Memorias imborrables. [TERMINADA]

Capitulo 06

Nota de autora:

Lamento no haber escrito antes! Espero no haber perdido a muchos lectores :(

Bueno, eso... Cuidense y lean Jijiji <3

Os agradezco que lean.

Escuché un pequeño siseo entre mi abrir de ojos y el leve pestañeo de ellos mismos. Los ojos claros de mi amigo Rogger me miraban acusadores mientras los audífonos que llavaba encima dejaban salir la música fuerte que él escuchaba. Fruncí el ceño la verle y él, sin pensarlo dos veces, me apretó con fuerza contra su pecho. Un leve dolor desperto dentro de mí y no pude evitar quejarme. Rogger se apartó avergonzado y me hizo observar las rosas blancas que había traído para mí.

Braddie, más bien, el Doctor Winther, entraba por la puerta con una carpeta mientras observaba las hojas que habían en ellas. Me miró y luego a Rogger. Se dieron un apretón de manos y luego los dos pares de ojos se enfocaron en mí.

—¿Pasa algo? —Pregunté curiosa. Mi voz sonó algo aguda, más de lo habitual, lo que provocó que Bradd sonriera y Rogger suspirara.

—Nada, le enseñaba a tu amigo lo que te había pasado. Por ahora... Sólo tienes herido el vientre. —Dijo encogiéndose de hombros. Miré a Rogger y él bufó.

—Dime algo, Doc. Esto... ¿Le impedirá tener una familia más adelante? —Crucé los dedos.

—No. No ha sido para tanto, por suerte. —Dijo Bradd matando mis esperanzas. Le fulminé con la mirada y él sonrió mientras se acercaba para tocar mi frente. —Me alegro demasiado que ya estes mejor, preciosa. —Dijo besándo mi frente. Rogger sonrió con picardía, él, era el único que sabía toda la verdad de mi vida pasada. Sabía quien era Braddie y por supuesto sabía el por qué de su raro afecto hacia su nueva paciente.

—Bueno, Doc... Creo que deberías cuidar a los demás del pasillo. Digo, si no quieres que Frank te de un puñetazo. Por cierto, ¿a dónde ha ido ese hijo de puta? —Le fulminé con la mirada. —Lo siento, sabes que le detesto.

—Ha ido a ver lo de su trabajo. —Dijo Bradd encogiéndose de hombros. Miré la ventana. ¿Era broma? Casi me muero y mi prometido no estaba aquí conmigo... ¿Enserio? ¡No me jodan!

—Tú le gustas a ese tío. —Dijo Rogger después de que Bradd cerraba la puerta a sus espaldas.

—¿Puedes volver a tu adultez y dejar de comportarte como un crío de quince años? —Bufé y él también.

—Lo lamento, es solo que me emociona ver como te brillan los ojos.

—¿Qué a mi qué? —Sonrió.

—No finjas, pequeña. —Dijo con malicia.

—Soy una mujer madura, no ando con amantes y esas burradas, Rogger. No me fastidies ahora.

—EStas disgustada. —Le miré con la mejor cara de odio que pude lanzarle.

—¿Eso crees? ¡Mi novio no esta aquí y yo casi muero! —Chillé aún más disgustada.

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La velocidad con la que Rogger hablaba era totalmente increíble. Lexi y Boris habían venido a visitarme un par de veces pero a escondídas de mi prometido. Aunque, en verdad, él ni había asomado la nariz por aquí. Eso me disgustaba más de la cuenta.

Max había llamado pero nunca le atendí el móvil. Félix hablaba con Rogger y este le daba las noticias de último momento sobre las carreras aprovechándo de que no estaba en Ottawa.