3-La historia que no fue contada

15- Mi destino.

Estaba a punto de dormir cuando de un golpe se abrió la puerta, me sobre salte con pánico. La cara de Zem se veía bastante cansada y preocupada. Se arrojó de rodillas frente a mi cama.

— ¡Dime que estas bien! ¿Te sientes mal? ¿Necesitas algo? ¿Cómo puedo ayudarte? —Su tono era desesperado, nostálgico.

— Zem... —Fue lo único que pude decir.

— ¿Qué ocurre? ¿Necesitas algo? Por favor dilo.

— Estoy. Bien.

— ¿Estas segura?

— Si.

— Anthony me conto sobre...

— Lo sé. Fue...

— No debiste ver eso. Lamento no haber estado.

— Estoy bien.

— Te importa... ¿Te importa que me quede aquí?

— No. Por favor. Quédate.

— No pienso ir a ningún lado.

Nos quedamos en silencio, él se recargo dándome la espalda, su cabello estaba desacomodado. Sin pensarlo mis dedos lo tocaron, se estremeció pero no se alejó, se sentía suave.

— Anthony dijo... algo sobre la historia de Elder que tú tenías que decirme.

— Anthony no sabe cómo mantener la boca cerrada. —Pero no era un tono de molestia, era divertido y nostálgico— Estaba aplazando esto lo más que podía.

— ¿Por qué?

— No quiero que lo tomes mal. No quiero que... me apartes.

— ¿Por qué te apartaría?

— No lo sé...

— ¿Qué es eso que me tienes que contar tú?

— Una leyenda. Un destino.

Comenzó con su relato, como si fuera un cuento infantil. Sobre una princesa de la luna y un príncipe del sol. Escuche detenidamente, cada frase. Fue el final lo que capto mi interés totalmente.

— Fueron guiados por los sabios, per una noche la masa de magia queda estática y nacieron ocho planetas distribuidos en cada lado del símbolo de infinito, omitiendo los lados del mismo. Así nacieron Anefey, Ourano, Glashir, Tamanty, Booloks, Wisen, Habrix y Vampeira. Al poco tiempo cada uno creo sus propias especies, diseñados para sobrevivir en cada ambiente, excepto Habrix.

Anu y Sin tuvieron solamente un hijo, por lo que una heredera de la luna llego destinada para compartir una vida con él.

El último planeta en ser habitado fue Habrix, se destinó para todos aquellos seres que eran mezclas de diferentes razas, Vampeira con Wisen, etc. Híbridos.

La promesa de la línea real para gobernar Elder, no tiene fin, por lo que la luna enviará a una de sus hijas y el sol a uno de sus hijos si es necesario.

— ¿Por eso dicen que soy hija del sol?

— Si.

— Fui enviada, ¿para cumplir esa leyenda?

— Si...

— Para... —Deje la frase en el aire, tenía que unir mi vida a Anthony o a Zem. Temía la respuesta— Ahiry...

— Es hija de la luna.

— Se la historia entre Kaurus y tu padre. —Necesitaba tiempo para asimilarlo, no quería explotar y equivocarme. Acepto que esto de "mágicamente" tener un amor destinado me sonaba a alguna historia romántica de un libro. Me emocionaba pero me asustaba. Al mismo tiempo era romántico, los chicos de la tierra jamás me habían atraído como Zem o Anthony, definitivamente esperaba que fuera Zem. Me sonroje ante el pensamiento.

— Supongo que Anthony realmente quería hablar sobre ello.

— Fue duro para ti... ¿Cierto?

— No lo sé, supongo que te acostumbras a cada situación.

— Supongo. Pero si es así... ¿En dónde está la otra princesa?

— Murió. Kaurus la mato, mato a muchas niñas por temor.

— Lo siento.

— Sussan. No eh tenido muchas oportunidades para sonreír o sentir felicidad. Crecimos de forma diferente. La única ilusión que no se perdió, esa brillante luz en mi vida. Fuiste tú. Siempre has sido tú. Hace años, ayer, hoy, mañana y en un milenio.

— No sé qué decir. —No mentía, mi corazón se aceleró, eso significa que... ¿soy la enviada para estar con él?

— No digas nada. Solo te pido... Sussan, que no me pidas que me tomé las cosas con calma, por favor, no me pidas algo que no puedo darte. Después de tantos años sin saber si seguías viva o muerta. No puedo detener el sentimiento que llena mi alma de alegría, donde antes solo existía el odio.

— No pretendo hacer eso. —Nos quedamos en silencio— Zem... soy la princesa enviada para...

— ¿Estar conmigo? —Sus ojos brillaban a pesar de la escasa luz, con un toque de ¿desconsuelo? Asentí.

— Si. Pero también. No.

— ¿Cómo?

— En un principio así era... la princesa que murió era la destinada para Anthony. Él es mi hermano mayor, el verdadero heredero... mi padre, Anthony y yo no sabemos si...

— Si... ¿Qué?

— Si el destino... si nuestro destino cambio y ahora tu eres la prometida de Anthony.

Retuve el aliento, me sentía mareada ante la confesión, ¿Prometida? ¡Tengo únicamente 17! Esto es una locura.

— ¿Qué?

— Así es, aun no es nada seguro, Anthony y yo aún lo dudamos bastante.

— Ustedes no... ¿tendrán problemas?

— No. Te lo dije, eres todo para mí. Pero si el destino te une a Anthony. Lo respetare. Son las dos personas que más me importan. Ese es el tipo de sentimiento que tengo por ti, no me importa el destino siempre que seas feliz.

Regreso a su anterior posición, dándome la espalda, acaricie nuevamente su cabello.

— ¿Cómo lo sabrán?

— ¿Qué cosa?

— Si... mi destino...

— No lo sabemos. Mi padre está desesperado por eso mismo. Solamente un sabio nos podría decir.

— Oh.

— Sussan. Tengo que decirte algo.

— Te escucho.

— Ahiry se va a casar con Meikel.

— ¡¿Qué?! ¿Por qué?

— Esta destinada a él...

— ¡Por favor! ¡Tiene 17!

— 17 y medio.

— ¡Aun así!

— Aquí se cumple la mayoría de edad a los 17.

— ¡Pero es el malo!

— Ella no lo sabe. Te lo dije... Meikel sabe cómo ser "encantador". Tiene la habilidad de Kaurus.

— Tenemos que traerla.

— Lo intentaremos. Pero justo ahora es muy difícil. Personas de todos los mundos están pendientes de ellos. Tendremos que esperar.

— Pero él la tiene como prisionera. No me gustaría estar en su lugar.

— Lo sé, si él te tuviera como prisionera. Mataría a todo Elder para salvarte.

— Gracias.

Me resultaba tan incómodo y cómodo al mismo tiempo estar con Anthony y Zem. Según la declaración de Zem, en un inicio fui enviada para estar con él. Me gustaba la parte de estar destinados, es mágico saber que existe realmente tu otra mitad y crecer sabiéndolo. Pero tras la muerte de la otra princesa... ahora ninguno de ellos sabe de quién soy "destino".