Había terminado de empacar mis cosas en mis valijas, había tomado una decisión, me iría de Corea, no quería irme pero tampoco podía quedarme. Lo pensé y llegue a la conclusión de que esto era lo mejor, empezar de nuevo y volver a casa, aun no le había dicho nada a mi familia sobre mi embarazo, lo mejor sería decírselos cuando ya estuviera allí. No sabía cómo sería su reacción ante mi embarazo, había venido aquí para estudiar y ahora terminaba volviendo sin siquiera haber terminado mis estudios y encima embarazada, no sería fácil para ellos aceptar que sería madre soltera, pero esto era mi realidad, haría todo lo posible y daría lo mejor de mí para ser todo lo que mi bebe necesitara. Ahora él era todo lo que tenía en mi vida, él o ella se había convertido en mi prioridad número uno, acaricie mi vientre que aún estaba plano "todo estará bien, yo voy a cuidar muy bien de ti" sonreí de tan solo imaginarme como seria cuando lo tuviera en mis brazos, aún faltaba mucho tiempo para ese momento pero ya sentía añoranza de que ese día llegara pronto, me preguntaba si se parecería a Leeteuk, si tendría su mismo cabello, sus ojos, o su personalidad...
— Termine de acomodar las cosas de la cocina...—Luna dejo varias cajas sobre la mesa de la sala, me miro algo molesta y luego se santo sobre el sofá—
— ¿Aun estas enfadada?—pregunte sentándome a su lado, Luna estaba en total desacuerdo con la idea de que volviera a casa, ella pensaba que tenía que decirle la verdad a Leeteuk y que él se hiciera cargo de toda esta situación, pero yo no quería esto, no quería atarlo a mí con un hijo, además el muy claro había dicho "nunca pensé en tener hijos"—
— Sabes lo que pienso... no tienes por que irte, solo le estás haciendo las cosas más fáciles a la bruja de Sally.
— Sally es quien menos me importa en este momento, me gustaría quedarme pero creo que es mejor volver... ya cambia esa cara ¿sí?—la empuje con mi hombro haciendo que riera—son mis últimos días aquí... no quiero estar peleada contigo...
— Ok... solo porque te quiero... pero no veré al bebe cuando nazca...—dijo algo triste tomando mi mano—
— Te enviare fotos... además mantendremos contacto siempre...
— Esta bien.... ¿le dirás a Leeteuk que te iras?—cambie mi expresión y me levante del sofá metiendo algunas cosas en las otras cajas—
— No tiene sentido decírselo, lo mejor será que no lo sepa...
— Entonces ya está decidió... te iras un día después de mi boda...—sonreí tomando sus manos—
— Si... por nada del mundo faltaría a tu boda...—Aun no me había ido y ya sentía añoranza de su amistad, me incline hacia ella y la abrace—te voy a extrañar mucho Luna...
— Yo también... te extrañare demasiado...
Salí de una de mis últimas clases de la universidad, de verdad echaría de menos asistir a clases, camine sin saber a donde dirigirme, quería e intentaba ser fuerte pero realmente era muy difícil de lograrlo, cada vez que estaba sola, solo quería llorar hasta quedarme sin lágrimas. Tendría un hijo de Leeteuk, pero él no lo sabía y tal vez nunca lo sepa, pero yo haba decidió que fuera así, una parte de mi creía que eso era lo mejor. Acaricia la pulsera que llevaba en mi brazo aun llevaba puesta la cadenita con una estrella azul que me había regalado Leeteuk para mi cumpleaños, lo amaba, todavía lo amaba, no quería renunciar a él, aunque yo sabía que tenía que hacerlo por el hecho de haber elegido a Sally me negaba a aceptar que él y yo nunca más volveríamos a estar juntos. Continúe caminando sin saber hacia dónde iba, detuve mis pasos paso y observe la casa a la que había llegado, había deseado tanto un futuro aquí, que aún me costaba admitir que todo ese futuro hermoso que había planeado ya había desaparecido. Camine hasta la entrada y deslice la llave que Leeteuk me había dado, la cual había olvidado devolvérsela. Entre a la sala y camine hasta la habitación, observe la cama y todo el espacio sintiéndome tan desdichada, era muy patética ¿qué pretendía al haber venido hasta aquí? Ni siquiera yo lo sabía, creo que solo quería recordar un poquito de lo que sentía cuando estaba junto a Leeteuk. Camine hasta la ventana, corrí las cortinas quedándome perdida en el afuera...
ESTÁS LEYENDO
Cuando deseas lo prohibido
RomanceCuando el amor entre ellos nació supieron que era prohibido. Pero cuando el amor y el deseo llaman a dos personas, no hay poder humano que pueda frenar aquella pasión...