Capítulo 47

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—Está muy borracha—Dijo Naty arrastrando las palabras.

Yo reí y asentí.

—Llamare a alguien para que te venga a buscar—Dijo Mason que era el más sobrio de los tres.

Reí y le di mi teléfono tomando otro shot.

—No llames a Kendall, tiene una cita—Le dije y el asintió.

— ¿A Tristan Thompson? —Dijo mirando su móvil.

—No creo que quiera venir—Empecé a llorar.

—Lo llamare—Dijo marcando el número y alejándose.

—Cuéntame que paso—Dijo Naty acariciando mi cabeza.

—Lo extraño—Solloce.

—Ya viene—Me dijo Mason.

—Otro shot—Le dije al chico que nos atendía.

Él lo sirvió y lo tome.

—Dame otro—Le pedí.

—No más—Escuche su voz cerca de mi oído.

Gire a verlo y cuando nuestros ojos se conectaron no aguante las ganas de llorar.

—Oye, amigo...Aléjate de ella—Dijo Mason tocando su pecho.

—Él es Tristan—Le dije mientras Tristan lo asesinaba con la mirada.

—Lo siento, es que toda la noche se han estado acercando y no quiero que se aprovechen de ella—Dijo mirándolo.

El asintió.

—Vámonos—Me dijo.

—No quiero irme—Murmure y el me cargo. —Creo que eso no importa...Hasta luego, chicos—Me despedí.

Puse mi cabeza en el pecho de Tris.

Nos subimos a un auto que no era de él.

Miro a la persona que conduce...Lo que faltaba...Charlotte.

Tristan se pone en la parte trasera conmigo y hace que ponga mi cabeza en su pecho, pero yo me alejo.

—Ven, Scar—Me acerco a él.

—No me toques—Dije mirando por la ventana.

—Scar...—Lo interrumpí.

— ¡Que no, Tristan! ¡No he parado de llorar por ti y además vienes a buscarme con Charlotte! ¿En que estabas pensando? Maldición—Grite frustrada.

El no dijo nada más haciendo que me quedara dormida en el camino.

Siento como me carga pero no abro los ojos para comprobarlo.

—Me quedare con ella, avísame cuando llegues a tu casa—Escuche su voz.

—Está bien, avísame si necesitan algo—Su voz me aturdía.

Escuche como el auto se alejaba.

—Tristan...—Murmure sin abrir los ojos.

—Dime—Su varonil voz casi hace que me orine encima.

—No quiero que te quedes—Susurre.

—Haz silencio, vamos a darte una ducha—Me dijo y abrí mis ojos lentamente cuando me puso en la cama.

Vi cómo se dirigía a mi cuarto de baño y empezaba a llenar la bañera.

Me quite la ropa con pereza.

Tristan se acercó a mí llevándome a la bañera.

— ¿Esta fría? —Le pregunte.

—No—Murmuro en mi oído haciendo que todos mis vellos se erizaran.

Entre en la bañera y el me ayudo a ducharme.

—Estoy cansada—Le dije.

Él me puso una toalla y me llevo a la habitación.

Saco ropa interior y mi pijama.

Me la ayudo a poner y recogió mi cabello en una cola de caballo.

— ¿Por qué haces todo esto? —Pregunte acostándome mientras él me cubría con una manta.

—Porque te amo—Dijo acariciando mi mano.

— ¿Por qué hiciste eso, Tris? —Las lágrimas comenzaban a salir.

—No hice nada, nena... Yo jamás haría algo que no fuera contigo—Mire nuestras manos unidas y en la suya estaba el anillo.

—Tengo miedo—Murmure acariciando su brazo.

—Para eso me tienes a mí—Beso mi mano. —Lo siento—Puso la palma de mi mano en su rostro y lo acaricie.

—Cambie de opinión—Susurre—Quiero que te quedes.

—Lo sé, igual no me iba a ir—Sonreí. —Te hare un café—Se iba a levantar pero tome su mano.

—No me dejes—Mordió su labio aguantando una sonrisa.

—Nunca más—Beso mi frente. —Pero necesitas café—Murmuro sonriendo.

—No, te necesito a ti—Pase mi mano por su nuca para que se acercara a mí, bese sus labios y él se separó.

—No, nena... Estas ebria—Murmuro acariciando mi rostro.

—No importa—Dije acariciando su nuca.

—Scar...—Puse mi dedo en sus labios acariciándolos. —No quiero que te arrepientas cuando amanezca—Agarre su mano y la puse bajo mi camisa sintiendo su cálida piel.

El la quito rápidamente y se levantó.

Yo me senté para mirarlo mejor.

—Tris—Susurré.

El mordió su labio inferior,

Yo me levante y bese sus labios, él intento separarme pero no se lo permite, sus labios se movían a la perfección con los míos.

—Scar...—Murmuro y yo hice un sonido con mi garganta de queja—Me vas a volver loco—Mordió mi labio.

— ¿Soy tuya? —Susurre acariciando su pecho.

El miro mis ojos fijamente.

—Solo mía—Sonrió y me beso.

Me acostó sobre la cama y le quite la camisa.

— ¿Estas segura? —Pregunto y yo asentí varias veces.

Sus labios pasaron a mi cuello dejando un camino de besos, me quito la camisa y siguió besándome.

Estuvimos torturándonos lo que me pareció una eternidad, pero nos encontrábamos desnudos dándonos mutuamente todo lo que teníamos.

Nuestras prendas estaban esparcidas por toda la habitación y nosotros nos volvimos uno solo.

—Te amo mucho, mi Tris—Susurre en sus labios.

—Y yo a ti, nena—Murmuro en el momento exacto en que el orgasmo llego. —Descansa.

Lo abrace y a los minutos me quede dormida a su lado.


Secuestrada Con El Amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora