Lo buscaré

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Ya era tarde, yo seguía en la biblioteca, el chico que tenía de apodo E, de había ido, no sabía nada de él además de que su nombre empezaba con esa misteriosa letra, que escondía sus ojos en su flequillo tal y como si unas delgadas cortinas cubrieran la ventanas de una casa y que es uno de los chicos nuevos, solo habían tres, dos son de mi zona y el otro es de los de hengland, y mi colmo sería que él fuera de ahí, solo espero que no, camine a la salida, cada uno de mis pasos estaban llenos de confusión pensando en ese chico tan perfecto,  cada paso hacia un eco con el suelo de madera, chocando con las paredes de la biblioteca, salí de ahí tranquilamente. Me dirigí a mi edificio buscando el segundo edificio, el tercer piso, y mi cuarto el número dos.
Cuando llegue subiendo por las escaleras para intentar despertarme, abrí la puerta con la cabeza baja y tomando mechones de mi cabello pasando mi mano sobre el.
Cuando abrí la puerta, ahí estaba mi mejor amigo, mi compañero, Tord, estaba dormido desafortunadamente.
Tord es un chico que toma de taller baloncesto en el edificio de deporte, yo tomo matemáticas en el de conocimiento, Tord es un chico con un buen físico, el se preocupa por mí, y es por eso que me alienta a ir a correr en las mañanas o a hacer con el ejercicio por las noches, Tord es un chico bastante honesto y confiado, pero nunca sabes cuándo ara algo, como su mejor amigo el me cuenta todo y yo a él, es por eso que quería hablarle al tal chico de la biblioteca, tiene muchos amigos y encontrar al chico sería fácil con Tord, y lo mejor es que conoce a un chico llamado Todd, al parecer son primos y este chico Todd tiene de novio a uno de la zona de hengland, y pedirle información sobre un chico nuevo, será fácil, pero aún así todavía tendría que revisar mi zona, y esto sería difícil si realmente quisiera encontrar al chico de la biblioteca.
Pero estaba cansado ya, y Tord estaba dormido, no tenía sabanas encima de él, su brazo izquierdo colgaba al igual que su pie.
Me pareció graciosos pero lo acomode para que en la mañana no se cayera de la cama, el tenia la cama de arriba y yo la de abajo, así es, una litera, según yo, todas las habitaciones tienen literas.
Nuestro cuando tenía una alfombra roja, un closet, un sillón verde bastante grande y las paredes tenían pósters de varios deportistas que a Tord le gustaban, a mí me parecía bien, mientras que al lado de nuestra litera había un escritorio donde yo podía investigar en mi computadora y poder hacer mis tareas y estudiar.
Me quité la camisa y los pantalones para poder estar más cómodo, pude haberme puesto piyama, pero mañana tendría que bañarme temprano, y llegar a las duchas aveces es difícil, por eso los cuartos de mujeres tienen baños privados, pero en los hombres no, solo los dividan unas cortinas y unas paredes.
Me acosté en cama, apague las luces y la luz de la luna fue iluminada a mi rostro.
Me preguntaba sobre ese chico, enserio no podía dejar de pensar en el, tal vez los encuentre otra vez, tenía cara de ir en el edifico de cultura y si es de mi zona, sería perfecto, siento que lo asuste la primera vez, y si ¿no lo vuelo a ver? ¿Que pasará mañana?  Obtendré respuestas, pero primero son las clases.
Dormí tapándome con la sabana más cercana que tenía, no quería despertar a Tord con los movimientos bruscos que hacía, si mueves algo de abajo obviamente el de arriba lo hija a sentir, me acomodé y en eso tarde como diez minutos para mantenerme cómodo, siempre tenía que jalarme la camisa o los bóxers o el cabello.
Al final terminé dormido, pensando en ese chico de la biblioteca, soñando en que lo buscare y con éxito lo encontraré.

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