Capitulo 2: Te presento a Paul James Mccartney

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El chico al verse en una situación de extrema necesidad, reflexionó acerca de lo que podría ser el tan mencionado trabajo que su padrino le tenia y que mejor que una segunda opinión.

-Stu!- dijo tocando la puerta- Stuard!-

-Hey! ¿Que pasa?-

-Necesito una opinion, y tu eres un hombre culto-

-Jajaja ¿Desde cuando?-

-Yo que se? jajaja ya tonto debes ayudarme-

-Vale ¿De que se trata?- dijo el chico sentándose en un sillón cerca de John.

-¿Tomarías un trabajo que esta ligado a una extrema educación religiosa?-

-Depende-

-¿Depende de que?-

-Depende de cuanto me pagaran por dicho trabajo-

-Mas del triple de lo que ganas-

-Obviamente lo tomaría-

-¿Pero y tus principios?-

-John los principios no cambian solo por un trabajo, entiendes?- dijo el chico saliendo de la casa

-Bueno supongo que si-

-Hey! por cierto ¿Que ha pasado con Cynthia?-

-Ah cierto, termine con ella-

-¿Porque?-

-Era un poco castrante-

-Tu nunca estas bien con nada socio jajaja- dijo y se fue.

Fue asi como este joven testarudo por fin pudo convencerse de lo que ya era evidente...estaba en bancarrota. Y sin nada mas que piedras a sus pies, decidió ir donde el señor Thompson.

-John! ¡Que gusto que estés aquí!-

-Hola señor Thompson-

-¿Has pensado lo del trabajo no?-

-Los principios pueden ser flexibles, sabe?- dijo el joven imitando al anciano de manera graciosa.

-Vamos- dijo cerrando la puerta de su departamento- Te llevare justo donde es-

Y mientras iban en el camino, el joven pensaba en miles de cosas que le cruzaban por la mente. Veía las calles y observaba como la gente de ese barrio vestía de manera fúnebre y formal, como si fuesen traídos del pasado.

-Nunca he venido a esta parte de la ciudad- dijo el chico asombrado.

-Deberías!- dijo el anciano- Hay muy buenos lugares para comer acá-

-Demonios! Mire la vestimenta de estos tipos- dijo el chico volteando  a ver a 2 hombres que vestían muy formales.

-Así te vestirás tu cuando te entregues a una vida de santidad y estudio religioso-

-Claro jajaha sobre mi cadáver...¿Ellos no se divierten?-

-Claro! Pero a su modo-

-Supongo-

-Hemos llegado John- dijo el anciano mientras sostenía el hombro del chico-

-Uff-

-Buena suerte!- dijo para acto seguido irse.

El chico un tanto temeroso toco la puerta para encontrarse con una señora que vestía de una manera igual a la ya mencionada, pulcra y fúnebre.

-¿Que se te ofrece?- dijo ocultando medio cuerpo detrás de la puerta.

El chico que murio de amor (McLennon) (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora