La Elegancia Al Caminar [YAOI]

Elaya

- ¡Hey, Tú, el castaño rojizo!

- ¿Eh?

- ¡Si, tú!

Sus miradas se conectaron por unos segundos, pero el chico más alto la desvió al ver que Noah mostraba una cadena metálica con figuras extrañas.

- T-Tranquilo... soy cazador

Simplemente no quiso responder, sentía que perdía su valioso tiempo. No le volvió a dirigir la mirada ni la palabra de nuevo, siguió su búsqueda, pero le inquietaba la presencia del chico, el cual lo estaba siguiendo unos pasos más atrás.

- Soy Neymar, ¿y tu?

No tomo la molestia de prestarle atención. En serio, le desagrada ese chico. Bueno, lo acaba de conocer hace poco, quizás ni lo conocía aun, pero una extraña sensación le daba con solo sentir su presencia. Ese vampiro tenia algo que a Noah no le agradaba.

- ¡Oh, vamos! Sé que no eres mudo ni sordo

¡Noah no te quería ahí, ¿lo entiendes?! Al parecer no. Exagerar su malas costumbres era un plan que le estaba fallando. Noah puede ser cortante, frio, ignorante y mal hablado, pero realmente él se esforzaba por hacer que aquellas cosas no afectaran a la gente de su alrededor, sin embargo, ahora mismo quería asfixiar a Neymar con sus preciosas manos.

- Ya se que no nos conocemos y eso... pero podríamos intent-

Noah lo calló de una simple mirada asesina. Así de fácil.

*

*

*

Sintió que una cosa peluda le acariciaba el rostro. Le daba cosquillas, por lo que no evito a soltar una pequeña risilla. Quizás su situación ahora mismo no debía ser una tan relajada y encantadora, pero era así como se sentía. De verdad se sentía a gusto entre una superficie tan cálida y suave, ¡Como la de un lindo gatito!

Elevo la mirada, encontrándose con unos potentes ojos color rosa, unas mejillas y nariz rosaditas, cabellos blancos largos y unas divertidas... ¿Orejas de gato?

Dio un grito del susto, se puso de pie y salió a saltos de la fuente.

- ¡¡Un travesti!! -Grito intentando correr a la mansión.

El chico simplemente se acerco a ella a paso rápido y le tapo la boca con una mano.

- ¿Travesti? -Repitió incrédulo.

La pequeña hermana de Yassir le mordió la mano con todas su fuerzas, provocando que el muchacho la apartara de inmediato.

Sin que ambos se dieran cuenta, la herida empezó a derramar sangre.

- ¡Pedófilo! -Grito, volviendo a correr a la mansión.

El muchacho no paraba de maldecir el dolor. Le sorprendió la actitud de la niña y la pequeñita risa que había soltado la tenia grabada en la cabeza, ¡Pero no se esperaba que tuviera un lado tan agresivo! Bueno, tampoco esperaba que ella cayera del cielo... casi literalmente.

Busco rápido con la mirada, alcanzando ver el largo cabello anaranjado que se escondía entre tantas plantas. También la siguió gracias a su olfato. Y le sorprendió que su olor fuera a humano.

- ¡Niña, espera!

Y a su espaldas su voz se volvió a escuchar.

- ¡No soy una niña! -Le grito molesta.