Todos me miraban asombrados.
La pistola cayó de mis manos al piso.
¿Lo maté? ¡Lo maté!
—Scar...—Murmuró Tristan, mis ojos se llenaron de lágrimas y los miré a todos.
—¿Soy una asesina?—Murmuré. ¿Por qué mierda hice eso?
—Scarlett—Se acercó Seis.
Di un paso atrás.
—Lo maté... —Tomé mi pelo desesperada y halé de el al darme cuenta de la estupidez que acabo de hacer.
Me senté en el piso intentando calmarme, la clave es no pensar en el inhalador.
—Scarlett—Tristan se puso frente a mí y tomó mi rostro. —Escúchame—Soy una maldita asesina— ¡Escúchame! —Me gritó y observé sus ojos mieles...Dejé de pensar en el chico que asesiné y solo me concentré en sus ojos. Acarició mi mejilla tranquilizándome—Ya pasó—Susurró. —Estoy aquí contigo—Analicé cada una de sus facciones y vi el arma con el que maté a Carlos, la agarré y Tristan analizó mis movimientos, la puse en mi cabeza sin pensarlo, tal vez es la solución para toda esta situacion, Tristan la tira de nuevo al piso. —No...No hagas eso—Empecé a sollozar y él me acurrucó en su cuerpo.
—Lo maté, Tris...Yo entré en pánico...Creí que morirías—Él tomó mi rostro entre sus manos y acarició mi nariz con la suya.
—Once...Creo que mejor le damos un calmante—Sugirió Seis.
—Sabes que los calmantes no me funcionan—Miré sus ojos.
—Lo sé—Me respondió. —Ningún calmante...Yo estaré con ella—Me ayudó a parar.
—Once...Sigues mal—Insistió Seis.
—Estoy bien—Se giró a mirarla.
Cinco no paraba de mirarme analizando la situación. Creo que está en una especie de trance.
—Desháganse de ellos—Ordenó Tristan.
Caminamos a mi habitación y al llegar me senté en la cama.
—Traeré café—Me avisó—No hagas alguna tontería—Es mi especialidad...
¿Qué pensaría mi madre? Debo ir a la cárcel para pagar mi crimen...No puedo quedarme así, tengo que ir y hacerme responsable de mis actos.
A los minutos Tristan entró con dos tazas.
—Tristan, yo debo entregarme a la policía... Eso es un delito, yo tengo que pagar por lo que hice—Le dije rápidamente.
Él puso las tazas sobre la mesa y se acercó a mí, tomó mi rostro y automáticamente mi respiración se aceleró.
—No es un delito, solo me defendiste, si no lo hubieras hecho el muerto sería yo—No quiero imaginarme eso.
— ¿No es un delito? —Susurré mirando sus ojos, él negó con la cabeza.
—Gracias—Acarició mi mejilla y negué varias veces con la cabeza.
—No me agradezcas eso—Supliqué alejándome.
—No te estaba agradeciendo eso—Él sonrió.
— ¿Y qué? —Estaba confundida.
—Gracias por entrar en mi vida.
¿Acaso está bromeando?
—Tristan, yo no entré en tu vida, tú me forzaste a entrar ¿Lo recuerdas? —Señalé la habitación para que entendiera.
—No, Scarlett...Yo solo te secuestré, tus estás entrando en mi vida de una manera que nunca jamás nadie ha podido entrar, ¿Crees que si no hubieras entrado en mi vida te hubiera dicho mi nombre? Scarlett, no te imaginas lo loco que me estás volviendo...Eres mi maldita salvación al borde del abismo, eres la mano que me sostiene cuando estoy a punto de caer...No de lanzarme, no soy lo suficientemente valiente para hacerlo, tampoco soy lo suficiente valiente como para decirte que estoy sintiendo algo por ti, te doy las gracias porque me estás haciendo hacer cosas que no estaban en mi plan perfecto... Mi plan no era este...—Lo interrumpí.
— ¿No era qué? —Mordió su labio bajando la mirada.
Justo cuando pensé que confesaría sus sentimientos me sonrió y dijo:
—Ya te dije que no soy lo suficientemente valiente—Se excusó.
—Está bien—Asentí—No puedo decir lo mismo...Porque tu si entraste a mi vida forzado, tú ya sabes todo de mi...Lo averiguaste todo—Él negó con su cabeza acomodando su pelo.
—No se puede averiguar lo que guardas en tu cabeza, no se puede averiguar de que son tus pesadillas, no se puede averiguar que tan fuertes son las batallas que tienes con tus demonios...No puedo averiguar lo que sientes, no te imaginas lo mucho que quiero saber eso—Tomé un bocado de aire.
—Guardo cosas que yo ni sabía...Mis pesadillas se tratan de la realidad...Mis batallas no se les puede llamar batallas, porque me rindo demasiado rápido, ¿Qué siento? —Mordí mi labio inferior bajando la cabeza—Tampoco soy lo suficientemente valiente para decírtelo.
—Tristan—Entró Cinco a la habitación.
Tristan bajó la mirada sonriendo.
—Tenía mucho tiempo que no te escuchaba decir mi nombre—La miró, ella rodó los ojos.
—Como digas...Déjame unos minutos con Scarlett—Él asintió mirándome.
Salió de la habitación y yo me senté en la cama mirando a Cinco.
—No puedo creer que hayas hecho eso por mi hermano—Murmuró.
—No lo hice por él, lo hice por mí—Ella frunció el ceño y tomé un bocado de aire. —Estoy enamorada de tu hermano—Me arrepentí inmediatamente de haber dicho eso...Maldita sea, se lo dije a su hermana ¡Su hermana me odia! —No...Olvídalo, yo...—Me interrumpió.
—Ya eso lo sabía—Asintió con la cabeza sin darle importancia—Pero no sabía que iba en serio.
—Parece que sí—Ella rio... ¿Está riendo? ¡Riendo! ¿Eso es bueno? ¡Me va a matar! No...Creo que es bueno.
—Esto los va a lastimar a los dos...Sabes que ese plan del que te habla no tiene un buen final ¿Cierto? —Asentí recordando lo mucho que le he preguntado si me terminará matando.
—No me importaría—Ella inhaló.
—Pero a él si—Bajé la mirada.
Asentí varias veces.
—Solo promete no lastimarlo por ahora—Asentí varias veces.
—Lo prometo—Ella exhaló y agarró las tazas de la mesa.
—Lo calentaré, ya está frío—Asentí y salió de la habitación.
El disparó retumbaba mis oídos...Fue solo para defenderlo.
Acabo de matar a una persona...Acabo de arruinar una vida...Acabo de convertirme en una asesina.
¿Y ahora qué hago?
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Secuestrada Con El Amor
RomanceScarlett Brown, es de una familia multimillonaria dueña de muchas empresas en diferentes partes del mundo, su madre es una modelo bastante conocida y su padre un famoso empresario...Son la familia perfecta, tienen dinero, son felices y tienen muchos...