"Existen cuatro cosas que nunca vuelven: una bala disparada, una palabra hablada, un tiempo pasado y una ocasión desaprovechada"
Proverbio árabe.
Heechul dejó el ramo de flores sobre su tumba y se alejó para poder llorar sin que nadie lo viera. Sintió su celular vibrar, lo sacó y leyó el mensaje. Guardó nuevamente el aparato y secó sus lágrimas.
Es hora de cambiar mi vida. Pensó el pelinegro y salió del panteón.
Hangeng sonrió al ver al chico ahí, justo como lo había citado.
—Heechul, viniste...—el mayor asintió—, creí que tardarías ya que estabas en...bueno...ahí...
El pelinegro optó por sentarse en el césped, sin importarle que su lujoso traje fuera a ensuciarse. El menor lo imitó un tanto sorprendido, pero a la vez contento, su hyung comenzaba a cambiar.
—¿Por qué me citaste aquí, Hangeng?
—Yo...bueno, este es un día de suma relevancia, por lo que pensé que sería buena idea volver al lugar donde todo comenzó—habló este, acostándose y recargando su cabeza en las piernas cruzadas del menor—, ¿lo recuerdas, hyung?
Heechul sonrió con nostalgia y asintió.
—¿Cómo no recordar el día en que conocí a las dos personas más importantes en mi vida?—le cuestionó mientras acariciaba su cabello.
—¿Por qué?
—¿Por que qué, Han?
—¿Por qué lo preferiste a él?
El chico de la piel lechosa detuvo sus caricias y dirigió su vista hacia arriba. Admiró el cielo y el mínimo rastro de nubes.
—¿Por qué...?—Heechul sonrió—, yo tampoco lo sé. No sé si fue su sonrisa, su caballerosidad o la forma tan hermosa en la que me llamaba. No sé si fueron los pequeños detalles que tú no tenías conmigo o la admiración con la que me miraba. No sé si fue el hecho de que sus ojos brillaran cuando hablaba de sus pasiones o que su perfecto rostro enrojecía al intentar decirme que me amaba. Yo te quise Hangeng, demasiado, y tú lo supiste. Pero no supiste apreciarlo, y me enamoré de él—se detuvo un momento, pero continuó debido al silencio del menor—. Sin embargo, con los años todo cambió. Lo veía más distante, menos cariñoso y más posesivo. Me repetía que me amaba aunque sus actos me hacían dudar. Pasó de dedicarme todo el tiempo del mundo a vivir en su trabajo. Ya no habían rosas, palabras bonitas, ni esos pequeños pero hermosos detalles como besar mi cabeza y abrazarme hasta que quedara dormido. Todo se volvió un simple "te amo" con falta de sentimiento, y sexo. Sólo eso. Me dí cuenta de que no era más que un objeto para él, iba a hablar sobre todo eso, cuando lo descubrí...—Hangeng dirigió su mirada hacia Heechul—, lo había sospechado muchas veces, pero jamás creí que fuera capaz de engañarme con él. Dime Han, ¿te parece justo? ¿a pesar de que les dí mi confianza, mi preciado tiempo? ¿a pesar de que dediqué noches en vela consolándolos, brindándoles apoyo y dándoles ánimos? A Ryeowook le brindé mi apoyo, le dí mi amor, mi confianza, le presté mi casa, cuidé de él. A Siwon le dí...todo, absolutamente todo. Tanto mi cuerpo como mi alma.
—Él te quería-
—¿Y por qué lo hizo?—lo interrumpió el mayor.
—Tal vez...estaba confundido.
Heechul sonrió.
—Claro, confundido. Pero eso ya no importa, está muerto.
—¿Sabes qué fue lo que ocurrió?—preguntó fingiendo inocencia. Hangeng sintió su pecho comprimirse y la culpa comenzó a carcomerle la consciencia.
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LETRAS Y CAFÉ - | YEWOOK |
FanfictionEl rubio sonrió ante la queja del pequeño frente suyo, no le estaba prestando atención, pero, ¿cómo hacerlo? El chico frente a él era perfecto, con su pálida piel, sus delicados rasgos faciales, su brillante cabello oscuro y su mal genio con ese toq...