27- ¿Te enamoraste?

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Ya habían pasado tres semanas desde el baile, Anthony había decidido que su nueva actividad favorita era molestarme con Zem, le encantaba hacerme sentir avergonzada. Argrem estaba de muy buen humor, incluso nos sorprendió con un festín de frutas coloridas. Después de eso, Argrem decidió ir a una cuestión "diplomática" y lo dejamos de ver por más de una semana.

Zem y yo estábamos dentro de todo, normal. Era día de entrenamiento con magia, amaba esto, mis habilidades habían incrementado.

Baje las escaleras contenta, Axel acababa de entrar, seguido por Zem y Anthony.

— ¡Axel! Que gusto verte.

— Lo mismo digo chica Sol.

— Estaba por ir a buscarte —dijo Anthony.

— Te gané.

— Vamos, tengo información valiosa para Argrem.

Seguimos a Axel, no había visto a Argrem desde hace tiempo, pero aun así su aspecto me sobresalto, ya estaba dejando de hacer efecto el baile.

— Axel Klett, convocas una reunión, espero que sea importante.

— Lo es. Aún no tienen heredero. Ambos estarán pasado mañana en la tierra, sin escolta, solo Stephen y Ahiry.

— ¿Qué sugieres?

— Traer a Ahiry, eso debilitara a Stephen y nos dará más aleados al ver lo débil que es el trono que ostenta ahora.

— Algún "no humano", podría reconocerlos y defenderlos...

— Aun así no se compararían con un guardián. Yo permaneceré en Elder, con los demás Riog.

— Bien, Sussan guiara una tropa de expedición a Elder conmigo. Zem y Anthony van por Ahiry.

— ¡No! —Zem dio un paso enfrente.

— ¿No? ¿Acabas de negarte a una orden mía? —Argrem frunció el ceño.

— Sería peligroso, Sussan no conoce los terrenos de Elder.

— Matará a el que tenga que matar. —Di un respingo ante la idea.

— ¡Ella no está preparada! —Anthony lo sujeto del brazo para calmarlo, la sonrisa de Argrem era arrogante, algo brillo con maldad en sus ojos.

— Te enamoraste de ella... —dijo Argrem con asombro y enojo.

— No. —pero fue un "no" sin fondo, dubitativo, vacío. Zem dio un paso hacia atrás.

— Largo de aquí Klett, informa a Amir.

— Sí señor. —Axel dejo el lugar, dos tipos cerraron el paso a las escaleras.

— ¡Eres un completo idiota! ¡¿Cuántas veces te explique que no debías enamorarte?! — gritaba con rabia, Zem agachaba la mirada con los puños cerrados—. ¡Dime lo que significa amar a alguien! ¡DILO!

— Ser débil. Ser un blanco fácil. La muerte. —Soltó una bofetada a Zem, ahogue un grito, gotas de sangre caían de su boca.

— ¡¿ENTIENDES?! ¿Quieres ser débil? ¿Quieres que tu estúpido primo te ataque con tu punto débil? —Me apuntaba con una espada, sentía la punta metálica y fría en mi cuello—. ¿Quieres la muerte? ¿Eso es lo que quieres?

— No señor.

— ¿No señor? —Le soltó otra bofetada y un resoplido salió de mis labios, Argrem me miró— ¿Estás enamorada de él?

— Ella no... —otra bofetada, se estaba formando un charco de sangre. Argrem caminó hacia mí, me examinó con cuidado.

— Eres tan ridículo como tú madre. —El cuerpo de Zem se tensó, Argrem dio la vuelta hacia él— Tan ingenuo. ¿Sabes lo que mató a tu madre?

— Los rebeldes.

— Fue el amor. Ella era débil. Una blanco fácil.

— Ella no era débil. —Soltó Zem entre dientes.

— Sí que lo era. Por eso está muerta. Por eso, no tenemos el poder. Por eso, no tienes que amar. Llévenla a su habitación, su presencia me molesta. 

3-La historia que no fue contadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora