25- Un baile con Anthony.

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Cuando desperté Zem estaba sentado sobre una roca que salía en la esquina contraria a la cama, estaba leyendo.

— Buenos días. —Sonrió como el Zem que conozco. Tome la almohada y se la arroje.

— Buenos días.

— Libros sobre los humanos... ¿Son buenos?

— ¿Aún no los lees?

— No, a-b-u-r-r-i-d-o. —Recalco cada letra cosa que me hizo reír.

— ¿Tu herida esta mejor?

— No moriré, posiblemente una nueva cicatriz ya que estamos guardando pociones para la batalla.

En una semana Anthony estaba bien, se veía cansado pero aun sonreía. Cuando intente ser "linda con él", dijo que eso le dolía más, se sentía "un monstro".

Argrem había tenido una reunión con nosotros, había explicado que por la presión del matrimonio de Meikel y Ahiry, todos tendrían que creer que Anthony y yo estábamos unidos por el destino. Vi que Zem se molestó notablemente, pero no debatió, nadie lo debatió, tenía razón, era una buena estrategia de batalla.

Hoy desayunamos con Argrem, todos en silencio. Cuando terminamos, los tres nos disculpamos con Argrem, pero nos detuvo en la puerta.

— Tendremos un baile esta noche.

— ¿Un baile? —Pregunto Zem.

— Así es, en la tierra, claro, sería muy peligroso realizarlo aquí. Es para, confirmar alianzas, por ello, Anthony y Sussan serán los anfitriones. Todos tienen que saber que mi primogénito, ha ligado su destino a la hija del sol. Por ahora es peligroso que den más votos de confianza a Meikel y Ahiry.

— ¿Qué? —No me di cuenta de en qué momento mis palabras salieron, pero sin duda note el ceño fruncido de Argrem.

— ¿Ocurre algo?

— No, es decir, me preguntaba si... si Anthony y yo tendríamos que viajar antes para tener todo listo. —Me creyó, lo sé porque sonrió, tomo mi mano y la unió a la de Anthony.

— No tienes que preocuparte por eso, todo estará listo, simplemente tendrán que sonreír y charlar con las personas. Como deben hacer los príncipes. Zem me acompañara para habar con los diplomáticos, tiene más habilidad con su carisma que Anthony.

— Ya lo creo. —Asintió Zem.

— Entonces, espero que la feliz pareja disfrute de la velada.

Durante todo el día no vi a ninguno, supuse que preparaban todo para el dichoso baile. Argrem envió un vestido negro con detalles en dorado, en la parte de atrás caían en ondas tiras de tul dorado, a juego unos hermosos guantes altos de color negro. Recogí mi cabello en un moño alto, estaba dando los retoques cuando alguien abrió la puerta.

— Argrem me envió para ver si estabas lista.

— ¿No te enseñaron a llamar a la puerta?

— Supuse que estarías "casi" lista.

—Termino de arreglarme y bajo.

— Zem te envió esto. —Coloco un prendedor dorado sobre mi cabello dando el último detalle.

— ¿Qué?

— Tranquila, me gustas, de verdad, pero no como mi esposa, realmente prefiero verte como mi cuñada. Es grato saber que alguien puede controlar a mi hermano, bastante útil de hecho.

— ¿Gracias?

— Solamente digo que me gustas para familia, así que relájate. Sé que tú y mi hermano se quieren, a pesar de que Argrem hoy nos pidió presentarnos como una pareja, solamente actuaremos como una. Así que, futura cuñada, te escoltare esta noche. —Sonreí con ternura, podía ver cuánto amaba Anthony a Zem.

— Bien.

Llegamos a la tierra en un portal menos espantoso, Zem tomo su lugar al lado derecho de Argrem y solamente me dirigió la vista en una ocasión. No sabía en qué país o ciudad estábamos, la verdad no me importaba, este ya no era mi mundo y aunque lo supiera, seguramente usarían un hechizo para hacer como si estuvieran viendo un lugar abandonado. Finalmente llegamos a la mansión, Argrem nos explicó la dinámica del día, Anthony y yo esperamos en el vestíbulo a cada invitado, todos los invitados usaban mascaras por seguridad, todos excepto nosotros, Argrem encontraba en eso alguna especie de broma, eso me recordó a Zem y Anthony.


3-La historia que no fue contadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora