Capitulo 29: Cierto idilio

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Inmediatamente después de haber sido demostrado todo el cariño, ambos chicos decidieron llevar a la práctica la unión de dichos sentimientos, como cada que se veían. Era extraño llevar a cabo un acto así puesto que John y Paul se sentían un poco observados...

-John?-

-Si?-

-No puedo-

-¿Porque no?-

-Es que...ellas nos están mirando jajaja-

-Son como niños no se dan cuenta de nada- dijo John mientras besaba el cuello del pelinegro, quien en verdad estaba incómodo ante tantos ojos

-Eso crees tú- dijo el chico apartando al castaño para mirarle a los ojos

-Dudo mucho que comprendan lo que están a punto de ver- dijo el chico castaño y después beso a su hombre- Pero tienes razón cariño, estamos muy observados y yo no quiero público-

-Jajaja si-

-Al carajo tú vienes conmigo- dijo John y acto seguido cargo a Paul como si de una pareja recién casada se tratase

-No! Jajaja espera-

Cuando hubo acomodado a su hombre en un lugar seguro, John salió un momento de su habitación y dijo...

-Bueno, ustedes saben que las amo en verdad...pero lo amo más a el, así que si nos permiten nos ausentaremos un momento- dijo el castaño dirigiéndose a sus mascotas, las cuales entendieron a la perfección el mensaje y se alejaron.

Al alejarse estaba claro que ambos chicos se disfrutarían un buen rato, si bien era algo que ya se había vuelto cotidiano en ellos. Era raro, era como si alguna extraña fuerza los uniera a pesar de que ambos estuvieran separados.

-John te amo- dijo el chico pelinegro acurrucándose junto a su hombre

-Yo también te amo Paul- dijo el chico mientras fumaba un cigarrillo- No me dejes nunca-

-No puedo prometerte nada John-

-¿Porque no?-

-No sabemos que pasara con nuestros sentimientos, un día podrás amarme y al otro tirarme por saco a la basura, todo lo que tenemos es este momento y eso debemos aprovecharlo-

-Paul- dijo el chico castaño mirando a su chico- nunca dudes del amor que te tengo-

-Y si?...-

-No! Nunca! Oíste?-

-John nada es para siempre-

-Pero yo...-

-Debemos entender que la vida es un hermoso regalo temporal, si la vida es así de corta, las experiencias de la misma son aún más breves-

-Detente tiempo!-dijo John jugando

En ese momento, el tiempo se detuvo ante los ojos de ambos, y mientras John se mantenía en completa calma, Paul no podía dejar de pensar...

-Mis manos quisieran conservarte eterno para que el tiempo no maltrate tu belleza, que el tiempo se detenga pues de por vida para nunca tener que alejarme de ti-

El chico que murio de amor (McLennon) (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora