Perdido

5.3K 503 22
                                    

―¿Crees que puedas aguantar ocho horas?

―Sí, no te preocupes Laru.

―Puedo inyectart-

―¡No!

―...

―No... no quiero anestesia y mucho menos, una inyección. 


¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


La puerta debajo de la escalera fue cerrada, la llave oculta y la luz de la pequeña habitación apagada. El timbre se hiso escuchar en toda la mansión.

Samanta, la madre de Jann, había tocado el timbre con sus frías y pálidas manos. Para su hijo, era todo un sueño volver a la casa de su mejor amigo, pues aun la gran curiosidad de saber que había debajo de la escalera seguía viva y no dejaría de pensar en eso una y otra vez hasta descubrirlo.

Jann y su madre tenían que ir a aquella mansión por asuntos "familiares". Los padres de ambas familias habían acordado unir en matrimonio a Jann y a Elisabeth, los dos juntos, pero obviamente ninguno de ellos dos querían aquello.

Elisabeth tenia un amante. Nadie tenia que saber aquello, pues las consecuencias no serían buenas y probablemente el matrimonio arreglado se haría lo antes posible.

La madre de Elisabeth abrió la puerta y les dio la bienvenida a Samanta y su hijo menor.

―¡Ay! Hace tanto calor en estas noches que estoy segura que en alguna de ellas me derretiré por completo. ¿Cómo has estado, Megan?

―Pues sufriendo por el calor igualmente, ¿Y tú cómo has estado? 

―¡Ah, de maravilla! ―Exclamó con entusiasmo evitando las ganas de saltar― Mi pequeño Jann se va a casar con una de las chicas más guapas e inteligentes de todo el bosque.

―¡Sí, van a ser tan bonita pareja! ―Sonrieron las dos madres―Por cierto Jann , tu prometida está en el jardín de atrás, anda con ella.

Jann no lo dudó ni un segundo y se alejó de inmediato de ambas mujeres. Gritando mentalmente y casi bailando de alegría, caminó hacia el jardín de atrás de la casa, pero de repente se detuvo.

¿Jann quería ir al jardín para ver a Elisabeth? ¿Quería ir al jardín para liberarse de esas señoras? o... ¿Podría ir a ver la escalera sin ser descubierto? Tan de pronto que se le cruzó la idea por la cabeza se dirigió trotando hasta los ventanales que daban al jardín de atrás.

Ahí estaba Elisabeth. Ahí estaba su futura mujer. Ahí estaba ella... ¿Con un cubre bocas y una pistola de plata? Jann se acomodó en el piso frío y fijó mejor su mirada en la chica. Elisabeth se encontraba frente a otra persona, ¿Quién era ese?

En cuanto Elisabeth volteó un poco la mirada, Jann se lanzó al piso para evitar ser descubierto y luego empezó a arrastrarse hasta llegar al cuarto de su mejor amigo. Sí, es el mejor espía. 

La Elegancia Al Caminar [YAOI]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora