37- Misión: Glashir.

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Alcance a Anthony en la bodega de armas. Parecía pensativo y extraño, algo poco usual en él.

— ¿Qué ocurre?

— Nada, estaba pensando en lo que necesitaremos.

— Anthony... ¿Por qué no te negaste?

— Es justo que ella lo vea...

— Esto ya no es para ayudarnos a Zem y a mi ¿verdad? Tu... —Sus ojos permanecieron fijos, un brillo especial apareció—. ¡Por el cosmos! Anthony... ¿Tú realmente te enamoraste? ¿Te gusta Ahiry realmente?

— Ella tiene que verlo, ella tiene que dejarlo ir y darse cuenta...

— De que tú estás con ella...

— Solamente quiero que deje de sufrir, tú lo sabes, aun llora por ese maldito mentiroso.

— Anthony... ¿te das cuenta de lo que dices?

— No... no realmente. Pero... ¿Es egoísta de mi parte, desear que ella me vea como tú a mi hermano? —Sentí dolor ante la pregunta, sabia de sobra todo lo que Anthony había sufrido y el poco afecto que recibió por sus padres.

— No Anthony, no es egoísta. Pero tienes que tener cuidado, ella...

— Sé que lo ama —Sonrió con melancolía—, solamente albergo la esperanza de que por lo menos pueda ser su apoyo. Es algo raro. Pero realmente lo deseo.

— Está bien. Ven acá —lo abrace como si fuera un niño pequeño—, por fin estás madurando.

A primera hora los cuatro estábamos listos, Taily nos acompañó a la Zona E en donde decidimos abrir el portal. Ahiry parecía preocupada pero decidida. Una vez ingresamos todos caímos dentro del lago, el agua era fría y estaba bastante profundo, ya antes había leído que en Glashir se mantienen túneles acuáticos para la mayoría de sus habitantes. A pesar de los efectos por el portal, nadamos a la orilla, Zem me ayudo a subir.

— ¿Todos bien?

— Si.

— Entonces comencemos, recuerden, nadie nos tiene que ver.

Asentimos y comenzamos a caminar, jamás había estado en ese planeta, el sonido de cascadas, ríos y olas era totalmente relajado. La luz era tenue, como si se tratara de un foco, las calles estaban formadas por rocas de rio y las construcciones estaban adornadas por conchas de mar, cruzamos la avenida, una señora elfa llevaba en brazos a su pequeño, el señor salió y se percató de que no estaban solos, Ahiry se ocultó rápidamente y Zem detuvo una piedra que salió rodando; contuvimos el aliento, el señor negó con la cabeza y siguió su camino, ingresamos a un boque extraño ya que los árboles y flores salían del agua.

— Silencio. —Anthony buscaba algo con la mirada, un sonido similar al que resulta de golpear un vaso de cristal resonó con eco.

— Mierda.

— ¿Qué es Zem? —Ahiry parecía más alterada de lo usual.

— Una manada de leviatanes. Vengan ocúltense.

Nos escondimos detrás de una pila de rocas cubiertas por musgo. En el agua, entre los árboles, como si fuera una serpiente con escamas, se podía ver parte de su cuerpo, brillante de colores básicos, aletas casi transparentes, con la cabeza similar a un dragón chino, pero como bigotes tenía cuatro tentáculos con espinas, cuando uno de ellos dejo fuera su cabeza, su gruesa y áspera voz rezumbo el lugar.

— Puedo oler la peste de los invitados. —Otro más dejo ver su rostro.

— No hables así. Es el príncipe después de todo.

Ambos gruñeron y se sumergieron salpicando agua. Dejamos pasar un momento y seguimos el paso, había más personas de lo que esperábamos, todo Glashir se reunía con rostros alegres y preocupados. Continuamos por el camino adjunto a la avenida principal, no podía dejar de sorprenderme ante las construcciones, siempre me había sentido atraída por el arte y esta vez estaba viendo el planeta con más toque artístico del cosmos.

Me detuve admirando una estatua construida con coral y conchas de mar. Representaba a un leviatán, una sirena, lo que supuse seria el Kraken y un elfo; robaba el alieno sin duda, incluso el leviatán se veía agradable. Suspire y regrese mi vista, la sangre abandono mi cuerpo. Estaba sola, me había detenido completamente para admirar la estatua y los demás habían seguido conscientes de que venía justo detrás.

— Mierda. 

3-La historia que no fue contadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora