43- Rescate.

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Corrimos por un pasillo oscuro y rocoso, estaba consciente de que a Zem le costaba mucho trabajo correr por el dolor de la pierna, pero era ahora o nunca.

Nos detuvimos al escuchar el cuchicheo de unas personas acercándose. Escuche a Zem maldecir, entonces vi que la herida de su pierna seguía sangrando más de lo usual. Arranque la parte inferior de mi playera y la amarre en la herida de Zem haciendo fuerza para que pudiera aguantar hasta salir. Cuando termine y lo vi tenía una macabra sonrisa.

— No estoy seguro de si estas intentando ayudarme a huir o estas seduciéndome para que me atrapen. —Señalo entonces mi abdomen que ahora quedaba a la vista, me sonroje, no pensé en eso, actué sin pensar. ¡Pero que rayos! Esa es Ahiry, ¡no yo!

— Si quieres quedarte, entonces adelante. —Me detuvo cuando di el primer paso.

— Claro que no princesa, no pienso dejarte ir. —Entonces me beso; odiaba esa escena típica en las películas, pero ahora lo entendía, teníamos las mismas probabilidades de salir, que de morir. No pensaba morir sin haber besado nuevamente a Zem.

Comenzamos a caminar, parecía una prisión subterránea, llegamos a una habitación más grande libre de celdas, justo en ese momento, dos sujetos nos vieron.

— ¿Quiénes son ustedes?

Nos bloquearon el paso, comenzamos a pelear cuerpo a cuerpo, amé aquellas clases extendidas que me exigía Anthony, logre esquivar un gran golpe que seguramente me habría dejado inconsciente.

Vi que Zem tenía dificultades, así que tome la garra y se la arroje, la atrapo en un ágil movimiento y rasgó el cuello del sujeto para posteriormente hacer lo mismo con el sujeto que me había roto el labio. Zem se inclinó sobre la pierna que no estaba herida para recabar fuerza.

— ¿Estas bien?

— Si, vamos.

Pero era demasiado tarde, seis sujetos habían llegado, eran demasiados pero aun así Zem y yo los combatíamos, no veía una oportunidad de salir y eso me estaba asustando. Una daga dio justamente en la frente del sujeto que me tenía agarrada por el cuello y otra lluvia más de las mismas que siguieron atacando a todos. Zem y yo nos repusimos y dos sujetos con capas negras aparecieron.

— ¿Están bien? —La voz de Anthony, joder, nunca había estado tan feliz de escucharlo.

— Suss, ¿estás bien?

— ¡Ahiry!

— El grifo llego, pero fue difícil arreglar todo para salir de Dromen.

— ¿Él lo sabe? —Pregunto Zem bastante mortificado, sabía que se refería a su papá.

— No. Aún no, ya tendremos tiempo para hablar de ello. Aquí tienen. —Anthony liberó nuestras manos, entrego dos espadas a Zem y un arco para mí—No intenten hacer magia. Estamos en la Tierra.

Corrimos hacia unas enormes escaleras, Anthony y Ahiry cuidaban nuestras espaldas mientras nosotros nos desasíamos de los sujetos que aparecían enfrente. Atravesamos una gran puerta de madera y salimos a una zona boscosa, era de noche y hacia frio.

— Vamos. —Seguimos a Anthony entre arbustos, piedras y lodo, el sonido de grillos y otros insectos acompasaban nuestros pasos.

— ¡JODER! —Gritaron Zem y Anthony al mismo tiempo— Nos están siguiendo.

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De verdad que no puedo con tanta felicidad, parece mentira que estemos a un capítulo de terminar el tercer libro. Pensar que todo inició con un "y si...". Jamás creí que mis locas historias podrían agradar a alguien, agradezco sus lindos comentarios y maravillosos mensajes.

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3-La historia que no fue contadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora