3-La historia que no fue contada

44- ¿Zem va a morir?

Corrimos entre las piedras y arbustos, entramos a un especie de cueva, mejor dicho una gruta, escuchamos pasos corriendo detrás de nosotros, nos vimos rodeados en poco tiempo por guardianes Riog, comenzamos a defendernos, pero ahora entendía porque resultaban tan peligrosos, incluso para Anthony significaban una amenaza. Uno de ellos me lanzo contra las rocas, me levante y vi que alguien se acercaba a Ahiry, la sujeto por la espalda, pero por suerte también Anthony la había entrenado, dio un giro rápido derribando al sujeto quien al golpear el piso dejo su rostro expuesto, Meikel. Esquive un golpe y derribe al Riog, entonces centre nuevamente mi mirada en Ahiry quien sujetaba con fuerza una daga en el cuello de Meikel. Me acerque lo más rápido que pude.

— Ni se te ocurra, pide que todos se retire.

— Ahiry, tenemos que hablar.

— Habla con Velia. —Intento moverse pero ella presiono la daga con más fuerza contra su cuello— Lo juro Meikel, si me obligas no dudare en matarte.

— No podrías, tú no eres una asesina.

— ¿Quieres apostar? Siempre hay una primera vez Meikel. —Sentí una descarga de ¿miedo? Jamás había visto a Ahiry ser tan fría e insensible, ¿y si tenía el corazón roto como Argrem?

— ¡Ahiry! —Grito Anthony, ella se puso de pie, Meikel busco su espada, intente detenerlo pero un Riog comenzó a golpearme y yo a defenderme.

Meikel corría en dirección a Ahiry y Anthony, vi a Zem quien estaba a punto de lanzar una daga en dirección a Meikel. Justo antes de que lo lograra, un guardia Riog lanzo una flecha en la espalda de Zem, mi corazón casi se detuvo, otra flecha más, enterré una daga con rabia en el Riog que me impedía correr hacia Zem.

— ¡NO EMEK! ¡DETENTE! — Escuche a Ahiry gritar. Otra flecha más, lo hizo caer de rodillas. Juro que grite a todo pulmón su nombre, y estaba segura porque todos giraron su vista a él, pero yo no escuche nada, ya no escuchaba nada, un Riog apareció y me arrojo contra las piedras, me puse de pie intentando luchar, no podía encontrar con la mirada a Zem, el Riog nuevamente me golpeo y caí en la orilla de un lago que ocultaba la gruta. Ya no podía levántame, mi cuerpo dolía como nunca y mi mente me atormentaba con la imagen de Zem, comencé a cerrar los ojos. Mi respiración era pesada, los latidos de mi corazón retumbaban en mi cabeza. Deje de luchar, me sentía cansada y adolorida a muerte, cerré los ojos y me concentre en la sensación de tranquilidad que el agua fría producía en mi cuerpo.

— Sussan... —Escuche una distorsionada voz que me distraía de aquellos pensamientos.

— Sussan, por favor. ¡Sussan! Sussan, escúchame. —Mi corazón se aceleró al escuchar su voz, ¿había muero? ¿Estaba muerta y me reuniría con Zem?

— ¿Sussan? —Con gran esfuerzo abrí los ojos para encontrarme con el rostro de Zem, con manchas de sangre y tierra, sus ojos se relajaron cuando sonreí un poco.

— ¿Zem?

— Ven déjame llevarte.

— Estas, estas herido. Puedo ir sola. —Me tomo en sus brazos y comenzó a caminar, vi a Anthony y Ahiry rodearnos, usamos un portal, me sentí aun peor, odiaba los efectos secundarios de esas cosas.

— Anthony. —Él se acercó y me tomo en brazos. Zem dio unos pasos y se desvaneció, intente ponerme en pie pero no podía, Anthony me llevó a mi habitación en Dromen, salió corriendo y minutos después Ahiry entro.

— ¿Cómo esta Zem? Dime que está bien.

— Anthony lo llevo a su habitación, tienes que descansar, bebe esto, Anthony dijo que te ayudaría. —Bebí la poción, sentí un calor invadir mi cuerpo.