No lo puedo creer...Acabo de despertar y no por las pesadillas, he despertado sin pesadillas.
Observo que esta no es mi habitación y una mano en mi cintura me avisa que no estoy sola, miro a Once dormir.
Sonrió...Tal vez las pesadillas estén desapareciendo.
Ya no llevaba el vestido, tenía una playera de Once.
Once despertó y me observó unos segundos.
— ¿Dónde estoy? —Pregunté.
—En mi habitación—Soltó el agarre de mi cintura y puso sus manos atrás de su cabeza haciendo que los bíceps de sus brazos tatuados se marcaran.
—No tuve pesadillas—Miró mis ojos con detalle—Nunca habían parado desde que comenzaron—Le dije— ¿Crees que se vayan?
—No lo sé—Susurró.
—Debería irme a la habitación...Si Cinco se entera que estoy aquí...—Me interrumpió.
—Aquí solo está Seis y Tres—Suspiré, me senté para poder levantarme. —Quédate aquí en la cama—Su voz sonó ronca, más de lo normal.
Me volví a acostar y me acercó a él.
—Te quedaste dormida anoche en mi pecho—Asentí. Acaricié sus pectorales tatuado y fui bajando lentamente trazando las líneas negras de tinta en su piel, llegué hasta arriba del elástico de su bóxer y acaricié un infinito que estaba tapando el elástico del bóxer.
Miré sus ojos pesando que le molestaba.
—No me molesta, me gusta que hagas eso—Murmuró y yo seguí trazando las líneas.
Vi un bulto bajo las sabanas y me reí.
Once miro su bulto y sonrió.
—Es normal, casi siempre pasa al despertar—Yo me senté.
Observé la habitación y había un televisor grande sobre una mesa, había un escritorio con muchas gavetas y una computadora portátil sobre ella, la cama era matrimonial, es blanca y tiene una tela blanca cayendo alrededor creando una forma de techo y privacidad.
—Analizando mi habitación—La voz de Once chocó en mi oreja.
Asentí.
— ¿Te gusta? —Preguntó y asentí. — ¿Quieres quedarte aquí? —Miré sus ojos para saber si hablaba en serio o solo bromeaba.
—Once...Debes detenerte—Murmuré al notar que su petición era en serio.
—Ya lo sé...Solo te ofrecí quedarte aquí para que duermas mejor y no tengas pesadillas—Analicé sus ojos mieles.
—No paran por el lugar donde duermo...Créeme, no te imaginas cuantas veces cambié de cama y de habitación—Él relamió sus labios.
—Tal vez paran si duermes con alguien—Arqueé una ceja.
—Yo siempre duermo con Mason o con Natalie—Sonrió y asintió.
Moví la tela que caía por alrededor de la cama para levantarme.
Bajé un poco la camisa ya que me llegaba por abajo del trasero.
— ¿Puedo usar tu baño? —Le pregunté y él asintió.
Hice mis necesidades y limpié mis dientes con mi dedo y la pasta de dientes.
Hice un moño a mi cabello y salí del cuarto de baño.
Once se estaba poniendo los pantalones y podía observar detalladamente los tatuajes que cubrían su cuerpo, en la espalda había unas alas de angeles que se camuflaban con el resto de sus tatuajes.
Son tan hermosas.
Me acerque a él y toqué su espalda mirando el tatuaje de cerca.
Sus músculos se tensaron ante mi tacto pero luego de pasar mi dedo varias veces por sus tatuajes se relajó.
—Me dices debes detenerte pero tú no te detienes—Murmuró de espaldas a mí. Rodeé mis brazos por su torso quedando pegada a su espalda.
Sus manos tocaron las mías que estaban en la parte de delante de su cuerpo.
—Intento detenerme...Pero me lo haces tan difícil—Escuché su voz.
Pegué mis labios en su espalda inconscientemente y me dejé llevar, dando pequeños besos por su formada espalda.
—Scar—Murmuró—Me estás descontrolando—Se salió de mi agarre para mirarme de frente.
Acarició mis labios entreabiertos.
—No te entiendo—Dijo uniendo nuestras narices y acariciándolas entre ellas. —Me dices que me detenga pero me buscas para que no lo haga—Me repitió mientras con la punta de su nariz acaricia mis labios entreabiertos buscando la manera de besarlos.
—Soy la persona más complicada que podrás conocer—Murmuré mirando sus carnosos labios rosados.
Abren la puerta de la habitación.
—Maldita sea, Seis...Toca la maldita puerta—Dijo Once frustrado y yo me giré para que ella no me viera.
— ¿Trajiste una chica? —Preguntó ella—Once es muy arriesgado.
—Es Scarlett—Dijo él.
—Creí que no podía salir de su habitación —La voz de Seis sonaba con sorpresa.
—Es una larga historia que no te contare—Contestó Once.
—Terminará mal, Once... Te dolerá—Él negó con la cabeza.
—Vete—Le ordenó.
—Pareces masoquista—Soltó ella. —Vamos, Scarlett—Me llamó y me dirigí a ella pero Once tomó mi brazo.
— ¿Qué haces? —Le dijo a Seis.
—Por favor, Once—Él pestañó varias veces.
—No puede salir así—Murmuró señalando mi vestimenta.
—Le daré ropa—Dijo ella y miré el agarre de Once en mi brazo. Lo soltó y fui con Seis a la habitación. —Scar... ¿Podrías no tratarlo ...Así? No queremos que él mismo se consuma—Bajé la mirada—Hazlo por él—Cerró la puerta de mi habitación
Me senté en el marco de la ventana y observé el lago, no es lo mismo verlo desde la ventana que de cerca.
¿Qué habrá hecho mi madre ayer en mi cumpleaños? Espero que me extrañe tanto como yo a ella... La necesito, necesito a papá, a mi nana, a Mason, a Natalie...Los necesito, pero tengo tanto miedo de escapar porque sé que me van a encontrar...Tengo tanto miedo de dejarlo.
¿Cómo se llamará Once en realidad? Espero que algún día me lo diga...Tal vez el día en que me mate...Mientras tanto tan solo me conformare con el Once.
Observé como Once se sentaba en el mismo banco de anoche al frente del lago.
¿Qué estará pensando?
Veo como Seis se sienta a su lado y acaricia su espalda... ¿Serán novios? Ella lo abrazó y sentí algo raro en mi pecho... ¿Vacío? No lo sé. Hice caso omiso y me acosté en mi cama el resto del día.
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Secuestrada Con El Amor
RomansaScarlett Brown, es de una familia multimillonaria dueña de muchas empresas en diferentes partes del mundo, su madre es una modelo bastante conocida y su padre un famoso empresario...Son la familia perfecta, tienen dinero, son felices y tienen muchos...