Capitulo 37

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Estábamos a tan solo unos pasos de la casa de Yesung, esto era una completa locura, no sabía si sería capaz de afrontar esta nueva realidad ¿y si me echaba a llorar al verlos juntos? ¡No! ¡Claro que no! (TN) ____ piensa, no puedes caer tan bajo para hacer algo como eso.

— ¿Lista para entrar?—me pregunto Kangin—

— Kangin... ¿seguro que quieres hacer esto?—hice una mueca insegura de lo esto que él estaba por hacer—

— Por supuesto que si... vamos...—cerré mis ojos, sintiéndome perdida esto ya era un gran problema—

Kangin entro antes que yo, pude oír lo gritos de sus amigos al verlo después de tanto tiempo, solo era cuestión de tiempo para que Leeteuk lo agarra a golpes después de haberse metido con el amor de su vida... no quería ver eso...

— ¡Hey! ¿Qué haces?—Kangin volvió desde adentro para tomarme del brazo y obligarme a que entrara—

Por suerte Leeteuk y Sally aún no habían llegado... eso era un alivio, mis nervios me estaban matando.

— ¿Cuándo volviste?—me pregunto Jesica—

— Hace dos días....

— ¿Y porque no nos avisaste?—me regaño Jesica—

— Perdón... pero apenas llegue me concentre en la universidad, deje muchas cosas pendientes...

A medida que ellas me hablaban, recorrí el lugar con mi vista hasta encontrarme con la mirada de Leeteuk... ¿Leeteuk? si, el acababa de entrar por la puerta detrás de el también entro Sally.

Nada había cambiado en Leeteuk, el seguía tan guapo como siempre, con su mirada tan tierna, sus ojos tan hermosos que siempre habían llamado mi atención, sus labio tan irresistibles que tan solo al mirarlos provocaban muchas cosas en mí, pero... ¿Qué le había pasado a su brazo? Llevaba una venda sobre su muñeca hasta su mano. Continúe mirándolo con curiosidad, eleve mi mirada encontrándome con la suya, los dos nos miramos por uno segundos muy breves.

— ¡(TN) _____! ¿(TN) _____?—parpadee aclarando mi cabeza, Jesica me estaba hablando—

— Lo siento no te escuche.... ¿Qué me decías?

— ¿Si ya vas a quedarte definitivamente aquí en Corea?

— Bueno hasta que termine la universidad si... luego veré que hago, mi papa quiere que regrese a casa aun, pero aún no lo he resuelto...

— No claro que no te iras...—Luna me abrazo, reí ante su acto, me sentía tan nerviosa al estar en el mismo lugar donde estaba Leeteuk, no entendía porque motivo él todavía estaba mirándome—

Nos sentamos todos a comer, fue muy extraño que Leeteuk ni siquiera ocasionara una discusión con Kangin, creo que ni siquiera se habían saludado, pero a Leeteuk no parecía importarle mucho la presencia de Kangin, pero supongo que la bronca que el sentía ya no era demasiado, debido a que él había ganado, él se había quedado con el amor de Sally, por cierto ella se sentó junto a Leeteuk. Juro que si yo no sentiría nada por Leeteuk diría que los dos hacían una pareja realmente muy linda, no era para menos, él era muy guapo y ella de por si era muy hermosa, casi perfecta. Pero ella tenía algo que yo quería, algo que yo aún amaba, tenía a Leeteuk el amor de mi vida, por más que las cosas entre nosotros no hubieran funcionado la siempre seria el hombre más importante de mi vida, siempre.

Para mi desgracia Leeteuk y Sally se sentaron en frente de mí, era tan incomoda aquella situación, Kangin se sentó a mi lado, en parte creo que lo hizo para poder observar a Sally. Tome de mi vaso de agua disimuladamente para no estar tan pendiente de la gran pareja de marido y mujer, mire a mi costado para tratar de hablar con Kangin así me distraía un poco, él tenía su mirada totalmente perdida en Sally, ¡dios! si él seguía haciendo eso Leeteuk se molestaría, había llegado a conocer a Leeteuk y sabía que él tenía muy mal genio cuando se enojaba.

Cuando deseas lo prohibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora