« La gran diferencia entre un gato y un mentiroso es que el gato tiene apenas nueve vidas »
—Mark Twain
Ryeowook observó fijamente su taza de café, completamente llena.
— Jong...—habló, capturando la atención del azabache—. ¿Conoces a Lee Donghae?
El cuerpo del mayor se tensó al escuchar dicho nombre.
—No, ¿por qué? ¿de dónde lo conoces?—preguntó buscando no sonar desesperado, aunque le era bastante difícil.
El pelirrojo apretó la taza entre sus manos hasta el punto de romperla y sentir como el líquido quemaba su piel.
—No me mientas.
Yesung se apresuró a recoger los pedazos y limpiar el café que se deslizaba por las piernas de la mesa.
—No quiero hablar de eso.
El menor se levantó y se retiró a su cuarto, dónde se dio la libertad de encerrarse.
Jong suspiró y acarició su sien. Lee Donghae jamás saldría de su vida.
- - -
Hyukjae hizo una mueca al ver dichas fotos, estaba seguro de que él no las había tomado. Se detuvo en una, donde podía apreciar a su hermoso ex-novio quien sonreía para la cámara. Arrojó el teléfono a su cama y jaló sus cabellos con frustración. No estaba seguro, pero tenía la ligera sospecha de que había bebido, y él no era bueno con el alcohol.
Se levantó de la cama y entró al baño para darse una ducha.
Al terminar, cogió una toalla y la enrolló en su cintura. Se sentía mejor, no lo iba a negar.
Escuchó el timbre, el cual extraña vez era utilizado, y se apresuró a ir a abrir la puerta.
El castaño frente a él le sonrió un poco falso.
—¿Necesitas algo?
—No mucho, he venido a devolverte esto—habló, extendiéndole la camiseta cenizo con estampado de mono—. La he lavado, así que no tienes de que preocuparte.
Hyuk sonrió y la tomó.
—¿Eso es todo?—el castaño asintió enérgicamente ante su pregunta—. De acuerdo, eres libre de irte, yo tengo que volver a lo mío.
Sin embargo, ninguno de los dos se movió. Los ojos del albino habían quedado estancados en los labios del menor, mientras Donghae no despegaba su vista del torso desnudo de Hyukjae. Estaba bien trabajado, su color era perfecto y pocas gotas de agua se deslizaban por este. Tenía tanta envidia en ese momento, desearía ser él quien viaja por ese suculento torso.
—Entonces, me voy—alegó sonriendo y se retiró antes de que la excitación le ganara.
Hyuk se molestó, no lo iba a negar. Creyó que el pequeño caería al verlo en tal estado, al igual que los demás. No obstante, había sido él quien cayó.
- - -
Sungmin sentía sus ojos arder con intensidad. ¿Por qué? Después de todo lo que había hecho por él. Dejó a sus amigos, a sus padres, a todo aquel cercano que decía quererle. Las palabras del Cho le habían caído como balde de agua fría. Sólo esa pequeña oración bastó para que su mundo se derrumbara.
—Te lo advertí—dijo Donghae mientras lo abrazaba.
Tal vez Min era un idiota, pero seguía siendo su amigo. El rubio nunca lo había dicho en voz alta, pero Donghae era lo único que tenía, y el caso del castaño era el mismo.
—¡Lo odio, Hae, lo odio!
El menor acarició su cabello, buscando relajarlo, aunque al parecer era en vano.
—Era hora de que te dieras cuenta. ¿Lo notas, Minnie? Él siempre te usó.
El contrario negó.
—Él dijo que me amaba, dijo que era para siempre...
—Nunca hubo nada, eras sólo parte de su plan para conquistar a Kim Ryeowook.
—Imposible, apenas llevan un año de conocerse, yo conozco a Kyu desde hace casi 10 años...
—Parece ser que no sabes la verdad, conejito. No te preocupes, me aseguraré de que la conozcas. Verás, hace casi 10 años...
Y tras el relato de Hae, Sungmin se rompió.
---
¿Qué la habrá dicho al conejo? :O
Es mentira, yo sé lo que ocurrió 7u7
Algo rápido e improvisado. Se me hacía cruel dejarlos esperando por más tiempo. So...
Nos leemos luego, mis beios ELF <3
ESTÁS LEYENDO
LETRAS Y CAFÉ - | YEWOOK |
FanfictionEl rubio sonrió ante la queja del pequeño frente suyo, no le estaba prestando atención, pero, ¿cómo hacerlo? El chico frente a él era perfecto, con su pálida piel, sus delicados rasgos faciales, su brillante cabello oscuro y su mal genio con ese toq...