Capitulo 3: Entre Oriente y Occidente

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Al pasar los días, el joven John gozaba de tiempo libre, así que decidió invertirlo en algo de provecho como leer o devolver ciertos encargos del antiguo trabajo, pero no fue hasta que paso por la calle Constantinopla que decidió hacer una pequeña visita.

-John! Que bueno que has venido! ¿Como estas hijo? Siempre andas con el cabello tan alborotado ¿Sera que algún día te peinaras? seguro que vienes del agujero al que llamas casa, todo seria diferente si vivieras aquí con nosotros, justo preparaba la cena, por favor quédate ¡Espera! debo ver si no se ha quemado!- dijo una señora hablando ansiosamente y retirándose de pronto.

-Agh...hola mamá - dijo John frente a la puerta de la casa ,para luego entrar riendo.

-John! Que bueno que estas aquí, veo que tu madre te ha recibido bastante bien-

-Jajaja Hola Gladek- dijo el chico al que era su padrastro- ¿Como han estado?-

-Tu madre esta un poco ansiosa últimamente, pero ya se le pasara, deberías venir a visitarla mas seguido, le haces mucho bien...y a mi también- dijo sonriendo y abrazando al muchacho.

-Perdón, pero necesito de tu ayuda ¿Podemos ir al estudio?-

-Si por supuesto- dijo el hombre y se dirigieron al estudio donde una de las sirvientas les sirvió té

-Gladek, por favor no le digas esto a mama-

-¿John estas bien? ¿Paso algo malo?-

-No, es solo que necesito un poco de dinero es todo-

-Espero que esto no sea enteramente el motivo de tu visita-

-No no es el motivo principal, solo te lo he pedido como un favor, me acabo de quedar sin trabajo y aun no se si me dejen entrar a otro-

-De verdad lamento mucho escuchar eso, creo que seria una buena oportunidad para...-

-No Gladek! No voy a volver-

-Por favor John, te necesitamos aqui...yo te necesito aquí- dijo acercándose al muchacho.

-La respuesta es no, lo siento- dijo alejándose un poco

-¿Porque eres tan necio?- dijo el hombre de manera casi triste pero calmada

-Yo no quiero, no puedo, no se- dijo confundido el chico el cual empezaba a incomodarse

-Te daré todo el dinero que quieras con una condición-

-¿Cual?-

-No tengas ojos para nadie, perteneces aca...¿Entiendes?-

-Amm eso creo- dijo el chico confundido mientras recibía un cheque, cuando de pronto el hombre lo tomo por los hombros para verlo a los ojos- No dejes que nadie te toque- dijo para despues darle un tierno beso en la frente mientras el chico estaba mas confundido que nunca.

-Perdonen ¿Interrumpo algo?- dijo entrando una de las sirvientas

-Para nada Judith- dijo el señor amablemente

-La señora Lennon quiere que bajen a cenar-

-Por supuesto que si ya vamos- dijo el chico de manera igualmente amable y una vez que la sirvienta se retirara, el muchacho volteo para mirar a su padrastro- Es demasiado dinero Gladek, no puedo aceptar tanto- dijo el chico preocupado

-Quedatelo! En verdad no debes preocuparte, quiza te sirva para otras cosas... no lo se- dijo riendo

-Gracias, de verdad muchas gracias- dijo el chico sonriendole levemente a su padrastro

-No tienes nada que agradecer hijo mio- dijo y abrazo al muchacho.

Si bien todo aquello habia sido bastante extraño, pero al joven le daba igual, al fin y al cabo se trataba solamente de su padrastro, en el que podía "confiar"...pero no del todo como para llamarlo padre. Debe aclararse que aquella relación era tensa, como las relaciones políticas, puesto que John guardaba en su interior cierto problema que si bien no se habia resuelto con aquel hombre.

Todo al parecer transcurrió con muchísima normalidad, y cuando llego el momento de irse a casa, comenzó a preguntarse sobre Paul, pues el sabia perfectamente que algo en el lo habia cautivado de una manera impresionante. Justo al llegar a casa se encontró con Stu, quien estaba sentado a lado de su puerta.

-Hey ¿Que haces aca?- dijo John bastante extrañado por aquel hecho

-Mi chica me ha echado por unos cuantos dias ¿Me das asilo?- dijo el chico un poco cansado

-Sabes que mi casa es tu casa hermano, además acabo de comprar algo que nos hará bien justo ahora- dijo John dándole paso a Stuard para después cerrar.

Pasado ya un rato ambos jóvenes comenzaron a beber y a fumar en exceso, hace bastante no lo hacían y la situación lo a meditaba.

-Es la mejor hierba que he fumado en años- dijo Stuard sonriendo mientras se dejaba caer en el sillon

-Lo se, hace años que no me pongo tremenda nota-

-John hace años que tu no te diviertes-

-Y tu hace años que actúas como si estuvieras casado jajaja- dijo el chico mientras daba otra calada a ese porro que producía tan hermosa sensación.

-No me culpes, estoy enamorado es todo-

-¿Que se siente estar enamorado?-

-Es como esto-

-Estoy muy ebrio y con mucha nota-

-Exacto jajaja-

-Eres patetico hermano jajaja-

-Algún día sabrás lo que es-

-Creo que lo he sentido de hace unos dias-

-¿De verdad? ¿Como fue?-

-No lo se, es como muy escalofriante jajaja-

-Si tuviera nombre ¿Como crees que se llamaría la sensación de amor?-

-Creo que...no lo se, se llamaría...Paulie- dijo el joven sonriendo mientras veía al techo

-¿Que es un Paulie?-dijo riendo el otro

-Una sensación de cosquillas supongo, lo sabrás cuando lo sientas-

-Todos los días la siento con ella... Hey! casi lo olvido- dijo Stuard levantándose de pronto- Te llego esta carta-

-¿Porque revisas mi correo? jajaja-

-No la he abierto, anda ya ábrela! ¿Que dice?- dijo Stuard algo entusiasmado

"Para John Winston Lennon Stanley:

Por medio de la presente se le informa que nos complace el aceptarlo como tutor de nuestros hijos Ezra, Leonardo y Paul, ya que hemos encontrado apto su comportamiento y formación para llevar a cabo dicha tarea. Si usted esta interesado, lo esperamos para su valoración el día 30 de Junio de 1953 a las 12:00 pm.

Un cordial saludo y que dios lo tenga en su santa gloria"

-Estoy dentro del juego de nuevo- dijo John entusiasmado

-¿Que?-

-Nada- dijo el chico castaño pues esa carta correspondería a un nuevo encuentro con aquel chico pelinegro.

Solo dios sabe como es que las personas se encuentran y sin duda alguna, aquel trabajo, aquella hora y, sobre todo, aquel encuentro, no habia sido casualidad. Aquello solo podía significar una cosa, que tarde o temprano ellos iban a encontrarse de cualquier manera.

El chico que murio de amor (McLennon) (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora