Capítulo 6

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Sus rodillas se pegaron a su pecho.

Jungkook se sentía tan... mal. El frío y los horrorosos gritos de algunos de los pacientes, no lo dejaban dormir tranquilo. Se sentía tan delgado, había perdido peso y su sanidad mental empezaba a verse afectada por su escabroso entorno.

La puerta de su celda se abrió, su cuerpo tembló antes de enderezarse en la cama, totalmente, a la defensiva.

Sin embargo, aquel par de ojos marrones no encontraron nada. 

>>¿Y si... escapo?<<

Sus dientes tiritaron... y, tambaleando, caminó hacia la entrada, encontrando los pasillos completamente vacíos... 

Sus pies tropezaron mil y una vez. Su cuerpo tembló una vez más al ver un guardia alejarse por uno de los pasillos, justo cuanto éste estuvo a punto de girarse, en un rápido movimiento, se escondió.

Cuando sus ojos miraron a su al rededor, el olor familiar a cuero y perfume, le dejaron bastante claro que, en su apuro, se había escondido en una consulta.

Sus manos tantearon su entorno, encontrándose con una pequeña lámpara de escritorio. La  encendió antes de leer un nombre en la rectangular placa de metal enchapada en oro...

Dr. KIM Seokjin.

Los ruidos en los pasillos aumentaron.

JungKook apagó la luz con rapidez antes de esconderse debajo del escritorio de madera. Abrazó sus piernas a su pecho una vez más y apretó sus labios, temeroso a más no poder.

La puerta se abrió y los erráticos pasos resonaron.

Kook escuchó atentamente mientras resonaban chasquidos, chasquidos y leves suspiros. Miró por  una pequeña rendija a aquel par de cuerpos entrelazados. Sus ojos marrones se abrieron a más no poder.

Un gemido gutural  escapó de los labios del más alto.

>>¿Como diablos habían podido pasar sin que el guardia los viera?<<

Los labios de aquel par se movian sin parar sobre los del otro, y eso que Jungkook apenas podía ver entre penumbras.

El menor cerró con fuerza sus ojos,  cuando oyó ruidos sobre la mesa. Pero, para su suerte, no fué más que la mano de una de aquellas personas, encendiendo la luz. 

Pronto, Kook entendió el porqué de aquellos chasquidos.

El doctor Kim besaba con fuerza  a... ¿Un paciente?

Jungkook se tapó la boca, intentando que aquellos dos no lo escucharan.

Los labios rosas del doctor, ahora eran rojos. 

-¿Quién es tu dueño, Seokjin?- preguntó el otro hombre. Enseguida, Kook identificó a aquel otro chico, como el Paciente número 0...

-Tu- susurró el doctor como respuesta, recibiendo un sin fin de besos en el cuello.

El paciente, tomó las caderas del mayor y lo hizo recostarse en su propio escritorio, apoyando su pecho en la madera.

-Gime princesa... Gime para mi...- murmuró el paciente con la voz totalmente gruesa.

-Ahh~ Nam~- 

Jungkook, ante este último acto, se tuvo que morder el labio inferior para no gemir. Su pene se endureció con fuerza.

El sonido del cierre de un pantalón, le advirtieron a Jeon lo que estaban por hacer. Él no era un ángel, sin embargo, sería su primera vez, viendo a alguien teniendo sexo.

El más alto de aquel par, tomó el erecto miembro del doctor.

-¿Tanto te pone el pensar como te voy a follar, Seokjin?- susurró el Paciente.

Otro gemido escapó de los labios del Doctor antes de que sus pantalones cayeran al suelo. Jungkook, aún debajo de la mesa, anonadado ante la visual. Su muslos dejaron al menor de edad con la boca en el suelo. 

La erección del mayor goteaba pre-semen.

NamJoon, el paciente, sonrió de lado y masturbó aquel miembro con ganas.

-Soy tu dueño, bebé, y siempre serás mío- 

¿Que tipo de relación llevaban aquellos dos?

Era todo tan... ilegal...

El más alto, dejó sus pantalones en el suelo antes de abrir las piernas del Doctor frente a él. Y, de solo una estocada, se internó en el mayor.

-Eres mi puta, Jin, mía- gimió roncamente, lleno de satisfacción, el de piel morena. Dejó una fuerte palmada sobre la piel del otro, antes de dar fuertes y profundas estocadas en su interior.

El de cabello rosa, no podía más que gemir con ganas, sin ataduras. Su cuerpo temblaba bajo el duro toque del joven de cabellos platinados.

En este punto, Jungkook cargaba con una dolorosa erección.

Mordiendose los labios, su derecha bajó hacia su hinchada erección, tocandose sobre la ropa con fuerza antes de internar sus dígitos bajo su pantalón. Con  cierta fuerza, tomó su miembro y comenzó a masturbarse ante la atrayente vista del aquel par de cuerpos, colicionar.

El apretado aro de Seokjin engullía el miembro del de cabellos platinados, mientras su boca no era capaz de limitar sus sonoros gemidos.

-Nam~ Ahh~ Daddy~- el cuerpo del Doctor se retorció antes de empujar su cuerpo hacia atrás, clavándose una y otra vez en el duro miembro del Paciente -¡Ahí!-

El movimiento de la mano de Kook sobre su miembro aumentó y cada vez se le hacía mucho más dificil contener sus propios gemidos.

-¡Dilo, Seokjin!- ordenó el más alto.

-Soy tu Puta, soy la Puta de NamJoon- gimió Jin y un espasmo totalmente fuerte, recorrió la extensión del pene de Kook antes de correrse con fuerza, oyendo a apenas de unos centímetros, a la cachonda parejita correrse.

El cuerpo de Kook, totalmente agotado por la tensión y la furiosa corrida de hacía apenas unos minutos, lo dejaron tan exhausto que apenas se dió cuenta cuando cayó en los brazos de Morfeo.

Cuando volvió a despertar, se encontró a si mismo en su cama, en su celda, notando a Jimin a su lado.

-Al fin despertaste, venga, vamos a comer algo- sonrió y sus ojos se transformaron en dos media lunas, preciosas ante la mirada del menor. Sin embargo, esa bonita visión, no le fueron suficientes para calmar sus dudas. ¿Cómo demonios había llegado a su cuarto una vez más?

Aquel día, todo se tornó extraño. Los oficiales y enfermeros lo ignoraban mientras que Jimin, pasó a dormir a su celda.

-¿Por qué dijo que lo mueven para aquí?- preguntó Kook, sorprendido ante la actitud de todos.

-Por el incidente del otro día. Fueron órdenes específicas del Doctor Kim- respondió el guardia antes de retirarse y dejar, tanto a Kook como a Jimin, con caras de tontos.

El silencio reinó en la celda antes de que Jimin hablara.

-Acepta su propuesta Kook, creo que será lo mejor- comentó Park, antes de salir de su celda y encaminarse a la consulta del Dr.

En la soledad de su celda una vez más, se vió a si mismo interrogándose:

¿Qué malo podría pasar?

Si después de todo, estaba en el mismísimo infierno sobre la tierra.


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❤  Espero que les haya gustado ❤

¡Nos leemos pronto!


P.D:

¡Muy feliz Navidad a todos y a todas!

  ❤  

&quot;Paciente N° 005&quot; ~ (BTS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora