V E I N T E

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El pequeño Ryeowook lloró. Los gritos de omma no cesaban y dudaba que se detuvieran pronto. Tras las amenazas de su padre, intentó calmarse y ahogar sus sollozos, pero le fue imposible y terminó recibiendo un golpe en la mejilla. Su madre comenzó a discutir: "—¡Te he dicho que no lo toques, imbécil, no lo aceptarán con golpes!"

Ryeowook tenía miedo, temblaba y estaba consciente de aquello. Sintió una mano en su hombro, con temor volteó y se tranquilizó al ver a Heechul. "—Tengo miedo, hyung" susurró. Su hermano le sonrió como pudo y evitó que las lágrimas escaparan. "—No te preocupes, Wook, todo estará bien".

La sonrisa del mayor se desvaneció al instante. El fornido hombre entró con esa sonrisa que ya conocía, llena de perversión. Sus padres lo recibieron gustosos y obligaron a Ryeowook a acercarse.

"—Hola pequeño" saludó, ensanchando su sonrisa "—Seré tu nuevo papá, no tengas miedo" acercó su mano al rostro del menor, pero este se alejó.

El extraño buscó entablar conversación durante diez minutos, pero Wook se negaba a dirigirle siquiera la mirada. Esa noche, Ryeowook no fue adoptado.

Recibió regaños e innumerables golpes de quienes se hacían llamar sus padres. Cada vez que Heechul intentaba defenderlo, el mayor recibía golpizas diez veces más fuertes. El menor ahogó gritos, sabía lo que venía después de no ser adoptado. Se encerró en su cuarto, con la esperanza de que no ocurriera nada esa noche. Pero como siempre, no funcionó. Su padre entró y colocó el pestillo. Ese estúpido pestillo que no alcanzaba por culpa de su altura.

Ryeowook intentó huir, pero en hombre lo tomó del cabello y lo atrajo a él. "—Sabes lo que pasa con los niños malos" dijo comenzando a repartir besos por el cuello del menor.

"—Wook, Wook, Wook..."

— ¡Wook!

Despertó con la respiración agitada. Se incorporó en la cama y observó a Jong quien le miraba con preocupación. Sintió su rostro humedecido. ¿Había sudado o llorado? Tal vez los dos.

— ¿Estás bien, pequeño?

Ryeowook le miró por unos segundos y se lanzó a sus brazos, asustado. Comenzó a llorar. Yesung lo abrazó con fuerza y acarició sus cabellos, se ahorraría las preguntas por ahora.

— Tengo miedo, Jong...mucho miedo...

— No te preocupes, Wook, todo estará bien.

El menor empuñó la camisa del azabache entre sus manos al oír sus palabras. Existían muchas veces donde él hablaba como su hermano, y eso le dolía en el alma que creía que no tenía.

Duraron minutos abrazados, hasta que el pelirrojo se quedó dormido. Woon lo acomodó en la cama, lo acobijó y besó su frente. Lo admiró por unos segundos, Ryeowook era simplemente hermoso.

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Algo corto porque no tengo mucho tiempo.

Nos leemos luego.

LETRAS Y CAFÉ - | YEWOOK |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora