La Elegancia Al Caminar [YAOI]

¿Rita... y Noah?

A nadie le importaba la ausencia de sus padres, o la de Dainis, o la de Elizabeth, o la de Laru. Bueno, a todos les daba igual menos a uno...

-¡Ya déjate de llorar! Tienes 25 años y pareces feto recién nacido.

- ¡¡Que cruel eres!! -Grito.- ¿Qué pensarían nuestros padres de ti? ¡Eh!

Ambos se encontraban discutiendo en el pasillo de los dormitorios.

- ¡¿Tienes que relacionar todo con ellos?! No están, ¡no volverán! me vale mierda. Me iré, lejos y tampoco voy a volver. Iré a un lugar en el que pueda jugar tranquilo.

- ¿Hacer rituales, leer libros satánicos, hacer muñecos vudú, tener momias, y mucho más es jugar? Owen, por favor. Solo te falta hacer exorcismo.

El menor se quedo callado. Galo también no hablo, ya que quería una respuesta. Ok. Normal. Perfecto. Ahora estos eran los días "normales" en la mansión.

Un grito se escucho desde las escaleras.

- ¡¡No les des ideas, estúpido!!

- ¡No le estoy dando ideas, Alien! -Respondió Galo.

- ¡No lo llames así, Ganzo! -Le insulto Hassan, el cual venia por el pasillo de los dormitorios.

- ¡Hass, mi amor, mi bebe! ¡Aw~! -Chillo Marcial corriendo por las escaleras hasta lanzarse sobre su hermano favorito.

Galo solo hiso una muesca de vergüenza ajena.

- ¡Quítate! -Hassan empujaba a Marcial, el cual estaba encima suya repartiéndole besitos por el rostro.

- ¡Es culpa de la gravedad! -Respondió este haciéndose el tonto.

Galo rodo los ojos aburrido. Se cruzo de brazos y se apoyo en el marco de la puerta de su pieza.

Hassan seguía intentando escapar de Marcial, pero él simplemente se reusaba a soltarlo. Cada vez que el mayor se paraba del suelo, el menor se le volvía a tirar encima echándolo de empujones al suelo.

- Marcial... -Suspiro Hassan.- Quítate... o te voy a matar.

*

*

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- ¡Elaya, espera! -Chillo la niña.- ¡No te vallas aun! ¿No ves que sucede algo raro?

Se volteo a mirarla sin demostrar un mayor interés. La examino de pies a cabeza y detallo sus ojos con la mirada.

- Yo te veo bien.

La niña bufo.

- ¡Claro que estoy bien! Pero... En la Mansión, Francisco y Megan han desaparecido... Esto es de locos, cada vez me siento... peor, ¿entiendes? -La niña dio un ligero suspiro-. Sé que apenas tengo ocho años, por lo que posiblemente pienses que soy muy tonta aun, pero no me siento bien. Llevo semanas sin ver a mis padres... ¿Y si ya no me quieren? ¿Si creen que estoy muerta? ¿O si se olvidaron de mi?

Elaya le dio una mirada un tanto fría. Él no sabia con exactitud lo que era extrañar a tus padres, o tener un hermano mayor, o tener una vida normal. Quería entenderla y satisfacerla de su cariño, pero no era tan fácil.

Se arrodillo ante ella por la diferencia de altura. Le miro sus ojos verdes oscuros, que a pesar de no ser tan intensos o más claros, radiaban lindas emociones.

- Nena... Ellos no podrían olvidarse de ti... -Elaya le acaricio los largos cabellos rojizos.- eres una chica increíble, linda, amorosa, divertida y alegre... nadie podría dejar de quererte, ni muchos menos olvidarte.-La niña miro a Elaya a los ojos.