Capitulo 40

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 —¿Esto es de ella?—pregunto con cinismo—

— Devuélvelo ahora mismo—estire mi mano—

— Lo encontré a orillas de la piscina...—cuando ella dijo eso recordé que ahí fue la ultima vez que (TN) _____ y yo estuvimos juntos—¿Quién es esa mujer?

— ¿Para qué quieres saberlo? Ella no es asunto tuyo...

— Me preguntó porque ninguno de tu amigos menciono eso...

— No volveré a repetírtelo de nuevo, devuélveme esa cadenita...

— Voy a averiguar quién es...—levanto su mano y arrojo la cadenita al piso—

NARRAS TU

Henry se marchó de mi casa, entes de hacerlo me tomo es sus brazos y me beso, se sentía tan raro volver a esto, no sé por qué pero sentía en cierta forma que traicionaba a Leeteuk, pero.... ¡que estúpida soy! Entre él y yo ya no hay nada, él está feliz con Sally y yo decidí volver con Henry.

— Te veo mañana linda...—presiono mis mejillas y sonrió—

— Claro... que tengas un buen día mañana en tu trabajo...—el volvió a acercarse a mí para presionar sus labios contra los míos, cerré mis ojos esperando sentir algo, pero por más que lo intentaba me sentía extraña, el intento intensificar el beso, pero me aparte de el—lo siento... yo no...

— Esta bien (TN) _____ no tienes que disculparte, dije que iríamos despacio y así será...—afirmo gentilmente—

— Gracias Henry..

— No tienes que agradecerme... me voy... que descanses...

cerré la puerta cuando el salió hacia afuera, camine hasta mi habitación y entre hacia adentro, me recosté en la cama pensando en la mirada de Leeteuk, tenía cierta duda ¿a qué había venido aquí? ¿Qué lo había traído hasta mi casa? Cierto, ya lo recordaba el había venido a buscar a Henry, aunque no le veía sentido que allá venido hasta aquí solo por eso, con su presencia solo había logrado incomodarme y hacerme sentir culpa, pero ¿qué rayos me pasaba? otra vez volvía a sentir esta maldito sentimiento absurdo, de una vez por todas tenía que grabarme en la cabeza que entre él y yo ya no existía nada, rodee en mi cama abrazando mi almohada, intente cerrar mis ojos deseando que el sueño me invadiera, pasado unos segundos sentí unos golpes en la puerta, lo ignore fuera quien sea se cansaría a de llamar y se iría, no tenía ganas de recibir a nadie y menos a esta hora, aquella persona volvió a golpear incesantemente, al ver que continuaría insistiendo me puse de pie y camine hasta la entrada, abrí la puerta y Luna estaba allí.

— Luna... ¿Qué haces aquí a esta hora?

— Perdón si te desperté (TN) _____—dijo apenada—

— No pasa nada, aún estaba despierta... ¿paso algo?—Luna y yo pasamos hacia adentro para hablar con más calma—

— (TN) ____ sabes que te quiero como a una hermana... Lo sabes ¿verdad?

— Si lo se... sabes que para mí también lo eres...—la mire con extrañeza no sabía a donde quería llegar—Luna ¿Qué sucede?

— Perdón si fui injusta contigo la última vez... tu siempre me apoyas en todas mis decisiones, y esta vez yo no hice eso por ti...

— Luna...—hable con voz serena—no tienes nada de que disculparte...

— Prometo que nunca más volveré a juzgarte... eres mi amiga y estaré contigo en todo lo que tú te propongas...

Cuando deseas lo prohibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora