ELIZABETH
Las cosas estaban fuera de control en mi cabeza. Había cosas que simplemente no podía aceptar con firmeza y cosas que siempre estaban volviéndo constantemente a mi memoria.
Miré el móvil nuevamente y divisé las diecisiete llamadas perdidas de Braddie Winther mientras arreglaba mi maleta para poder marcharme sin más a Ottawa.
Ya había hablado con Max y le había suplicado que me recibiese en su casa para yo poder despejar mi mente... ¿Quién se imaginaría que yo iría a vivir con aquel hombre a quien odie por tantos años? Suspiré mientras echaba la manta verde claro que me había regalado Robert. Mi Padrastro estaba mirándome con detención mientras arreglaba mis cosas. Sus ojos penetraban todo mi cuerpo con sutileza y luego suspiro mientras cambiaba su peso a su pie derecho.
—Anda, di lo que quieres decir —Dije mientras Robert suspiraba. Dejó caer sus brazos sobre sus costados y me miró con la mirada fija y fría al mismo tiempo. Esto no sería nada bueno.
—Pienso que es la idea más estúpida que haz tomado en toda tu miserable vida —Ouch. Palabras fuertes... Sobre todo lo de miserable. Bajé la mirada y me encontré con mis pies descalzos ¿Aún no me había puesto los tacones? Suspiré y levanté la mirada para encararme con un pecho desnudo, Robert.
—Supongo que no le dirás a nadie hacia donde me marcho —Dije esperándo con detención mientras Robert suspiraba.
—Pues no, —se encogió de hombros —de todos modos no sé donde carajos vas a quedarte en Ottawa —Sonreí. Era genial saber que era un iluso como cualquiera.
—Bien.
Seguí caminando por todos lados, buscándo cada objeto o prenda que fuese mío. Lucifer estaba ya meneando su cola cerca de la cajita de arena. Claro que no podríamos llevarla, pero me alegraba saber que Robert jamás la había tirado... ¿Cómo podría de todos modos estándo en prisión? Bajé la mirada y me encontré con sus ojos dulces y grises.
—Ah no —dije cuando el gato comenzó a ronronear, —no voy a cambiar de idea, colega.
Tomé mi tiempo respectivo para dirigirme a la cocina. La verdad era que extrañaría la casa que tanto había deseado para mí cuando fuese adulta... Y hoy... Bueno, hoy solo traía malos recuerdos ¿Qué más podría ser?
Me percaté de que los ojos suplicantes y esperanzados de Robert me seguían por toda la casa. ¿Cómo era posible que no pudiese dejarme ir una vez más? De todos modos, mi hogar nunca había estado aquí...
—Aún puedes retractarte —Dijo sutilmente. Mis ojos se encontraron con los de mi Padre y suspiré apenas le vi con su mirada algo vidriosa.
—No te pongas a llorar, hombre —Dije mientras tocaba sus hombros con mis manos recién salidas de la manicura. Mis uñas estaban negras, siempre que andaba de malas me gustaba pintarlas así... La mirada de Robert se cruzó con mis dedos y luego sonrió.
—Recuerdo que cuando eras una niña y andabas muy irritada, te pintabas las uñas de un tono rosado —Me reí para mis adentros y supe de forma inmediata que el hombre a quien tenía frente a mi cuerpo, siempre estaría duespuesto a tenderme una mano de ayuda. Le di un tierno abrazo y se quedó rígido. Era obvia su reacción ¿Desde cuándo yo repartía amor a todo el mundo?
—Sigo pintándo rosa las uñas cuando estoy irratada... Solo que no pasa muy a menudo —Confecé. Los ojos de Robert miraron mis pies y bufó mientras yo sonreía —Tranquilo, ya me podré zapatos.
—No es eso... Simplemente, pienso que podrías quedarte. Quizás Bradd se podría ir contigo y vuestro hijo ¿No? —Suspiré y me mordí el labio inferior... Estaba huyendo. Hace años, Braddie Winther me había dejado marchar porque pensó que era lo correcto. Ahora, esto era lo correcto para mí... Tendría a mi hijo, o hija, lo que fuese... Y sería Madre soltera. No quería estar con Braddie. Siempre ponía sus sueños y metas por delante de lo qeu yo quería. Lo amaba, más que nada en el mundo, pero sabía que si me quedaba con él... Seguiría siendo la chica tonta. El amor me hacía ponerme tonta, me hacía perder la cabeza... ¿Por qué cojones pienso en esto como si fuese pasado? Ah, miré mis pies descalzos y recordé que estaba huyéndo.
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Memorias imborrables. [TERMINADA]
Teen FictionComo todos recuerdan, Elizabeth se fue a estudiar de todos modos a Canadá... Dejó su pasado atrás, en donde también olvidó por completo lo que era su amor hacia Braddie Winther. Elizabeth pasa años lejos de Atlanta y vive su vida normal en Ottawa, c...