijo, pero no se hablar chino ¿Cómo encontrar un cementerio?

Seguí corriendo y me encontré con una persona que vendía hamburguesas y tenía pinta de ser americano.

— Hey, hola, ¿En dónde puedo encontrar un cementerio?

— ¿Para qué quieres saber? — ¡Bravo! ¿Por qué la gente no percibe ese "ambiente" y simplemente contesta?

— Lo necesito, —Me miro con sorpresa, supuse sus pensamientos "¿para qué necesita una chica de apenas 17 años, un cementerio?— Mi familia se encuentra ahí, enterrando a mi tía, me salte la clase para venir pero no lo encuentro, lo necesito señor, no puedo llegar tarde.

— En la siguiente cuadra ve a la derecha, dos calles abajo y dobla a la izquierda veras un letrero.

— Gracias. — ¡Perdóname tía!

Corrí nuevamente, dos calles abajo, ahora a la izquierda bien. ¡Letrero! Letrero, seguí los letreros, vi la puerta y corrí más, ¡joder! En este punto ya podría entrar a una carrera atlética.

Antes de entrar alguien llego por la izquierda haciendo que el peso de su cuerpo me llevara automáticamente hacia el lado contrario, apenas reaccione cuando estaba sobre del sujeto.

¿Un ángel? Podría ser, a este paso no me sorprendería, su cabello desacomodado en un castaño claro, su rostro cuadrado y estilizado en líneas definidas, sobre todo su mandíbula casi cuadrada, nariz alargada en una línea, ojos grandes y expresivos color avellana ligeramente verde. Sus labios, alargados y carnosos, se movían intentando decir algo. Entonces reaccione.

— ¿Te podrías quitar?

— ¡Ups! —Fue lo único que pude decir.

Un disparo me altero, él se puso de pie y me arrastro lejos del cementerio escondiéndonos en una bodega. ¿Y si él es de los malos?

Uno de los chicos que ataco a el pelirrojo entro, el chico guapísimo me indico que permaneciera en silencio.

— Si eres un nómada, te informo que soy guardián Riog de Stephen. —Dijo en voz alta el sujeto que traía dos espadas con rastros de sangre.

— ¡Stephen se puede ir al infierno! —Entonces el chico guapo salió a su encuentro, sus golpes eran firmes y agiles, como si fuera lo más normal, el guardián intento lastimarlo pero fallo, cuando intentó golpear el rostro del chico guapo, éste lo derribo con una patada y finalmente atravesó al guardián con una espada.

El chico guapo paso a ser el sensual chico que mato al otro. En este punto debería tener miedo, pero ¡Es tan condenadamente guapo!, se limpió el sudor de la frente, me volteo a ver y sonrió apenas visible. ¿Estaba alucinando? Yo generalmente no diría "condenadamente guapo". Ya perdí la cordura.

— ¿Es en éste punto en el que sales corriendo? — ¡Su voz! , algo hizo click en mi mente. Efecto de mi locura en aumento seguramente.

— Eres de los malos, ¿me equivoco? —Sonrió dejando ver su perfecta dentadura.

— ¿Según quién?

— Según Tory.

— ¿Tory? ¿La guardiana? —Guardo la espada y me indico con la mano que girara— No quieres ver cuando se evapore.

— Bien y sí, me refiero a Tory. —Llego frente a mí con expresión divertida.

— Tory es una guardiana de Stephen. Los nómadas me ganaron por nada, no son muy delicados. Lamento que te sorprendieran.

— Ella dijo que Stephen es el príncipe de Elder.

— ¡Ese idiota que se hace llamar príncipe!

— ¿Qué?

— Es bueno verte Sussan, pero esto no es divertido.

— ¿Me conoces? Hablo enserio, si Stephen es el príncipe entonces él es el bueno.

— No... ¿no recuerdas nada?

— ¿Sobre qué?

— ¡Claro que no lo recuerdas! —Golpeo unas cajas frente a nosotros.