Epílogo

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Emireth dejó de mirar por la ventana de su habitación y suspiró. Algo en el ambiente la hizo erizar de pronto, pero no dió importancia a eso. Miró sobre su hombro, a aquella persona acurrucada en la cama y sonrió. Llevaba tiempo sin sentirse así, tan bien y a la vez con temor, pero borró ese pensamiento malo de su cabeza y dejó de imaginar cosas, ya todo había pasado y solo quedaba buenos recuerdos.

Roman suspiró y la miró, algo en su mirada le preocupó, pero sonrió, sabiendo que nunca tendría algo tal real como lo que tenía con aquella chica.

- ¿En qué piensas?

- Hay tantas cosas que puedo explicar con palabras, pero que siento dentro de mí. Es como un miedo junto a una felicidad y siento pavor por lo que pueda suceder -soltó Emireth de repente.

- ¿A que te refieres?

- Que debo salir a ese mundo y descubrir quien soy.

- Estamos contigo, Emireth. Esta vez te acompañaremos en todo tu camino.

Emireth le sonrió levemente y se acercó a él. Roman apoyo su cabeza en su hombro y le acaricio el cabello. Sabía muy dentro que ella estaba preocupada por lo que no querría descubrir.

De pronto Emireth sintió algo que la llamaba, algo en su mente empezó a formarse una imagen y de repente se consiguió a ella misma frente a frente, pero no eran las mismas. Tenían similitudes pero sus miradas eran muy diferentes y sus expresiones mostraban que no debían estar allí, mirándose mutuamente.

- ¿Quién eres?

Emireth estaba confundida, mareada y volvió a sentir que se desmayaría de nuevo. Cerró los ojos por un momento y al abrirlos de nuevo, ella misma se estaba viendo, fijándose en cada parte de su cuerpo y sintió como una daga traspasaba su pecho y la dejó sin oxígeno en menos de unos segundos.

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Roman trató de despertar a Emireth, la cual sin motivo alguno sangraba de repente y se preocupó más al sentirse sin fuerzas.

Dayanne noto que algo no andaba bien y respiró profundo al sentirse débil. Salió corriendo hacía la habitación de su madre y encontró a ambos en el suelo, parecían perdidos. Tomó la mano de ambos y los hizo desaparecer de aquella habitación.

Emireth al despertar de aquel horrible sueño, supo lo que debía hacer. Buscar algo que había perdido hace mucho tiempo. Lo que era ella.

- No solo soy una asesina, también soy una persona que en algún momento tuvo cariño...

Killing You In My MindDonde viven las historias. Descúbrelo ahora