Cuando deseas lo prohibido

Capitulo 48

— Hola (TN) _____, creo que tenemos que hablar...—Kangin me miro desde el otro lado de la puerta, su mirada era seria—

— ¿Viniste a reprocharme otra vez?—el me interrumpió poniendo su mano al frente—

— ¡No! No, vine a decirte nada de eso ¿puedo pasar?—me hice a un lado dejando que el pasara adentro—

— Entonces... ¿a qué viniste?—me cruce me brazos esperando a que soltara eso que había venido a decirme—

— Yo... sé que fui duro cuando hable contigo por teléfono...—se sentó sobre el sofá mirándome, no había signos de que estuviera aun enfadado conmigo—no quise hacerlo, eso no era un asunto mío, además ni siquiera soy la persona adecuada para cuestionarte..

— ¿Lo hiciste por Sally?

— No lo sé, creo que sí, fue por ella, por Henry—su mirada se volvió triste, quizás no debí de tocar ese asunto, puesto que era sabido que el aun sentía cosas por ella—yo pase por algo parecido, tú lo sabes y créeme que no es nada bueno.

— Kangin yo te agradezco que intentes advertirme pero...

— Pero tú lo amas ¿verdad?

— Más que a nada en el mundo... créeme que no busque esto, pero me enamore de el sin pensarlo... sé que hice mal al volver con Henry pero yo hablare con el cuándo regrese a Corea...

— Solo vine a decirte una cosa... Espero que todo salga bien entonces... entre tú y Leeteuk—dijo de repente, dejándome sorprendida ¿él en verdad estaba diciéndome esto?—

— Gracias Kangin... yo un no eh hablado con Leeteuk, así que...

— Él te ama (TN) _____ es mi amigo y yo lo conozco... él te quiere y es feliz a tu lado... Me habría gustado que todo fuera diferente entre...—se quedó callado a mitad de palabra sin decir nada más...

— ¿Te refieres a Sally?

— Para ella nunca signifique nada...—explico con sus ojos cristalizados—

— Lo siento...—me acerque a él y lo abrace—no quiero verte sufrir...

— La culpa fue solo mía, yo me encargue de arruinarlo todo, perdí a mi amigo por una mujer que creí que me amaba, ahora me quede sin ninguno de los dos...

— ¿Por qué no intentas hablar con Leeteuk? Tal vez... logren entenderse y todo vuelve a ser lo que era antes.

— Lo intentare—sonrió apenas pero aun así podía notarse la tristeza en sus ojos—lo que más quisiera es volver a tener su confianza—se levantó del sofá, con intenciones de irse—habla con Henry, sé que es un necio pero terminara entendiéndolo...

— Gracias Kangin...—me dio un beso en mi mejilla y se marchó—

Fui a la universidad solo por una clase y luego volví a casa. A medida que me acercaba observe que alguien estaba allí sentado en la entrada de mi casa, no me costó mucho trabajo adivinar quién era, observe su cabello castaño, llevaba puesto una camisa blanca y un pantalón negro, aun no se había percatado de que yo estaba a unos pasos de él, mantenía su mirada fija hacia la nada jugando con sus dedos.

— Hola—dije cuando estuve frente a el—

— Hola...—se puso de pie mirándome detenidamente—

— ¿Qué haces aquí?—el sonrió y tomo mi mano—

— Quiero ir a un lugar contigo...—me llevo hasta su auto—

— ¿A dónde?

— Ya lo veras, prometo que te gustara...

Condujo por la carreta hasta que llegamos a un lugar que ya conocía, ya había estado aquí antes, era la misma casa a la cual él me había traído hace unos días para que habláramos.