Cuando deseas lo prohibido

Capitulo 30

—¿Lo dices enserio?—pregunte muy emocionada tan solo al imaginarme una noche solos él y yo—

— Si muy enserio... ¿Qué me dices?

— Claro que quiero...—lo abrace con fuerza uniendo nuestros labios—

— Ok...entonces vamos...—puso en marcha su auto—

— Y para empezar ¿a dónde iremos?

— Pensé en ir a cenar a un lugar donde ya habíamos estado antes—mientras me explicaba volteaba a verme a mí y luego hacia la carretera— ¿recuerdas el lugar donde cenamos para tú cumpleaños?

— Si me acuerdo...—suspire y agache mi cabeza—fue cuando Henry me dejo plantada y luego tú llegaste...

— Si... pero sabía que te acordarías de eso así que lo descarte de inmediato...

— ¿Y entonces?—lo mire frunciendo mi ceño—

— Tuve una mejor idea...—sonreía creando suspenso—

— Ya dime... ¿a dónde iremos?—acaricie su brazo para que me dijera—

— Aquí—detuvo su auto y mire a donde estábamos, era su casa—los mejores momentos contigo los viví aquí en mi casa o en la tuya... pero esta vez opte por la mía.

— Me gusta tu casa—sonreí mirándolo—sobre todo tu habitación...

— A mí también sobre todo desde que tu pisaste aquella habitación más me gusta...—salió de su auto rodeándolo para abrir mi puerta—

Entramos a su casa y todo seguía igual que la última vez que estuve aquí. El tomo mi mano y me llevo hasta la cocina y luego hasta el su jardín trasero.

— ¿Y esto?—pregunte asombrada al ver que junto a la piscina había una mesa preparada para dos personas— ¿tu hiciste esto?

— Si... no tienes idea del tiempo que me llevo preparar todo esto...—me solté de su mano y fui hasta la mesa—

— ¡Wow! Te esforzaste mucho...—todo se veía tan lindo con un mantel muy delicado dos copas, una botella de champagne, dos platos uno de cada lado y un florero con unos jazmines—y... ¿también cocinaste?—me di la vuelta y empecé a jugar con los botone de su camisa—

— Por ti lo hice...—paso sus manos a mi cintura—

— ¿Es enserio? ¿Y qué cocinaste?

— Es una sorpresa...—me dio un beso y me soltó—primero siéntate.

— Ok...—le obedecí y me senté, mientras él volvía a entrar a su casa—

Luego de unos minutos el volvió con una bandeja donde traía la comida. La puso en medio de la mesa y luego quito la tapa.

— ¿Qué es?—pregunte ansiosa—

— Es el plato que mejor se hacer... "Arrollado de pollo con papas noise"

— Se ve... muy bien... ¡qué lindo eres Leeteuk!

— Espero que te guste—se sentó en su silla y sirvió para los dos, luego de llenar nuestras copas con champagne—

— ¿Y qué tal?—pregunto sonriendo muy orgulloso luego de que yo probara el primer bocado—

— Es... está muy bien—tome de mi copa de agua dejándola vacío, no quería admitirlo pero al pobre Leeteuk se le había pasado la mano con la sal—

— ¿Segura?—pregunto dudando de mi respuesta—

— Si...—me miro sin creerme y probo el un bocado—