Capitulo 8

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 Narras TÚ.
Después de todas las idas y vueltas que habíamos dado con Leeteuk. Aquí nos hallábamos los dos una vez más envueltos en un sin fin de desentendimientos. Era casi imposible para mi creer que el haya venido a mi casa y me estuviera diciendo estas palabras teniéndome en sus brazos. Aunque estaba muy enfadada con él, no podía evitar el que él me abrazara, realmente sentir sus brazos o su sola presencia junto a mí, bastaba para sentirme completa y feliz. ¡Pero no! Él me había lastimado, había arruinado todos los momentos que yo le había entregado.
—Leeteuk ¡suéltame!—le dije enfadada empujando lejos de mí— ¿Por qué haces esto?
— (TN) ____ ¡por favor no te valla!—decía en tono de súplica con su rostro muy afligido—
— ¿Quién... quien te dijo eso?—pregunte algo aturdida—
— No importa quién me lo dijo...—su semblante se veía muy triste—¡no te vayas!—volvió a repetir—
— ¿Por qué me haces esto?—emití una sonrisa sin ganas y luego volví a mirarlo con tristeza en mis ojos—¿no fue suficiente haber pasado la noche conmigo estando ebrio? ¿Tienes idea de lo que es para una chica entregarse a un hombre por amor y que él ni siquiera lo valore?—luchaba para que las lágrimas no salieran de mi—no lo sabes... ¿verdad? No sabes lo terrible que es estar enamorada de la persona incorrecta. Yo lo sé, yo lo sabía cuándo me entregue a ti y no me importo, no me importo porque yo te amaba, ¡yo te amaba Leeteuk...!
— ¿Me amabas?—me interrumpió— ¿eso quiere decir que ya no me amas?—su mirada era vacía—
— A ti eso no te importa...—replique desviando mi mirada—
— Solo contesta lo que te pregunte—se acercó a mí y sostuvo mi rostro para que lo mirara—dime... ¿aún me amas?
— ¿Para qué quieres saberlo?—intente zafarme de sus manos, pero el volvió a sostener mi rostro para que nuestras miradas se encontraran—
— Quiero saberlo... dime... ¿aún me amas?—se quedó mirándome por unos instantes muy serio, yo no pude hacer más que desviar mis ojos y decirle lo que tenía atorado en mi garganta desde que lo conocí—
— ¡Claro que te amo! No sé si algún día podre dejar de amarte... y me odio por eso—me aparte de él, camine hasta el sofá y me senté allí sintiéndome desdichada. Subí mis rodillas y escondí allí mi rostro para ocultar las lágrimas que empezaron a hacerse presentes.
Sentí sus pasos acercarse a mí, sentí sus manos en mis manos.
— ¿Por qué lloras?
— ¡No importa!—dije aun escondiendo mi rostro—
— Pero a mí me importa—exclamo, su voz sonaba muy dulce—¿me lo dirás?—yo negué con la cabeza—está bien... entonces ¿puedes escucharme?—se quedó en silencio por unos segundos, tomo aire y luego hablo—¡nunca!, ¡jamás! y ni aunque quisiera podría olvidar la noche que pasamos juntos...—de a poco levante mi rostro encontrándome con su mirada—
— Pero... tu dijiste...—el sonrió casi apenas limpiando una lagrima que cayó por mi mejilla—
— Mentí... tú tienes razón.. Yo soy un cobarde, o al menos lo era... ¡pero ya no! ¡No lo seré! ¡Nunca más! La noche que pasamos juntos no había bebido casi nada, digamos que el alcohol me ayudo a soltarme y enfrentarme a lo que realmente siento—mis ojos cada vez se abrían más al escuchar todas esas palabras que salían de su boca—yo quería que pasara lo que paso esa noche...
— ¿Enserio?—pregunte sorprendida—
— ¡Claro! Estoy completamente atrapado por ti, todo de ti me gusta, no hay nada de ti que yo no desee. Nuestra primera noche juntos fue lo mejor que me ha sucedido desde que llegue a Seúl... fue lo mejor porque lo desee con todas mis fuerzas...—sostuvo mis manos jugando con ellas y luego me miro—te amo (TN)_____, te amo... por favor no te vallas, enfrentare lo que tenga que enfrentar, pero dime que no te iras...—dijo eso ultimo y yo me quede completamente sorprendida después de todo lo que dijo, no pude hacer otra cosa más que abrasarlo, el hizo lo mismo.
— ¿Y Hen...?—él puso su dedo en mi boca—
— Shhhh... no hablemos de el ahora... luego enfrentaremos todo esto...—decía muy serio. Yo era consciente de que con esa pregunta podía arruinar este momento, pero era mejor probar a lo que me estaba enfrentando ahora a tener que llevarme otra desilusión luego cuando yo estuviera más aferrada a Leeteuk.
— No me iré.... —dije rendida. Él deshizo nuestro abrazo y me miro.
Unió nuestros labios de manera muy dulce, me tomo de la cintura y comenzó a intensificar nuestro beso de manera muy ardiente. —
— No sé si algún día tendré suficiente de ti...—dijo cuándo se separó de mis labios mientras su mano acariciaba mi espalda—
— ¿Hablas enserio?—musite algo nerviosa—
— Si.... No tienes idea de cuánto me encantas...—susurro sobre mis labios—
— Y tú no tienes idea de cuánto me gusta oírte decirlo—
— Te lo diré siempre y en todo momento—Fue lo último que dijimos y continuamos besándonos, Leeteuk realmente sabia como hacerme perder la cabeza con sus besos. De apoco me recostó sobre el sillón y se posó sobre mí, acariciando mi espalda. Nuestros labios se movían de una manera tan perfecta que me hacía querer más y más de él, introdujo su lengua en mí, recorriendo todo mí interior, yo hice lo mismo y pude sentir la dulzura de sus labios. Deslizo una de sus manos por mi pierna acariciándola por sobre el jeans que llevaba puesto y su otra mano por debajo de mi blusa y comenzó a darme leves caricias que hacían que mi cuerpo se estremeciera y comenzara a temblar. Me levante y quedamos los dos sentados en el sillón, rápidamente el me tomo de la cintura y me subió encima de el a horcajadas y los dos de frente. ¡Wow! Esto era lo más excitante que habíamos hecho, bueno en mi casa. Me apego más a él y siguió besándome y siguió acariciando mi espalda. Mientras de a poco deslizo sus manos hasta llegar a mi trasero y se detuvo ahí por un buen rato siguiendo después por mis piernas. Me despegue de sus labios para comenzar a besarle su cuello, había descubierto en las dos únicas veces que estuvimos juntos, que por cierto fue en una sola noche, que lo enloquecían mis besos en su cuello. Quise encenderlo un poco más así que comencé a besar su pecho, subiendo de a poco hasta llegar a su mandíbula, justo cuando llegue allí mordí su mandíbula, haciendo que el susurrara mi nombre, quise jugar con el así que lo hice una vez más. El solo emitió un rugido yo me levante del sillón tirando de él conduciéndolo a mi habitación a la cual llegamos en cuestión de segundos. Me recostó en mi cama se volvió hacia la puerta para cerrarla y luego volvió a mi lado se recostó sobre mí y cuando intento besarme lo esquive e hice que se acostara en la cama y yo me senté sobre el sonriendo divertida.
— Me gusta tanto estar contigo...—susurre, ya casi me estaba costando hablar—
— ¿Si? Pues no tanto como a mi...—sonrió, mientras continuaba acariciando mis piernas—
Desabroche su camisa muy lentamente y acaricie su pecho. Aun no le había quitado la camisa solo le desprendí los botones y me incline y comencé a pasar mi lengua por su abdomen el gimió y hasta tembló. Al ver su reacción lo hice una vez más, luego baje más abajo y lo hice cerca de su ombligo, el gimió una vez más y quiso cambiar de posición dejándome a mi debajo de él, pero no se lo permití.
— Por favor linda...—decía con su voz entre cortada—te necesito, quiero sentirte... ya quiero estar dentro de ti...
Yo solo sonreí y me incline para darle un beso en sus labios. El aprovecho ese momento y me volteo dejándome debajo de él. Emití un grito ahogado por lo rápido que me puso sobre la cama.
— Bien pues ahora me toca a mí—sonrió y se quitó por completo su camisa. Desabrocho mi blusa por completo, quitándomela y arrojándola al piso. Comenzó a besarme y se deshizo de mi sostén arrojándolo también al piso.
— Eres perfecta... me pasaría horas y horas besando tu cuerpo—yo solo cerré mis ojos disfrutando de su amor.
Beso mis senos de manera muy ardiente, eso hizo que empezara a gemir, sentía sus dientes pasar por mi piel. Vi como pasaba su lengua por mis pezones, mientras con su otra mano masajeaba mi otro seno. Paso su boca por cada uno de mis senos, me salí de mi imaginación cuando el mordió mi pezón e hizo que gimiera más fuerte. Pude ver como dejo huellas de su saliva por mis senos hasta llegar a mi vientre. Ahí también se detuvo y comenzó a darme placer... por ultimo quito mi jeans seguido de mis bragas, con sus manos comenzó a acariciar mi intimidad. Arquee mi espalda al sentir su tacto en ese lugar. De a poco introdujo un dedo en mí, seguido por un segundo. Quería gritar, pero solo cerré mis ojos con fuerza disfrutando del roce de sus dedos. Sentí claramente como puso sus labios en mi feminidad, lo tome del cabello acercándolo más a mí, el pasaba su lengua y succionaba con ferocidad... la sensación era realmente muy exquisita. El sentir su lengua subiendo y bajando por mi intimidad me estaba enloqueciendo. Mis gemidos aumentaban cada vez más, él se agarraba de mis muslos para seguir besándome. No quería que se detuviera, estuvo así por un momento muy largo.
Después de eso se paró sobre sus rodillas para desprenderse su pantalón, yo lo ayude y desabroche su cinturón, luego baje su pantalón y finalmente su bóxer
Luego de eso volvió a ponerse sobre mí para seguir con sus besos tan irresistibles. Cuando ya no pudo contenerse más abrió mis piernas con desesperación y se colocó en medio, tomo su miembro y lo roso con mi femineidad de manera muy suave, subía y bajada su miembro acariciándome, haciéndome desearlo. No soportaba más esto, el deseo de tenerlo dentro de mí era muy fuerte.
— Hazlo ya.... —le urgí yo—te necesito dentro de mi...
— Lo que tú digas hermosa—cada vez que se dirigía a mí, me decía solo palabras lindas. Como deseaba que este día no terminara—
Introdujo su miembro de una sola vez, arquee mi espalda en reacción a lo rápido que su pene entro en mí. Me sostuve muy fuerte de él, cerrando mis ojos con fuerza. Él se detuvo por unos segundos con su respiración agitada. Pasado unos segundos comenzó a moverse de manera suave, de a poco fue aumentando la potencia de sus movimientos.
Cuando al fin abrí mis ojos me encontré con su rostro concentrado y sus ojos cerrados con fuerza, los abrió y me beso en los labios, luego descendió por mi cuello, lo apreté más junto a mí y note que su cuerpo estaba todo sudado. Se agarró de mis caderas para darse más impulso al entrar y salir de mí. Me sentía completamente en las nubes, cada rose de sus manos y su cuerpo, me hacían suspirar. En algún momento pensé que esto jamás volvería a suceder entre los dos, pero me había equivocado, él estaba aquí en este preciso instante, los dos estábamos juntos, no había ni existían nadie más en este momento, solo él y yo en mi cama. No sé exactamente cuánto tiempo estuvimos así... solo sé que mi cuerpo comenzó a temblar mientras Leeteuk seguía dentro de mí. Sentí que un calor mucho más fuerte del que ya tenía, comenzó a apoderarse de todo mi cuerpo, Leeteuk se agarró más fuerte de mí aumentando sus envestidas. Sentía que ya estaba a punto de llegar a lo que era totalmente nuevo para mí, algo que solo había experimentado con él las dos veces que estuvimos juntos, estaba llegando a un orgasmo. Pasado unos minutos finalmente ambos llegamos al orgasmo gimiendo y diciendo nuestros nombres, el término por correrse después de mí. Y se quedó quieto de frente a mí con nuestras respiraciones agitadas. El aún estaba dentro de mí. Me beso y salió de mi acomodándose a mi lado. Yo tire de las sabana y me cubrí, Leeteuk se puso de costado y me envolvió en sus brazos... yo aún estaba tratando de calmar mi respiración.
— ¿Te eh hecho daño?—pregunto preocupado—
— No... claro que no—sonreí dándome la vuelta y quedando de frente a el—estoy bien...—en realidad mi cuerpo me dolía, pero era una sensación realmente muy linda, el saber que fue porque había sido suya una vez más—es solo... que para mí... todo esto es nuevo—añadí algo tímida y bajando mi mirada—
— Así eres perfecta...—me apretó mas junto a el—si fuera por mi te haría mía a cada segundo.
Sonreí y me acomode en su pecho desnudo. Quería quedarme así por siempre... junto a él, el hombre que amaba...
— ¿Estas cansada?—pregunto mientras acariciaba mi cabello—
— Bueno... si un poco—admití entrecerrando mis ojos y apegándome más a el—
— Entonces duerme junto a mí—dijo besando mi oído—
Cerré mis ojos y me dormí en sus brazos, sintiéndome completamente satisfecha.


Ya era el otro día, de eso estaba completamente segura porque los rayos de sol habían entrado por mi ventana, abrí mis ojos y sentí unos brazos que me envolvían, sonreí al recordar que había pasado la noche con Leeteuk, lentamente me voltee aun ceñida por sus brazos y lo mire, estaba dormido. Se veía tan lindo y guapo. Nunca, nunca había visto un hombre tan irresistible como él. Comenzó a abrir sus ojos muy lentamente.
— Ya despertaste...—dijo dulcemente—
— ¿Te... te arrepientes de esto?—pregunte asustada—
— ¿Por qué dices eso?—su sonrisa se borró de su rostro—
— La primera vez que estuvimos juntos...—me interrumpió—
— Ya te explique porque mentí... pensé que eso sería lo mejor para ti...
— ¿Lo mejor para mí? ¿Por qué?—lo mire extrañada—
— Pensé que luego podrías arrepentirte de esto... para mi eres una chica muy sensible... y no quería que por mi causa te sintieras mal... creí que luego te arrepentirías por Henry...
— No... nunca me arrepentiría de esto que siento por ti... esto que hay dentro de mí es muy real...
— Lo se... ahora lo se...—comento acariciando mi mejilla—actué como un idiota.
Lo abrace y el me atrajo más a su lado.
— Y ahora... ¿Qué pasara con Henry?—el miedo volvió a invadirme—
— No lo sé... él va a odiarme después de esto... pero no puedo perderte, no después de lo que hemos pasado.
— Voy a terminar con el...—dije sentándome en la cama y cubriéndome con las sabanas—
— (TN) ____...—él también se sentó en la cama
— No puedo estar con el después de lo que paso entre nosotros... eso sería ser falsa... y yo no soy así...
— ¿Estas segura?—me miro muy serio—
— Si... lo estoy... ¿Por qué lo preguntas? ¿Todavía tienes dudas?—pregunte alarmada—
— ¡No! Claro que no... es solo que no quiero que Henry te culpe a ti...
— Soy culpable... me enamore de ti...
— Yo también lo soy...—añadió el—
— Lo are cuando el vuelva de su último viaje.
— Ok...—el me abrazo y acaricio mi cabello—también hablare con el cuándo regrese.
— Leeteuk...
— ¿Si?
— Tengo miedo....
— ¿Miedo de que?— pregunto alejándose de mí y mirándome—
— Henry me va a odiar, yo no quiero eso... nunca quise hacerle daño—dije escondiendo mi rostro en su pecho—
— Lo se linda...—beso mi cabello—no te preocupes, no pienses en eso ahora.
No dijimos nada mas... solo nos quedamos en silencio y abrazados. Ahora ya tenía la certeza de que Leeteuk y yo estaríamos juntos. El asunto con Henry lo resolvería luego, ahora solo quería disfrutar del este precioso momento.  

By Ina Kim ♥

Cuando deseas lo prohibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora