Capitulo 33: Manuscrito en hojas de nube

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Los días fueron transcurriendo y John no supo nada acerca de su hombre, digamos que desde aquel suceso con Stu las cosas se habían tensado un poco. Si bien, he de decirles que los días eran llevaderos pero las noches eran de lo más tormentoso, puesto que no hubo noche en que John no se sintiera y estuviera literalmente a la deriva. Era raro, puesto que los días eran llevaderos por el simple hecho de tener que limpiar un mar cada mañana que lo mantenía lejos de sus pensamientos y emociones. Pero por las noches era una historia distinta, ya que el silencio lo hacia pensar de manera absurda que quizá su pelinegro se había ido de su lado para no volver jamás. Todo se llevaba así, días resumidos en limpieza y noches ahogadas en angustia. Sin embargo, nada pudo preparar al castaño para lo que la vida le tendría un buen día de inicio de mes.

Fue un día cualquiera, John había ido a visitar a su madre y a Thompson, pues empezaba a frecuentar nuevamente a sus raíces con el fin de evitar que alguien terminara triste...o en la carcel. Cabe mencionar que llego de aquellos recintos ya tarde.

-Buenas tardes señor Filippo- dijo el chico al dueño del edificio con el cual se topó en la entrada

-Ah niño! Espera!-

-Dígame-dijo el chico deteniéndose en medio de las escaleras

-Hay un chico que te ha estado esperando-

-A mi?-

-Si, me dijo que era urgente el verte y lo deje entrar-

-¿Como era señor? ¿Tenía pinta de mal hombre?-

-Niño ya no estoy en edad de mirarle la pinta a la gente, averígualo tu- dijo el anciano amargado dándole calada a su puro

-Uhmm muchas gracias señor Filippo-

Era claro que la relación con su casero no era para nada buena, puesto que aquel señor de ascendencia italiana había quedado viudo, y por tanto, amargado. Si me pudiera explicar mejor les diría que no era el hecho de pelear, sino que en ocasiones los latinos e ingleses no se llevan del todo bien. Sé que suena un tanto racista, pero les pido no tengan mente maliciosa, pues solo me he de referir a las personalidades.

Retomando un poco lo sucedido, John subió a su departamento con la guardia en alto, pues no sabia a que se enfrentaría al llegar, quizá hubiera llegado a tomar un arma blanca pero decidió que era mejor dialogar...y sin duda dialogar fue lo que menos hizo.

-Paul!- dijo el chico al ver que el pelinegro estaba sentado justo a un lado de su puerta e inmediatamente corrió a abrazarlo

-John!- dijo recibiendo al castaño en sus brazos

-¿Porque te desapareciste de esa forma?-

-Yo tenía miedo, me sentía tan inseguro- dijo Paul bajando la mirada

-No, no, no, no hagas eso!- dijo el chico tomando su barbilla para poder mirarle- Ya no lo hagas- dijo el castaño mirándolo un tanto preocupado

-¿Porque?-

-Porque...bueno yo ya no quiero que te alejes, no he visto esos hermosos ojos en mucho tiempo...será mejor que entremos-

El chico pelinegro cedió ante las exigencias del castaño, dado que se podía dar la posibilidad a que ojos curiosos invadieran su espacio.

-John yo...- dijo Paul al cerrar la puerta

El chico no pudo formular palabra ya que John se abalanzó sobre el, no hace falta explicar el porqué, 2 semanas sin el fueron un completo infierno y ahora que lo tenia cerca no iba dejar escapar ni un momento mas. El chico pelinegro no hizo mas que ceder ante todo lo que dispusiera John, puesto que no podía negar que su amor por el era mucho mas grande que su inseguridad, tan solo el llegar John lo acorralo en la pared y de ahí todo fue historia.

Esta demás decir que ese día lo hicieron mas de 3 veces, por alguna extraña razón, su cansancio era nada a comparación de todas aquellas ganas acumuladas en ambos cuerpos. Aquello no debe ser quizá de nuestra incumbencia, pero supongo que el aclararlo nos sirvió para no ser indiferentes a sus respectivos sentimientos.

-Eso fue increíble- dijo Paul abrazando a John

-Tanto tiempo sin estar juntos empezaba a doler-

-Jajaja no debes ser vulgar John-

-Hombre lo digo enserio...te extrañe Paul-

-Y yo a ti John, debo decirte algo y temo que no te gustara-

-Dime, dudo mucho que no me guste-

-Amm yo... bueno he estado pensando...bueno no solo he pensado sino que...-

-Cariño dilo, no tengas miedo, yo sabre apoyarte-

-¿Me apoyarías en todo y me seguirías John?-

-Hasta el fin del mundo Paulie-

-John, desde que te conocí supe que algo en mi no volvería a ser igual y es por ello que...yo comencé una novela-

-¿Un escrito? ¿En verdad?-

-...Si, ya casi esta terminado, quiero que lo leas John-

-Claro! Por supuesto-

-Pero ese escrito trae consigo otra cosa-

-¿Que cosa?-

-Una carta que he escrito al fin...tu carta-

-Oh...-

-Te hago entrega de esta carta John- dijo el chico sosteniendo las manos de su hombre mientras le otorgaba dicho escrito junto con un sobre color amarillo- Por favor solo entregala-

-¿Y si pasa lo peor Paulie?-

-Amor mio, creeme cuando te digo que lo peor ya ha pasado-

-Gracias cariño-

-¿Me amas John?-

-Claro-

-Entonces si me amas entregaras esa carta-

-...Lo haré-

-También es preciso que sepas que mi padre se ha enterado de todo-

-¿Sobre nosotros?-

-No...sobre como te has escabullido ha nuestra casa mientras el te exilio de la misma-

-Y estaba enojado ¿cierto?-

-Enojado no es la palabra que yo utilizaría para dar nombre al sentimiento de oposición e ira que el decidió tomar, era en verdad algo serio-

-¿Eso que quiere decir?-

-John mi padre te odia-

-¿Porque eso no es nuevo?-

-Jajaja John a pesar de ello...el quiere conocerte mejor cariño-

-¿Que? No puedes hablar enserio-

-Esta bien... parte de ello es que yo quiero que tu y el se conozcan, no soporto un día mas de tu ausencia. Madre me apoyo en ello...y yo quiero que tu me apoyes en esto-

-No lo se cariño yo...- dijo el chico y de inmediato el pelinegro lo miro con esos hermosos ojos que le hacían imposible el resistirse a el-...Hombre, esta bien- dijo suspirando

-Gracias- dijo e inmediatamente se besaron dando pie a que habia pasado un largo tiempo

El chico que murio de amor (McLennon) (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora