Capítulo 37

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Analicé el lago de los sentimientos.

— ¿Cómo recuerdas todavía la dirección? —Le pregunte sentándome en el viejo banco.

—Hay cosas que jamás se olvidan—Se sentó a mi lado. —Aquí te dimos nuestro primer beso—Mire sus ojos.

—Lo recuerdo—Él sonrió.

—Me cambiaste, Scar...Si no fuera por ti yo seguiría en mi mundo o habría muerto en el intento. De pronto llegaste tú, tan buena, pero tan vulnerable que quise ser bueno para ti y acompañarte—Bajé la mirada. El sostuvo mi mano y yo mire sus ojos. El rio—Tenía miedo de que no me quisieras—Sonrió y yo reí.

— ¿Cómo no te iba a querer, Tris? —El acaricio mi mano.

—Mi papá no me quería—Bajo la mirada—Nunca me quiso, pero ¿Sabes algo?—Me miró—Yo siempre lo ame a él y quería que se sintiera orgulloso de mi, aunque eso me llevara a ser un criminal.

— ¿Y que paso? —Suspiró.

— ¿Recuerdas la ves que te dije que había muerto un amigo cercano? —Me preguntó y yo asentí recordando el momento. —No era un amigo cercano, mataron a mi padre, once disparos, murió por mí.

—No te tienes que sentir mal, era una mala persona y no te quería y además te hizo algo que no querías ser—El asintió.

—Sí, pero...Si no hubiera sido por él, yo no te hubiera conocido, Scar y conocerte es lo mejor que me ha pasado—Lo abracé.

—Te amo—Susurré—Y nunca voy a dejarte, te lo prometo—Tomé su rostro para que me mirara.

—Una vez me dijiste que las promesas se hicieron para romperse—Yo acaricie su rostro.

—Tú me enseñaste que no tiene que ser así—El mordió su labio y me beso.

Se separó y me miro.

—Dame tu móvil—Me ordeno y yo fruncí el ceño.

— ¿Para qué? —Dije riendo.

—Dámelo—Yo obedecí y se lo di.

Saco el de él de sus pantalones y lo puso en el banco.

Me cargo y se dirigió al lago.

— ¡No, Tristan! —Le suplique moviéndome en su cuerpo.

El me ignoro y nos lanzamos al lago.

Yo reí y el me abrazo, pase mis brazos por su cuello y roce nuestras narices.


Salimos de la casa y deje a Tristan conducir.

—Debo ir de al mercado—Le dije.

— ¿Te parece si te dejo en el mercado y yo voy a decirle a Austin para trabajar con él? —Asentí sonriendo.

—Me parece bien.

Luego de varios minutos se detuvo en un mercado.

—Te veo luego—Lo mire y reí.

Me acerque a él y bese la punta de sus labios.

—Te quiero—Me dijo antes de que saliera del auto.

Entré y fui pasillo por pasillo viendo que compraría.

Iba metiendo en mi carrito y la verdad suelo tardar algunas horas comprando, ya que veo toda la comida y escojo de diferentes tipos, disfruto mucho ir de compras.


Termine de hacer mi compra y me dirigí a pagarlo.

Tristan no me ha llamado, pero decidí no molestarlo porque debe estar con eso de su trabajo.

Salí con las bolsas y tome un taxi, el señor me ayudo con las bolsas y las puso en la cajuela.

Le dije la dirección y me llevo hasta la puerta de mi casa.

Se bajó del auto y me ayudo a bajar las bolsas.

Le pague.

—Conserve el cambio—Le dije y el señor sonrió.

Entre a la casa con algunas bolsas para que Carla me ayudara.

— ¡Carla! ¡Ayúdame con la compra! —Grite.

Ella vino hacia mí y agarro las bolsas.

Las llevamos a la cocina y mire mi móvil para ver si Tristan había respondido el mensaje que le envié.

Nada.

La angustia me inundo y decir llamarlo.

Luego de varios tonos contesto.

— ¿Tristan? —Dije.

— ¿Usted es familiar de el chico? —Escuche una voz femenina angustiada.

— ¿Qué le paso? —Murmure.

—Señorita, yo creo que lo mate...Señorita, no sé qué hacer—Mi corazón se detuvo.

— ¡Llame a la ambulancia! —Grite. — ¿No tiene pulso? —Pregunte.

—Es que...No lo sé, estoy muy nerviosa—Sollozo— ¿Puede venir?

— ¿Dónde están? —Me dicto la dirección y colgué. —Carla ¿Esta Kendall? —Le pregunte mientras marcaba a emergencias.

—No, señorita...Salió hace una hora—Asentí.

—Cuando vuelva dile que me llame...Es urgente—Ella asintió y Salí corriendo de la casa.

Tome el primer taxi y le dicte la dirección.

—Señor, puede ir un poco más rápido—Le suplique.

—Voy al límite de velocidad, señorita—Mi respiración cada vez era más agitada.

El taxi se detuvo y le pague lo más rápido que pude.

Baje del auto y vi mi auto que estaba destrozado...Tristan.

Corrí hacia ellos y la ambulancia ya había llegado.

Vi que lo montaban en una camilla.

— ¡Tristan! —Grite y corrí hasta él.

Lo subieron a la ambulancia.

— ¿Usted es familiar de él? —Pregunto y asentí. —Suba—Subí y tome la mano de Tristan, estaba inconsciente.

— ¿Va a estar bien? —Le pregunte al que le tenía puesta la mascarilla.

—Espere que lleguemos al hospital.

Acaricie su mano.

No tuve que dejarlo ir solo.

—Tristan, resiste...Te necesito—Le susurro—Por favor, Tris...Te amo más de lo que piensas.

Nos detuvimos en el hospital y lo bajaron con cuidado.

Entraron rápidamente por emergencia y yo corrí con ellos alado.

—Espere aquí—Me detuvo un doctor y vi cómo se llevaban a mi Tristan lejos de mí.

Le marque a Kendall.

— ¡Hola, Scar! —Me hablo alegre y yo baje la mirada.

—Kendall...—Solloce.

— ¿Qué ocurre? —Pregunto preocupada.

—Debes venir al hospital...Tristan acaba de tener un accidente—Solloce de nuevo.

— ¿Qué?

—Por favor, ven rápido...Necesito a alguien.

—Llegare enseguida. Scar, respira...No pierdas la calma, iré ahora mismo—Colgó.

Frote mi rostro.

Mantén la calma.

Sentía como mi pecho se comprimía, no usaba inhalador desde los diecinueve pero ahora estoy considerando usarlo.

Tiene que resistir...Yo lo necesito.


Secuestrada Con El Amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora