Cap. 8 Parte 2.

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El juego de la botella animó a muchos y encendió la fiesta por varios minutos, quizá más de una hora lo que bastó para que más de una persona se perdiera en el alcohol. Entre beso tanto hetero como homosexuales las chicas pasaron el rato, Mina logró recuperarse de aquella sobrecarga de calentura, Momo se comió casi toda la pizza que recién habían comprado y Dahyun anduvo toda la fiesta sin ver casi nada por culpa de tanta sonrisa y su "eye smile". Todo con un descontrol amigable menos en una habitación del segundo piso, allí jugar al "nunca nunca" está llevando las cosas a otro nivel.

ㅡ Yo nunca nunca he fantaseado con una chica. ㅡ Habló otra vez Jennie, una compañera de la facultad de artes.

ㅡ ¡Con Jisoo! ㅡ Bromeó un chico, ni idea de porque le dicen Dino.

ㅡ ¡Cállate, idiota! ㅡ Jennie se lanzó sobre el entre risas con la intención de apretar sus mejillas, los demás rieron y por supuesto bebieron un vaso pequeño con vodka, entre ellos Sana quien ya va por la séptima ronda lamentablemente.

No pasó más de una hora para que el calor se les subiera a la cabeza, con ello los mareos y los disparates que llegaron al instante con junto con más sed.

ㅡ ¡Yo voy! Hay que seguir con esta mierda.

ㅡ Te acompaño, tengo hambre.

Sana avanzó detrás de un chico alto, moreno y con una sonrisa encantadora. El llamó su atención de hecho, aún recuerda cuando lo miraba por el pasillo de la facultad, sonrió pues al parecer tiene cierta debilidad por las personas morenas y que hacer, son jodidamente sexys.

ㅡ JongIn... ¿No hay algo para comer? ㅡ Preguntó al ya estar en la cocina, algo inestable sintiendo como todo a su alrededor da vueltas.

ㅡ Creo que... Oye, cuidado.

Por suerte el más alto evitó que Sana se golpeará la cabeza con un mueble de cocina del cual sacó unas galletas que por fortuna estaban escondidas allí.

ㅡ Momo me va a golpear. ㅡ Murmuró la japonesa, ambos conocen a Momo y saben de su afán por esconder comida en las fiestas.

Ese chico es un caballero, como Kook debería ser, delicado con las chicas y atento, así es agradable estar con alguien. Suspiró, ¿por qué debe estar amarrada a él? Ese chico con cara de roedor le gustó y mucho pero ya no da para más, no con tanta insistencia por parte de su madre en mantener una relación ya agotadora.

ㅡ No mueras tan temprano, ¿sí?

ㅡ Tranquilo~, gracias por traerme.

El más alto rió con sutileza, tan solo la condujo unos pasos hasta la sala y la vio partir quizá a que lugar con una botella de tequila en las manos; todos piensan que esa chica es una dulzura pero a la vez boba por estar con un chico desagradable.

Sana avanzó por la sala con una persona en mente, una chica morena y seria que sacude su mundo. Comió unas cuantas galletas dulces disfrutando del toque que entrega la fresa, seguido de eso bebió de su botella robada unos sorbos de tequila el cual ya pasó por su garganta como si de agua se tratase. ¿Qué tan ebria está para que ocurra eso? Se quejó y cubrió sus cerezos para pasar completamente la bebida, ni idea de porque se embriagó, no le gusta beber, no le gusta estar así, ahora sólo quiere a Tzuyu para sentirse mejor.

Quiere a Tzuyu y justo unos brazos rodearon su cintura, eso provocó que sonriera y se dejara llevar hasta una habitación invadida por oscuridad.

Tzuyu, eres una pervertida.

ㅡ Que ansiosa...

Las galletas de Sana fueron tiradas sobre un mueble, el mismo en le cual terminó su botella de tequila y sin más llegó la tentación. Un suspiro y una mordida sobre su cuello fueron la pauta que se creó, a partir de allí la caricias a la japonesas irían subiendo después de todo, no hay ningún sobrio en esa fiesta.

No esperes nada bueno de mi. (Sana & Tzuyu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora