Capitulo 14

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No comprendía el qué quería decir lo que Braddie me intentaba señalar mientras se movía sin decir palabra alguna. Estábamos jugando a ese condenado juego de adivinar la película. Soy un asco para esto.

Era el séptimo cumpleaños de los pequeñajos de los gemelos. Lorenzo disfrutaba al máximo como los demás de movían sin más. Por otro lado, Luciano estaba con su mirada fija en la chimenea. Me asomé un momento desde la cocina para fijarme que ni Bradd ni Leonardo lograban mantenerlo entretenido.

—Tiene cara de pocos amigos —Dijo Rogger mientras Lexi, Jessica y yo preparábamos las empanadas y otras comidas para la cena de la noche.

—¿En qué estában pensando cuando creyeron que celebrarle un cumpleaños a unos críos con un montón de adultos sería divertido? —Preguntó Leonardo mientras entraba a la cocina al mismo tiempo que se quitaba la naríz verde de payaso. Sonreí.

—Fue idea de Jessica —Le acusé.

—Creí que se divertirían, ¿no? Después de todo, Luciano dijo que quería pasar su cumpleaños número siete a tu lado, Eli. —Dijo mi amiga. Suspiré.

—Pero estoy cocinando. Y él lo sabe —Luciano se asomó a la cocina para meter sus dedos en el merengue.

—¿Por qué no vas a jugar con nosotros, tía Eli? —Preguntó sonriénte.

—Estoy cocinándo. —Le advertí. Braddie se asomó a la puerta y me sonrió.

—Anda, yo te cubro. —Lexi le fulminó con la mirada.

—Mete el dedo en el merengue y te corto los testículos. —Braddie puso los ojos como platos.

—Si es que tiene. —Dijo su hermano. Bufé.

Las manitas de Luciano se entrelazaron con las mías mientras Lorenzo jugueteaba con Leonardo en la alfombra. Leo estaba haciéndo todo lo que estaba en su alcance para demostrarnos a todos que de verdad le interesaba la hermana de mi antiguo novio. Me reí para mis adentros cuando Lorenzo le dio una leve bofetada a Leonardo. Luciano, por otro lado, se mantenía a mi lado mientras abría mi regalo.

—¡Hala! —Exclamó con euforia.

—¿Te ha gustado? —Pregunté mientras él pasaba sus manitas por el plástico que le daba a conocer de que el libro era original y nuevo.

—¡No me lo puedo creer! —Dijo aún más frenético. Se apoyó de mis piernas y descansó su cabeza en mi hombro mientras mirabamos juntos el libro.

—¿Te ha gustado? —Volví a preguntar. Luciano besó mi mejilla con entusiasmo y yo le miré sorprendida. Él no tenía gestos de amor con nadie, ni siquiera con su Madre. Se percató de mi sorpresa y se ruborizó. Su pálida piel me enseñó de forma inmediáta que sus mejillas estaban encendídas.

—Gra-Gracias.

—No hay de qué —Dije mientras le acariciaba el cabello. Sus rizos eran hermosos en comparación con el cabello de Lorenzo, eso nos hacía identificarlos...

—La-Lamento el beso —Confesó aún con timidez.

—¿Quién ha besado a quién? —Preguntó mi novio mientras tenía sus brazos cruzados sobre su pecho. Luciano le fulminó con la mirada y entrelazó sus dedos con los míos. Me reí a carcajadas mientras me percataba de que mi ahijado intentaba cabrear a mi prometido.

—Yo a Elizabeth. ¿Tienes algún problema, Braddie? —Preguntó Luciano mientras le sacaba la lengua al final de su pregunta. Braddie desvió su mirada hacia a mí y le sonreí de una manera diciéndole que le perdonase. Bufó y se fue de forma rápida hacia su hermano y Lorenzo.

Memorias imborrables. [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora