Secuestrada Con El Amor

Capítulo 40

Metieron la urna y mire a Tristan que había bajado su cabeza, una lágrima salía de su mejilla.

Tomé su mano y el me miro, me acurruco en su pecho haciendo que mis lágrimas ensuciaran su camisa.

Theresa lloraba a mares abrazando a Kendall.

—Tris...—Susurré mirándolo.

Sus ojos estaban cristalizados.

—Te amo, Scar—Sonreí aguantando las lágrimas.

Bese sus labios levemente.

Limpie sus lágrimas con mis pulgares.

—Lo siento, esto es difícil—Susurro mirándome. —Yo...Siempre hice todo por ella y ver cómo se va para siempre...Es simplemente difícil—Asentí mirándolo. —Ya me quiero ir—Murmuro y miro a Kendall.

Ella se acercó a nosotros y lo abrazo y se derrumbó entre sus brazos, lloro en su pecho y el acareaba su cabeza aguantando las lágrimas.

—No estuve con ella lo suficiente...No es justo...No estoy lista para dejarla—Sollozo y yo limpie mis lagrimas.

Veo a lo lejos que llega mi madre y mi padre.

Se acercan a mí.

— ¿Qué hacen aquí? —Susurre.

Mamá me abrazo.

—Kendall nos avisó—Dijo papá/

—De verdad lo siento, hija...Sé que eras muy unida a esa señora—Asentí mirándola, ella saco esa sonrisa que siempre tiene aunque este en el peor escenario.

Ella miro a Tristan y le sonrió, se acercó a él y lo abrazo, él se tensó ya que no se lo esperaba de mi madre.

—Si necesitas algo puedes contar con nosotros—Le dijo mamá mirándolo.

El asintió.

—Vayamos a casa—Le dije a Tristan y el asintió.

Tomé su mano y mire a mis padres.

—Yo los seguiré—Asentí.

Me dirigí al auto y entre con Kendall y Tristan.

El trayecto hacia mi casa fue silencioso, todos estábamos sumergidos en nuestros pensamientos.

Agarre la mano de Tristan y lo mire un momento, subí su mano a mis labios y le di un beso.

Llegamos a la casa y nos bajamos.

Vi a Jack en la entrada de mi casa.

— ¿Qué haces aquí? —Le dije.

—Aléjate de él... —Me halo del brazo alejándome de Tris y Kendall. — ¿Cómo pudiste seguir con ellos si ellos te secuestraron? Lo averigüe todo...—Lo interrumpí.

—Eso no te importa—Le dije soltando su agarre.

—A mí no... Pero estoy seguro que tus padres no lo saben—Lo fulmine con la mirada.

—Ni se te ocurra—Le advertí.

—Pruébame—Me reto.

—Si no te largas ahora mismo de mi propiedad llamare a la policía—Le dije agarrando mi teléfono.

—Tranquila, nena... No tengo prisa, pero si no te alejas de ese imbécil... Hablare—Se dirigió a su auto y se fue, a los segundos llegan mis padres.

—No le prestes atención, después hablare con el—Le dije a Tristan.

El asintió y beso mi frente.

Los invite a pasar y ellos entraron.

— ¡Carla! —La llame.

— ¿Si? —Salió de la cocina.

—Prepara café y té para mi mamá, algunas galletas y una aspirina para el dolor de cabeza—Le dije, ella asintió.

—Que sean dos pastillas—Dijo Kendall.

—Tres—Le dijo Tris y ella asintió.

Nos sentamos y Tristan pasó su brazo por mis hombros.

— ¿Y cómo te sientes después del accidente? —Pregunto mi madre a Tris.

—Ya estoy mejor—Contesto

— ¿Kendall, estas bien? —Le pregunto papá a Kendall que aguantaba las lágrimas.

—Yo...Solo necesito estar sola unos minutos—Asentí y ella subió las escaleras.

—Estará bien, el dolor no es para siempre—Le dijo Tristan a mis padres.

—Si hay algo en el que podamos ayudar solo...—Tristan interrumpió a mi padre.

—No se preocupen, estaremos bien—Ellos asintieron y Carla sirvió los café y me dio las aspirinas, tome una y le di una a Tris.

—Súbele el café y la aspirina a Kendall, por favor—Ella asintió.

Llaman a mi padre y el pide permiso y contesta.

— ¿Hola? Soy yo... ¿Tiene que ser ya? —Miro a mamá, ella le hacía señas para que fuera después.

—No se preocupen, estamos bien—Le dije a mamá—Yo les aviso si necesito algo—Papá me miro y asintió.

—Ya voy para allá—Dijo y colgó la llamada.

Se levantaron y yo los acompañe a la salida.

—Avísame si pasa algo—Dijo mamá y beso mi frente, abrazo a Tris mientras yo me despedía de papá.

—Cuídala—Le dijo papá a Tristan mientras tomaba su mano, el asintió.

Salieron de la casa y lo mire.

—Sonrió—Me pidió—No quiero verte triste, preciosa—El sonrió.

Asentí.

El rodeo sus brazos en mi cintura y me acerco a él.

—Bésame—Me susurro en el oído, mire sus labios y me acerque a él.

Roce sus labios con los míos y mordí mi labio inferior mirando sus preciosos ojos.

—No me hagas esto—Murmuró.

Bese sus labios y el me cargo del piso riendo.

Yo reí y bese sus labios con calma.

—Por esto te amo—Le murmure mirando sus ojos.

— ¿Por qué? —Sonrió.

—Puedes hacerme sonreír en momento de tristeza—El mordió su labio sonriendo.

—Yo también te amo—Beso mis labios varias veces. —Vamos a salir de esto, te lo prometo, nena—Acaricio mi mejilla—Vayamos a hacer reír a Kendall—Me dijo y subimos las escaleras hacia la habitación de Kendall.

Ella no hubiese querido que lloráramos, solo que la recordáramos, porque no se muere quien se va...Solo se muere quien se olvida.