Killing You In My Mind

22) Revelaciones (Anne; Parte 7)

Crossover con "Anne: Knowing the Dimensions" (RabrahamV)

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Algo extraño estaba sucediendo en la casa cuando Anne apareció. Se sentía una extraña vibra. Una incomodidad la embargó. Ella estaba en el corredor de la casa de Emireth. Era de noche, pero la luna estaba extrañamente brillante. Lo suficiente para dar una luz algo tétrica.

Usando su habilidad descubrió que Roman y Dayane estaban en casa, pero bajo una extraña influencia, como atrapados. Consiguió la mente de Emireth, era extraño, se estaba desvaneciendo. Anne supo que eso no era bueno, corrió rápidamente al piso inferior. Encontró a Emireth tirada en el piso. Su cabello era un desastre, estaba empapado en sangre. Además su piel estaba brillando, era algo increíble.

Vio lo que había descubierto Emireth y lo que le sucedió como una película de una baja calidad. Anne iba a acercarse a Emireth cuando del techo se formó un portal de luz dorada y de allí salió un dragón espectacular. Al verlo Anne sintió un hormigueo en su cabeza.

El dragón se paró detrás de Emireth.

— Drivn —dijo Anne.

Su nombre le llegó como de la nada. Ella sentía que ya lo había visto antes.

— Anne, mi querida Anne Howless —dijo Drivn.

La voz del dragón le parecía algo imponente, era nueva y vieja al mismo tiempo. Todo era muy confuso para Anne.

— Debes salvar a Emireth, Anne —dijo Drivn con urgencia —. Ella está muriendo.

— Dayane puede salvarla, no yo.

— Allí te equivocas. Lo que está sufriendo Anne deben detenerlo ambas.

— ¿Por qué?

— Emireth está teniendo un ataque mental que puede acabarla, pero debes usar una de tus habilidades para detenerla.

— ¿Cuál habilidad?

— Tal vez Luzney me reclame por esto...

— ¿Conoces a Luzney? —interrumpió sorprendida Anne.

— Sí, pero no tenemos mucho tiempo. Lo que debes hacer es conectar tu poder con el de Dayane y sanar a Emireth, iré por la niña.

Drivn se movió a una increíble velocidad, segundos después ya estaba con Dayane.

— Querida... —empezó a explicar Anne a Dayane.

— Ya le explique todo —interrumpió Drivn.

— ¿Cómo pudiste? —preguntó Anne.

— Una excelente habilidad, la aprenderás a usar dentro de un tiempo.

— Tía Anne, hola —dijo Dayane —. ¿Podremos ayudar a mi mamá?

Para sorpresa de Anne, Dayane estaba muy tranquila. Supo que eso lo hacía Drivn.

— Sí, pero creo que debemos hacer lo que él dice —dijo Anne señalando a Drivn.

— Tú sabrás que hacer —dijo Drivn.

Tenía razón, Anne sintió como le llegaba a la mente lo que debía hacer. Se sentó delante del cuerpo de Emireth y cerró los ojos.

— Párate detrás de mi Dayane, y pon tus manos en mis hombros —dijo Anne.

Dayane hizo lo que Anne le ordenó. Al sentir sus manos, Anne empezó a ver ciertos patrones. De alguna manera los unía y al hacerlo era como si nadara en un océano inmenso y profundo.

Unía diferentes patrones cada vez más rápido, hasta que se adentró a una profundidad, veía imágenes muy rápido como flashes, no podía entenderlas, pero sabía que eran recuerdos de la vida de Emireth.

Drivn observaba orgulloso. Anne estaba irradiando una luz dorada, y al mismo tiempo a su alrededor se formó una especie de esfera del mismo color que la cubría a ella y a Dayane. Pero ninguna veía eso, ambas tenían los ojos cerrados.

Anne de pronto sintió una profundidad, y era dolorosa. Por un momento sintió que se ahogaba. Allí fue cuando sintió la energía de Dayane. Era como electricidad, salía de Dayane y entraba en Anne y usando eso cerró la gran grieta que había. Era doloroso para Anne. En un momento casi rompe la conexión, pero sintió algo que le dio un impulso y tuvo éxito.

Anne y Dayane abrieron los ojos y toda la luz dorada se difuminó. Drivn las miraba con una sonrisa. Emireth ya no tenía sangre en su cabeza y se levantó rápidamente. Al ver a Anne y a su hija dijo:

— Pequeña, Anne, ¿qué hacen aquí? ¿Sucedió algo?

— Ya estás curada madre —dijo Dayane dándole un abrazo.

Anne le sonrió y mentalmente le mostró todo lo sucedido. Emireth se volteó rápidamente y vio a Drivn.

— Tú...tú...tú —dijo Emireth cortando el abrazo con Dayane —. Tú eres mi Guardián.

Anne sintió una energía negativa y se volteó.

— Has acertado querida —era Rosemary.

Emireth y Dayane se voltearon y vieron a Rosemary. Emireth empezó a sentir nervios por su hija.

— Hola Drivn —saludó Rosemary.

— Rosemary, no puedes decirles nada aún —demandó Drivn.

Rosemary estalló en carcajadas.

— ¿Qué no nos puedes decir? —preguntó Anne.

— ¿No entendiste, Anne? —replicó Rosemary —. No puedo decirles, no me hagas romper las reglas...

Rosemary pareció contener algo, luego sonrió.

— ¿Qué haces aquí? —preguntó Emireth.

— Quería tener este encuentro, aunque falta una persona.

— ¿Quién? —preguntó Emireth.

Drivn usó una gran velocidad, envolvió a Rosemary y la hizo desaparecer.

— Al menos ya no tiene a su secuaz —dijo Drivn.

Antes de que alguna pudiera preguntar algo, Drivn se esfumó.

— Debemos hablar —dijo Anne.

— Será a la próxima —respondió Emireth señalando el brillo.

Anne soltó un grito de frustración.

— Vuelve pronto, yo también necesito hablar contigo.

Anne desapareció.

— Vamos a la cama, pequeña —dijo Emireth.

Juntas subieron las escaleras.