Cap. 21

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-Ah... qué demonios.

Cuál muerto en vida, Tzuyu estiró uno de sus brazos hasta alcanzar su celular en la mesa de noche. Ni siquiera alzó la mirada cuando respondió la llamada y acercó el celular hasta su oreja. La resaca no le permite nada, eso y un dolor en todo el cuerpo.

-¿Sí?

-Tzuyu, ¿está todo bien?

-Uh... ¿Quién habla?

-¡Soy Jeongyeon, quién más!

-Ah, hola. ¿Qué hora es?

-Bueno... no sé cuántas horas hay de diferencia pero...

Tzuyu en ese instante alzó la mirada con cansancio. Desgraciadamente sigue en esa realidad, una donde debe escuchar gente hablar en chino por todas partes. Suspiró con agotamiento mientras dio media vuelta en la cama tan solo sintiendo el roce entre su piel y las sábanas. Allí asimiló que está desnuda y cerró los ojos mientras tensó la mandíbula al encontrar el por qué.

Sintió su cuerpo sudar frío.

Por favor... qué no sea lo que creo que es.

-¿Tzuyu? ¿Me estás escuchando?

-Oh, sí, sí... bueno, no.

-Te voy a golpear esa cara fea que tienes. Ah... engañé a Nayeon.

Tzuyu llevó su diestra hasta su frente aunque también cubrió sus ojos debido a la magnitud del odioso sol que entra por la ventana.

-Y por qué hiciste esa mierda.

-¡Nayeon me volvía loca!

-Gran razón, eh.

-Es más qué eso... Siempre todo era cómo ella quería, siempre era lo que ella quería cuando quería y con quién quería.

-Mh... ¿Y hablaron eso?

-Lo intenté varias veces pero jamás me dejaba hablar.

-¿Y acaso no tienes los pezones para hacerle callar un momento y hablarle?

-Comencé a sentirme descuidada, dejada de lado y el interés en solucionar las cosas se fue.

-Entiendo eso, entiendo pero... Jeongyeon, no eres una persona mala.

-Eso le dije...

-Ah, escucha. De seguro con quien sea que la engañaste te encontró con la guardia baja y quizá sí, lo disfrutaste pero piensa realmente con quién quieres estar al final del día. Todo se puede hablar, todo se puede solucionar. ¡Nayeon vive a tres casas de la tuya!

-¡No me puedo obligar a seguir queriéndola!

-Pero lo haces, la amas y alejarte cuándo pueden solucionar todo y encontrar una solución es una mala idea no sé... al menos intenten solucionarlo. Y no jodas las cosas así otra vez, ¿bien?

-Ah... te extraño. Siempre sabes qué hacer o qué decir.

-No lo creo.

-Y cómo estás, siento despertarte para contarte mis mierdas.

-Tranquila... siempre es bueno saber que no soy la única jodida aquí.

-Yah, oye. Vas a volver, estarás con Sana y-

-Anoche me acosté con Cheng.

Fue una bomba que estalló dentro de su corazón y que también dejó perpleja a Jeongyeon al otro lado del teléfono.

No esperes nada bueno de mi. (Sana & Tzuyu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora