Cuando deseas lo prohibido

Capitulo 41

—Leeteuk... si quieres hablar, pues dímelo aquí... no hay necesidad de entrar hacia adentro...

— ¿No confías en mí?—me miro serio levantando sus cejas aguardando por mi respuesta—

— ¿A qué viene todo esto?—resople molesta, no era momento para hablar de la confianza que ya hace tiempo se había perdido—no bajare del auto... me trajiste aquí obligada... no pienso entrar...—me cruce de brazos mirando hacia otro lado—

— (TN) _____... te prometo que no pasara nada de lo que tú no quieras... solo serán unas palabras...—hablo detenidamente con su mirada caída—

— Quédate tranquilo porque no estaba pensando nada malo de ti... tu no harías nada que lastimara a Sally y...

— ¡Vamos!—me tomo del brazo y me saco a rastras del auto—no vine hasta aquí para hablar de ella.

— Puedo caminar sola...—me queje. Llegamos hasta la puerta que ya estaba abierta en cuanto estuvimos adentro él se encargó de cerrarla—

— Perdón si fui muy brusco...—miro que yo daba algunos masajes a mi brazo—

— Estoy bien...—camine unos cuantos pasos por la casa observándola— ¿con que fue un regalo de tu padre?

Sonreí como una tonta al observarla todo el interior de la casa, era una casa soñada, con una sala no muy grande, con una cocina muy espaciosa y una escalera que seguro conducía a los dormitorios del primer piso, una tonta imagen vino en ese momento a mi cabeza. Leeteuk llegando del trabajo y yo esperándolo aquí para que almorzáramos juntos como una pareja normal.

— Si... ¿te gusta?—pregunto el de repente sacándome de mi fantasía, mi sonrisa se borró por completo. Que absurda era, apuesto a que esta casa pronto la habitaría el con su esposa. De pronto una idea espantosa vino a mi cabeza, a lo mejor él me había traído hasta aquí para decirme que se mudaría aquí con Sally y que lamentaba lo que había existido entre él y yo—

— Que le paso a tu brazo?—pregunte mirando aquella venda que cubría gran parte de su muñeca—

— Rompí un espejo en mi habitación...—levante mis cejas al no saber porque había hecho tal cosa—

— ¿Qué querías decirme Leeteuk?—pregunte algo nerviosa—

— Son muchas las cosas que tengo que decirte y preguntarte, no sé por dónde empezar.

— Si quieres decirme que todo marcha perfectamente entre tú y Sally... ya lo sé...—levante mis hombros, era menos doloroso decirlo yo misma que escucharlo de sus labios—

— (TN) _____...

— O que vendrás a vivir aquí con ella... pues ya lo imaginaba... creo que es lo más lógico que quieran empezar de nuevo...

— ¿Qué? (TN) _____ yo...—dijo confundido—

— O que tal vez lamentas todo lo sucedido entre nosotros... ya lo suponía...

— ¡Ya basta!—grito interrumpiéndome—no te traje aquí para decirte nada de eso... ¿de dónde sacas esas ideas?

— ¿Entonces qué quieres decirme?

— ¿Por qué regresaste con Henry? No-no logro comprender por qué lo hiciste...

— ¿Era eso?—pregunte un tanto confundida—

— Si... (TN) ____ Él no te merece... tu eres mucho mejor que el...

— Tengo mis razones Leeteuk...