Capítulo 28

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La película terminó y Austin me abrazó más fuerte.

—No tuviste que hacerte eso—Me susurró y yo subí mi mirada para verlo.

—Sí...Sí tuve y ya pasó, no quiero seguir hablando de esto—Él tomó mi mano.

—Yo puedo hacer que te olvides de él—Besó mi mano y luego mi cuello.

—Ya basta, Austin—Le dije levantándome—El sexo no solucionará mis problemas, el hecho de que perdí mi virginidad contigo no me hace tu sumisa...Ya basta, eres mi mejor amigo y solo quiero que me apoyes en todo lo que hago...Austin, hoy cumplo veintiséis, solo quiero divertirme—Él suspiró y asintió.

—Tienes razón, lo siento—Se levantó y me abrazÓ. —Supiste que sacaran a Kendall en unos días por buen comportamiento—Sonreí.

— ¿En serio? —Él asintió. —Eso es genial—Reí.

UNA SEMANA DESPUES

—Soy libre—Dijo Kendall en mi auto.

—Casi libre, tienes libertad condicional —Reí.

—Cierto, pero me siento libre—Sonreí—De nuevo gracias por dejarme quedar en tu casa.

—Tranquila, eres mi mejor amiga—Me detuve en mi casa.

—Es hermosa—Dijo mirando mi casa.

—Es bastante acogedora—Nos bajamos del auto.

—Así parece—Rio. — ¿Dónde poder trabajar? —Preguntó.

—Te conseguiré trabajo luego, ahora deberías descansar—Entramos a mi casa.

— ¿Descasar? Scarlett, hay que ir a una fiesta y yo sé un buen lugar a donde ir—Observo mi casa. —Extraño tanto a Jason—Susurró sentándose en el mueble.

— ¿Quién es Jason? —Le pregunte.

—Siete—Asentí— ¿No sabes dónde está?

—Creo que donde esta Tris—Ella sonrió.

— ¿Vamos? —Sonrió.

—Es que...Lo vi la semana pasada y me dijo que no volviera.

— ¿Y? —Sonrió de nuevo.

—No iré—Me cruce de brazos.


Llegamos a la prisión y yo seguía enojada porque me logro convencer.

—Yo entro primero—Dijo después de hablar con el policía.

Asentí y pasaron como diez minutos y supuse que también hablo con Tris.

Salió y me sonrió.

—Ve—Me ordeno.

—Maldición—Entre y repetí el proceso de revisión que no creí que repetiría después de que Kendall salió.

Al entrar ya él estaba ahí sentado.

—Te dije que no volvieras.

—Kendall tiene ese don de convencer a las personas—Me senté frente a él.

—Es libre—Asentí sonriendo.

—Se quedará conmigo mientras que consigue donde quedarse—Él tomó mi mano que estaba sobre la mesa.

—Yo también me quiero quedar contigo—Sonrió. — ¿Tú te quieres quedar conmigo? —Me preguntó.

—Sabes que sí—Mordió su labio.

Secuestrada Con El Amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora