Capitulo 16

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-Ahh~ Si, hyung- gimió complacido el menor. Jungkook enredo sus dedos en el cabello de su doctor.

Aquella noche eran solo ellos dos...
El Paciente y el Doctor.

-Hyung, pa-para- suplicó el menor antes de gemir y empujar sus caderas hacia arriba, adentrando por completo su hombría en la cavidad bucal del mayor.
No importaron sus lágrimas, no hacia más que correrse una y otra vez.

Jin quería explorar los limites de aquel chiquillo bajo él. Perdió la cuenta de las veces en las que ese niño se había corrido. Su semen se tornaba cada vez más transparente.

-Duele, agh, no puedo más, ¡Hyung!- y embistió una ultima vez antes de correrse en su garganta, en aquel húmedo rincón caliente que le brindaba el mayor. Éste ultimo, estaba a punto de hacerse adicto al sabor de su semen, era dulce...

El más dulce néctar que el destino le podía dar.

El pene de Kook estaba rojo a más no poder ante las continuas eyaculaciones y, su mente no paraba de dar vueltas una y otra vez.

Cuando creyó que el mayor volvería a masturbarlo, éste se alejó, encaminándose a las estanterías. Rebuscó sin más y se desabrochó los pantalones de vestir que llevaba. Se giro sobre sus talones y miró al chico que yacía con las piernas alzadas.

Seokjin admiró la buena vista que daba el menor, se mordió el labio inferior y sonrió.

Jungkook tenía las piernas abiertas, esposadas a unas largas cadenas que colgaban del techo. Una barra extensible no hacia más que mantener bien separadas sus piernas. Sus caderas quedaban alzadas, más sin embargo, no se podía levantar.

¿Cómo habían llegado a eso?
Pues...

En cuanto Kook entro a la consulta, Seokjin le hizo las preguntas de siempre.

¿Has notado avances?
¿Qué tal va tu relación con Jimin?
¿Te masturbaste en mi ausencia?

Ya saben, vas preguntas casuales de siempre...

Jungkook respondió como siempre, con la timidez que lo caracterizaba, hecho que no hizo más que encender al mayor.
Seokjin se levantó de su asiento y se encaminó al menor tirando de su mano para poder besarle con ganas.

Jin se había lamentado el no probar aquel par de labios antes. Su sabor era similar a la miel y a la canela. Ni hablar de su piel.

Ahora Jungkook parecía tan frágil sobre la cama de su consulta... Se podían ver claramente las marcas de los encuentros anteriores y las marcas nuevas que él mismo se había encargado de dejar.

Apretó el objeto que traía en sus manos y se lo tendió al menor. Se colocó a su lado y se acomodó en la cama, terminando de desnudarse.

Para Jungkook, el cuerpo del mayor no era más que una pieza invaluable. De amplios hombros, cintura pequeña, caderas increíbles y muslos gruesos. No se notaban abdominales pero aún así, en su normalidad, le pareció hermoso.

El mayor apretó de forma juguetona uno de los muslos de Kook y éste no pudo más que jadear, demasiado sensible...

-¿Qué es eso Hyung?- preguntó el menor, mirando el extraño aparato que yacía en las manos de su Doctor.

Seokjin sonrió y puso el objeto en los labios del menor, incitándolo a que lo lamiera, acto que el mejor hizo. Engulló hasta lo que pudo, las lágrimas resbalaban por sus mejillas. Abrió los ojos y miró al Doctor, quien, por el otro extremo, imitó al menor.

En el medio de aquel dildo doble, sus labios se rozaron y una sonrisa brotó en los labios del mayor. Humedecieron bien el dildo y pronto, tras retirarlo, Seokjin se acomodó entre las piernas del menor. Soltó sus piernas de los agarres metálicos y retiró la barra de metal, internando pronto aquel dildo en su interior.

Jungkook dejó un jadeo de dolor ante la profunda intromisión de aquella barra de plástico. Miro a Jin y este de acostó dándole la espalda. Se apoyó en sus rodillas y tomando el otro extremo del dildo, se lo colocó en su entrada.

Kook juró por un segundo, oír el más erótico de los gemidos antes de soltar él mismo uno de la misma magnitud.

Aún, entrelazando sus piernas, ambos embestían sin más, sin darse un segundo de tregua.

Ambos notaban la punta de aquel dildo golpear con intensidad una y otra vez, aquel punto dulce en su interior.

Ambos... Se sumían en el más profundo de los placeres. Cambiaron de posiciones unas mil veces tal vez. Jungkook continuaba corriéndose una y otra vez ante la sobre estimulación, tanto que, al llegar al décimo quinto orgasmo, su cuerpo no resistió y se entrego al mundo de la oscuridad y la calma.

Sus ojos marrones volvieron a abrirse a la mañana siguiente, encontrándose con el mayor, durmiendo justo a su lado.

Sus muñecas estaban esposadas. Jeon no pudo más que sonreír. ¿Irónico, no?

Viendo a Seokjin de esa forma, tan calma, comprendió que el mayor tenia dos caras.

La primera, la fachada del Doctor que conocía bien y, la segunda, la de la inocencia silenciosa. Esa faceta que ahora se planteaba frente a él.

Con la respiración calma y el cuerpo relajado, Jungkook no atinó a más que acercarse al mayor, apoyando su frente en el contrario. Respirando con calma, trantando de moverse lo justo y necesario.

Su cuerpo dolía, sentía que tantos orgasmos en la anterior noche, lo dejaron sumamente agotado.

Extrañaba a Jimin, extrañaba sentir su respiración en su cuello, extrañaba sentir el tacto de su piel desnuda contra él.

Extrañaba a su Hyung cada vez más.

Y si...

Se había vuelto adicto a él, casi tanto como a la sensación de tener una gran y venosa hombría en su interior golpeándolo sin piedad, haciendolo correrse sobre las sábanas de la cama.

Y, como si de un pecado se tratase. Aquella mañana, aún con el mayor a su lado, se masturbó mordiendo con fuerza sus labios.

Cuando Seokjin despertó, se encontró con la lívida mirada acuosa de Jungkook...

Siempre había tiempo para un rapidito, ¿No?

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Corto como mis ganas de estudiar :v

Les debo las imágenes y gif ya que actualizo desde mi cel :/

¡Lamento los errores ortográficos!

Mila

"Paciente N° 005" ~ (BTS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora