<<Dulce aroma>>

Solo tuyo

Narra Edd:
Ya había salido de clases, como siempre, todos platicaban en grupos y algunos se iban a un deporte o una actividad recreativa.
Tom y Tord habían ido con Paul y Patrick para poder empezar a ordenar la fiesta, ya que al poco rato a las 6 empezará a llegar gente.
Yo estaba en mi cuarto, Patrick vino a saludar así que le cedí el paso a mi cuarto que por fin ya se habían ido Tom y Tord a ayudar a la fiesta.
- hola Edd, ¿cómo estás? Y ¿como estarás? - preguntó con una ceja levantada recargado en el marco de mi puerta mientras yo hacía tarea en mi escritorio.
- hola Patrick, pues ahora estoy bien y en un futuro no lo sé - respondí mientras giraba la silla para poder voltearlo a ver, tomaba mis rodillas y me ponía en posición fetal en la silla.
- hable con Paul en clases, ¿es verdad que lo vas a hacer con Matt? - parecía bastante tranquilo para ese tipo de pregunta.
- p..pues si, ¿algún consejo? - ya se me había puesto rojo. Patrick es un gran amigo y ya a pasado por esto, creo que es buena idea preguntar.
- pues, si quieres puedo, no lo sé - paso a mi cuarto y se recostó en el suelo con las piernas cruzadas.
- por favor - me senté frente a el de la misma manera.
- tu solo déjate llevar, eso es todo, eres de menor estatura Edd, tiene ventaja sobre ti en muchas formas, cargarte, besarte, golpearte, meterte y posiciones también - hablaba demasiado tranquilo
- ¿meterme? . . . ¿Que se siente? - pregunté con curiosidad.
- ¿que cosa? - parece que se le a ido la pinza
- que este dentro de ti - Patrick parecía no querer responderme así que solo asentí y me levante.
Observe el reloj de pared que tiene Tom a un lado de la litera. Ya eran las 7, mejor irme ahora, ya había empezado la fiesta.
- mejor vámonos Patrick - le ofrecí mi ayuda para levantarse del suelo
- claro - se levantó ignorando que le di la mano, solo fruncí el ceño.
- ¿por qué no me quieres decir que se siente? - Patrick ya estaba en el Marco de la puerta.
- jejej . . . No te puedo decir por qué no se de que tamaño sea el pene de Matt - me dijo sonriendo.
- pero a juzgar por tu altura y la de Matt, jejej Ooooh cariño - se mordía los nudillos y negaba con la cabeza como si tuviera lastima.
- intenta no llorar mucho vale, los semes suelen ponerse nerviosos - y se fue.
¿Llorar? ¿Se llora mediante el sexo?.
Esa pregunta me pasó por la cabeza, así que me volví a sentar en el escritorio y prendí la computadora sin antes cerrar la puerta. Busque
"¿Se llora durante el sexo?"
Válgame Dios.

"Respuestas:
Las personas suelen llorar durante el sexo por exceder su límite de exitacion o placer, lo que hace que no puedan sacar esta energía con un gemido y lo hagan llorando."

Ahora tengo más miedo que antes. ¿La altura de Matt y la mía?. Tengo miedo, demasiado miedo.

Ya estaba de camino al cuarto de Matt, donde el me esperaba por su puesto, estaba tan nervioso que note que estaba caminando con la piernas súper cruzadas, no estaba nadie en el jardín ni en el camino, solo se escuchaba la música desde lejos.
Empecé a correr para evitar la vergüenza que ya de por si yo mismo me estaba dando.
Llegue al edificio de Matt, mire hasta arriba, el estaba en el último piso así que me tocaba subir las escaleras, ya que como recuerdo, el ascensor estaba roto.
Me acerqué al cuarto de Matt, cuando ya había llegado, estaba un poco cansado pero estaba bien. Debería de hacer un poco de ejercicio.
Me acerqué al cuarto de Matt, toque la puerta dos veces con mis nudillos y espere. Empecé a jugar con mis pulgares mientras me columpiaba con las suelas de mis zapatos.
Al poco tiempo note que todo estaba muy desierto, me ponía más nervioso cada vez que estaba más tiempo ahí, pensando en lo que voy a hacer.
No había ni un sonido, solo yo, las puertas de madera no se movían y la alfombra roja solo me ponía más nervioso. Hasta que por fin la puerta se abrió, Matt estaba ahí, estaba bastante rojo. Tenía una expresión muy nerviosa así que solo hinche los labios para tranquilizarme.
- si viniste - dijo bastante sorprendido.
- p..pues si, ¿se supone que no debía de venir? - pregunté un tanto incómodo, aún seguía balanceándome en mis suelas.
- no!, quiero decir . . . Me alegra que hayas llegado - Matt estaba sudando, rojo y pálido a la vez, se pasaba bastantes veces la mano por su cabello, simulando que sus dedos parecieran peines.
Nos quedamos ahí por unos momento en silencio.
...............
- . . . ¿Entonces? . . . - rompí el hielo con mi terrible pregunta.
- lo siento, pasa - Matt abrió más la puerta para que pudiera pasar, metí mis manos en mis bolsillos y empecé a apretar y arrugar la tela. Matt azoto la puerta en cuanto yo entre, me asusté y voltee rápido.
- l..lo siento - respondió a mi acto de miedo.
- e..está bien - nos quedamos parados por un momento.
Las luces estaban apagadas, la única luz artificial que salía, venía de la computadora que al parecer estaba prendida, la luz natural venía de la ventana.
Matt estaba recargado en la puerta al parecer respiraba profundo a juzgar su pecho. Me sonreía de una forma bastante coqueta, sus ojos parecían platos, sudaba y volteaba a ver a cualquier lado como si me estuviera escondiendo algo.
- ¿pasa algo amor? . . . ¿Te incomodo? - pregunté para saber lo que le pasaba.
- No!, tu nunca me incómodas . . Es que. . . Siento que todo va a salir mal, y que no te gustará y será mi culpa y que te lastimaras y-
- no - interrumpí.
- Matt confió en ti, yo también estoy bastante nervioso . . pero te amo . . . Y eso es suficiente para mi . . . ¿Matt? - intenté llamar su atención, seguía nervioso y yo lo notaba.
- ¿si?, mi cielo - preguntó y se alejó de la puerta un poco más tranquilo.
Le jale de la ropa de su pecho y bese sus labios.
Matt es bastante alto, así que se agachó a los pocos segundo que lo seguía manteniendo cerca de mi.
Se inclinó y me tomo de la cintura y de la espalda. Yo pasé mis manos por arriba de sus hombro y tomé su cabello.
Me separe de él lentamente, dejando un hilo se saliva entre los dos y con los ojos entre abiertos.
- te doy mi virginidad - declare.
Matt parecía más tranquilo que antes, pero seguía viendo su miedo en sus ojos.
Me levanto en sus brazos y me acostó suavemente en la cama, mi cabeza en la almohada y mis rodillas levantadas.
Matt se encimo en mi dejando un pequeño espacio entre los dos.
- solo si me dejas tenerte y poseerte - me dijo con una voz seductora, casi susurrando.
- soy todo tuyo - respondí de la misma manera.
Se le escapó una pequeña risita.