Crossover: Jorens de (YisbethD)
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Emireth se encontraba paseando por el prado donde había jugado de pequeña con su hermano. Era un prado solitario, por eso era su lugar favorito. Su mente estaba en su pequeña e inocente hija, a la que temía lastimar de nuevo.
Algo brillante y oscuro a la vez apareció frente a ella. Visualizó dentro de ese agujero varias luces brillantes y algunas transparentes que la desorientaron y marearon. De allí salió una mujer de cabello café oscuro con rojo, unos ojos color turquesas avellana que no tenían iris; su piel era cremosa ligeramente aceitunada. Vestía un largo kimono color marrón albano. Llevaba un dije bañado de plateado con piedras y esmaltes en colores rojos incrustado en su pecho.
— Odio cuando aparezco en otra dimensión —dice irritada la mujer mirando a su alrededor.
— ¿Quién demonios eres tú? —espetó Emireth cruzando los brazos.
Al fin la mujer la notó, aunque la miró con el ceño fruncido.
— ¿Es broma? —preguntó bromeando la mujer de cabello café rojizo.
— Eso parece —responde Emireth alzando una ceja.
— ¿Quién eres? —preguntó la mujer mirándola detenidamente.
— Estás en mi mundo, así que debes responder primero —dice Emireth con algo de impaciencia.
— Soy el Ángel Jorens —responde con respeto.
— Muestra que en realidad eres un Ángel.
Jorens suspiró con fingida despreocupación. Una brisa instantánea y un brillo azul diamante rodearon a Jorens, para así en un parpadeo sacar unas grandes alas de plumas color rojo flama de su espalda, dejando levemente sorprendida a Emireth.
— Creo que te toca, ¿no? —pregunta Jorens bajando sus alas que se arrastraban cuando caminaba.
— Soy Emireth Jenkins —se presenta con una mueca —. Haré una prueba para saber si eres inmune.
"Jorens le dará un fuerte dolor en el pecho, dejándola levemente sin oxígeno, sus venas brotaran de sus brazos, sus piernas se debilitaran y caerá sobre el suelo de rodillas frente a mí. Cada una de las plumas de sus alas caerán sobre el suelo, haciéndole daño mientras se despegan" —se imagina Emireth, y tiembla al fijar sus ojos en Jorens, que había empezado a sufrir.
— ¡Basta! —exclamó Jorens gimiendo de dolor al sentir esos extraños dolores en todo su cuerpo.
— Es sorprendente —esboza una sonrisa Emireth.
— Hwajae —dice Jorens en un susurro.
De pronto, Emireth empezó a arder, literalmente. Sentía calor, dolor, ardor. Bajó la mirada y efectivamente se estaba quemando. El fuego estaba llegando a sus rodillas y ella empezó a gemir de dolor, aunque no gritaba. Sentía como cada parte de su cuerpo se estaba deshaciendo por el fuego. Quiso apagarlo, aunque no sabía cómo. Su mirada se fijó en Jorens que estaba en el suelo, intentando agarrar aire.
— ¡Apágalo! —le exigió Emireth retorciéndose de dolor y ardor en todo su cuerpo.
— Haz que se detenga mi dolor y yo detengo el fuego —murmuró Jorens agitadamente.
— ¡Esta bien! —gritó Emireth sintiendo que su cuerpo ya no podría más sostenerse.
Detente—pensó Emireth con los ojos cerrados.
Al mismo segundo que lo pensó, dejó de sentir el fuego, solo sentía ardor, mucho ardor.
— Eres demasiado poderosa —admitió con sequedad Jorens al levantarse.
— Creo que debo decir gracias —dijo Emireth abriendo lentamente sus ojos.
— Esa habilidad es demasiado para ti, aunque está conectado con tus sentimientos y emociones, y no puedes contener hacerle daño a alguien —afirmó Jorens.
Esa afirmación sorprendió a Emireth.
— ¡Cállate! —exigió Emireth.
— Lo sabía —confirmó fríamente Jorens.
— ¡Basta! —exclamó Emireth más calmada.
— Tienes un punto débil, por eso eres así —Jorens esbozó una sonrisa al ver la mirada asesina que le estaba dando Emireth.
— Eres frívola, Jorens. Por eso, deberás dejar a tu hija con su padre, ¿o me equivoco? —preguntó Emireth conteniendo su ira.
Jorens palideció y dejó de sonreír.
— No puedo preguntar cómo lo sabes, pero eso no te da derecho de hablar sobre eso y menos esperes que lo converse contigo.
— Da lástima que debas entregar a lo más importante de tu vida, porque podrías hacerle daño.
Jorens empezó a odiarla cada vez más.
— ¿Más lástima que tú? No creo.
— Jorens, yo vivo con mi preciosa hija, pero… —Emireth no terminó la frase porque Jorens le lanzó una bola de fuego que quemó su torso, donde le empezó a arder y doler.
Muerte, muerte, merece morir —retumbaba en la mente de Emireth mientras veía a una irritada y enfadada Jorens.
"Navajas cruzando su cuerpo, haciéndoles cortes asimétricos como si fueran un vestido de seda, sangre empezó a recorrer desde su cuello hasta sus pies, sus intestinos empezaron a brotar de su cuerpo y vomitaba sus dientes" —imaginó Emireth sonriendo.
Jorens la empezó a detener al lanzarle una bola de hielo que le dio justo en el pecho a Emireth, ésta cayó de espaldas sobre el suelo, gritando de dolor y frío por el reciente congelamiento de todo su cuerpo. Tiritaba mientras gritaba.
Las dos empezaron a sufrir por la habilidad de la otra. De repente un portal apareció y arrastró a Jorens por éste.
Emireth dejó de sufrir y de sentir frío al verla desaparecer por el portal o agujero brillante.
Todo su cuerpo dolía y sangre goteaba de su estómago. Se miró la quemada, que tenía la carne viva levantada dejando ver algunos órganos dentro de ella. Con paso lento, se encaminó hacia su casa. Se había prometido que si volvía ver a Jorens de nuevo, la asesinaría.
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Killing You In My Mind
FantasíaEmerith no sabe porque tiene esa habilidad, pero lo ira descubriendo. Todo empezara a cambiar cuando ella lastime a lo único que ama con toda su alma. Su habilidad es peligrosa y difícil de controlar, pero ¿podrá controlarlo?